El fin de la prohibición dio nuevo impulso a Calcatreu. La empresa revisa el estudio de impacto ambiental. Al sur de Jacobacci, muy cerca del límite con Chubut, el proceso de explotación de oro a cielo abierto está en plena reactivación y es posible que a finales del año que viene la planta que usará cianuro y agua para la recuperación de los minerales esté en condiciones de empezar el procesamiento. Esta consecuencia directa de la ley que puso fin a la prohibición de uso de esta sustancia química en la provincia, está llamada a levantar polémica no sólo en la Línea Sur, sino en todo el país.
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Fuente: diario Río Negro
16/04/2012. Unos meses antes de que la Legislatura derogara la ley 3981 que en 2005 prohibió el uso del cianuro y el mercurio en la minería, Pan American Silver, una empresa de capitales canadienses que tiene dos proyectos mineros más en nuestro país, retomó la tareas en el área Calcatreu, cerca de los parajes Lipetrén, que había suspendido cuatro años antes.
El triunfo en las elecciones de septiembre de Carlos Soria, que había prometido la derogación de la norma impulsada por el gobierno radical, precipitó la decisión empresarial.
“Río Negro” recorrió el martes pasado la zona de los dos pequeños cerros que los explosivos y las máquinas harán desaparecer hasta transformarse en un enorme agujero (pit) de hasta 700 metros de ancho y 70 de profundidad, si es que el proyecto supera las instancias de análisis que desde la sanción de la ley 4738 está a cargo de un Consejo Provincial de Evaluación Ambiental Minera (Copeam), que integrarán funcionarios, legisladores, universidades nacionales, el Invap, intendentes, ONG y comunidades indígenas.
En este momento, precisamente, la empresa está actualizando los datos del estudio de impacto ambiental y realizando evaluaciones geofísicas para hallar las fuentes de agua sustentables para la explotación del oro y la plata.
La ley en vigencia le impone al gobierno la obligación de llamar a una audiencia pública (además de tener la aprobación del Codema, el organismo medioambiental de la provincia), que, como la mayoría, no será vinculante.
En esa audiencia se escucharán, seguramente, voces en contra. De hecho, en Jacobacci la denominada “asamblea de autoconvocados La Pirita” está activa en su lucha contra la “minería metalífera, hidroquímica y a cielo abierto”.
El encargado de Relaciones Institucionales y Comunitarias de Pan American Silver en el Proyecto Calcatreu, Ricardo Williams, promete atender todas las demandas de la comunidad de Jacobacci y el resto de las localidades de la Línea Sur, incluyendo a los pueblos originarios, las ONG y los productores. Y asegura que se respetarán todas las obligaciones medioambientales para que el impacto de la explotación minera sea la mínima posible.
Los ambientalistas advierten que “es imposible controlar” a las empresas mineras, no sólo en nuestro país sino en todo el mundo. Por eso consideran que Calcatreu no debe continuar porque, además, dicen que detrás de este proyecto hay 40 más.
Pero no todos en Jacobacci se oponen a la mina (de hecho, allí Soria se impuso con la promesa de reactivarla). Hay actores políticos, sociales y comerciantes que, como Simón Vejar, dueño de uno de los hoteles de la ciudad, cree que podría ayuda a mejorar la dañada situación de la zona, afectada por una sequía de años y las cenizas del volcán Puyehue-cordón Caulle.
“Muchos de los que se oponen es gente que viene de afuera”, dispara Vejar.
La futura mina de oro está 82 kilómetros al sur de Jacobacci, a través de la ruta provincial 76, que conduce a Gastre, Chubut, y de caminos secundarios, casi imposibles para los autos.
El campamento que existió hasta que la provincia prohibió el uso de cianuro, ya no está y en su lugar crece la vegetación local, reimplantada por la empresa minera como una muestra del cuidado que le dará al medioambiente.
Dos cerros
El golpe será notorio: con explosivos y máquinas accederán al corazón de dos pequeños cerros (el mayor, de no más de 20 metros), donde en la exploración se detectaron dos reservorios de minerales, que llevan el nombre de Veta 49 y Veta Nelson.
Productores, puesteros, y miembros de comunidades indígenas de la zona (activistas de La Pirita) ya se imaginan las consecuencias de las explosiones en sus casas y campos, donde sobreviven los animales que la ceniza no mató.
La empresa sostiene, a través de Williams, que la relación con los superficiarios es buena, lo mismo que con los parajes cercanos, Lipetrén Chico y Lipetrén Grande.
Los recursos
Dentro de los cerros que, de aprobarse el proyecto, desaparecerán se calcula que hay 650.000 onzas (32 gramos) de oro y otras 6.000.000 de plata, según lo datos oficiales de la empresa. Williams sostuvo que el atractivo de la plata es secundario.
Por cada tonelada de material que se extraiga, calculan recuperar 3 gramos de oro. Tal es la desproporción. El negocio, de todos modos, es sumamente rentable: las previsiones indican que este año la onza de oro se colocará en torno de los 1.600 a 1.800 dólares (en 2011 tuvo picos de 1.900), lo que transforma a Calcatreu en un negocio de más de 1.000 millones de dólares en un plazo de 10 años. El tiempo de explotación y la facturación podrían crecer una vez que la empresa, ya dentro de la veta, le ponga un número más certero a los recursos.
Polémica por la lixiviación
La roca que se extraiga de la mina será enviada a una planta de tratamiento que se construirá en el lugar, para separar los minerales buscados del resto del material. Luego del triturado, la disolución del oro y la plata se realizará mediante el procedimiento de “agitación con cianuro” o lixiviación.
El agua se obtendrá de un acuífero, cuyo uso limitado fue autorizado por el DPA. La empresa calcula que usará entre 20 y 25 litros por segundo. “Equivale al riego de unas 40 hectáreas en el Alto Valle”, dijo la empresa.
El material será refinado fuera de nuestro país porque en Argentina no hay procesos de este tipo.
Luego de separar las partes solubles de las insolubles mediante el uso de cianuro, el agua residual va hacia un dique de colas, pero antes la planta podría tener una cámara de destrucción de esta sustancia química (todo depende del nivel de inversión).
El cianuro se transporta hasta la locación y se almacena en estado sólido, en briquetas, mediante procedimientos que deben ser sumamente cuidadosos.
El agua del dique de colas, un recipiente de unos 30 metros por 30, se reutilizará, lo que, según la empresa, hará más eficiente el uso del recurso y reducirá el peligro de contaminación.
Para los que advierten en Jacobacci de los peligros de esta actividad, existirá una competencia por el agua entre la minería, la ciudad y la producción ovina y caprina. Y un peligro latente de que el acuífero se contamine con cianuro.
La empresa sostiene que se trata de un acuífero independiente del que provee de agua a Jacobacci, donde el recurso es escaso, al igual que en el resto de la Línea Sur occidental, donde es impresionante la cantidad de lagunas que se secaron.
Ya tienen la experiencia del problema que creó la empresa que asfalta la Ruta Nacional 23, que en procura de agua perforó un pozo en el mismo acuífero que usa la ciudad.
La compañía aclara que obtendrá agua de una perforación de más de 100 metros de profundidad, cuando la producción agropecuaria utiliza los recursos más superficiales como mallines y aguadas.
Dudan de los beneficios para Jacobacci
Las opiniones en la ciudad en torno del beneficio directo de este emprendimiento están divididas, pero aun los más optimistas sostienen que Calcatreu no dará prosperidad sino apenas alivio a un sector de la comunidad.
Se estima que en la construcción trabajarán unas 400 personas y que en la operación se contratará no más de 180 trabajadores.
El Estado tendrá algunos beneficios directos porque una empresa pública provincial se asociará a Pan American Silver, de acuerdo con lo que se acordó en el Pacto Federal Minero. Además subirán las regalías.
Para Jacobacci el beneficio directo es el empleo y el consumo, pero también las acciones de responsabilidad social empresaria que este tipo de compañías, que manejan importantes volúmenes de dinero en todo el mundo, suelen volcar en las comunidades donde tienen presencia.
Los sueldos no son altos si el trabajador carece de capacitación, algo que no existe por ahora en la localidad. Pan American Silver reducirá seguramente sus costos con la operación conjunta con el proyecto Navidad, ubicado cerca de Gastre, Chubut, muy cerca de Calcatreu.
Una de las refutaciones del impacto de Calcatreu en la economía de Jacobacci es que difícilmente los operarios calificados sean de la comunidad; más bien –razonan algunos– llegará gente de la empresa de otros sitios.
Una explotación a cielo abierto
Puede que la postal que entrega hoy ese rincón de la estepa patagónica, con sus pequeños cerros erosionados por el paso de millones de años, no sea equiparable a los de la cordillera, pero nadie puede negar que es sobrecogedora, ya sea por su vastedad, la riqueza de sus mallines o por su impresionante soledad.
Cuando todo el oro y la plata del proyecto Calcatreu haya sido extraído, los dos cerros ya no estarán y en su lugar quedará dos grandes hoyos, ambos de 200 metros de ancho: uno de 700 de largo y el otro, de 350 metros.
Ricardo Williams, el representante que tiene Pan American Silver en Jacobacci, aclaró que la empresa tiene la obligación de remediar el pasivo ambiental.
Junto a la técnica forestal María Eugenia Chameli, explicó que antes de proceder a la voladura del cerro, se quitará la capa fértil del suelo y la estéril, que quedarán a un costado. Una vez que la vida útil del yacimiento llegue a su fin, se rellenará el pit (hoyo, en inglés) hasta el nivel del suelo que circunda a los cerros y se colocará nuevamente la tierra estéril y la fértil, y se implantará el bosque nativo.
Entre las pocas instalaciones de la empresa en la zona donde estará la mina, hay un invernáculo donde se sembraron semillas de especies autóctonas. No es sencillo porque nadie produce plantas como molles, neneos, coirones, michayes o mamuel choiques.
Por ahora con estas plantas cubren, a manera de ensayo, las zonas afectadas en la etapa exploratoria. Los resultados fueron buenos a pesar de la sequía.