Se trata de la reactivación de dos minas en Malargüe con las que intentará evitar el impacto del desempleo que generó el cierre de Vale. Una es Hierro Indio, abandonada en 1972, y la otra es Cerro Amarillo. Ambas necesitan una ley para evitar el cepo de la 7722 que impide el uso de numerosas sustancias tóxicas en la actividad minera.
Fuente: Sitio Andino
El gobernador no pudo esperar hasta el martes y lo confirmó en el Este durante el almuerzo organizado por la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de San Martín al que asistió acompañado por el ministro de Defensa, Agustín Rossi. Se trata de los primeros pasos de su plan minero a casi un año de terminar su gestión.
Si bien son dos autorizaciones legislativas para exploración, servirán de testeo para medir el humor social en torno a la minería. Pero además se utilizarán para atenuar el impacto del desempleo porque ambas firmas tomarán unos 100 puestos de trabajo, entre empleo directo e indirecto para iniciar las tareas antes de fin de año.
Esto si la Legislatura lo ratifica, porque de no conseguir el aval, la 7722 no permite el inicio estas tareas si la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de los proyectos no tiene aval de las cámaras. Los legisladores oficialistas lo presentarán este martes en las comisiones correspondientes, mientras por la tarde de ese mismo día Francisco Pérez, su ministro de Energía, Marcos Zandomeni, y el intendente de Malargüe, Juan Agülles, lo revelarán en ese municipio sureño. Esto a raíz de un pedido del jefe comunal que intenta contener el malestar social generado por los despidos masivos generados por el cierre de Vale.
Marcos Zandomeni confirmó la información revelada por el gobernador y explicó que el proyecto Cerro Amarillo, de capitales americanos sería operado por Merillón Argentina, mientras que Hierro Indio, es de capitales argentinos y será operado por una compañía de Servicios Mineros que tiene otras explotaciones en países vecinos.
En ambos casos se pedirá autorización para exploración. Esto es se tomarán muestras para saber si es suficiente la cantidad y la concentración de minerales. Después, las muestras se enviarán a Buenos Aires y de resultar aprobadas, vendrá la etapa de explotación, que también necesitará autorización legislativa.
Apremiado por el crecimiento del desempleo, agravado por la cantidad de industrias que le piden planes de sostenimiento para no despedir trabajadores, Pérez se vio obligado a enviar este especie de testeo de lo que será su plan minero. Es sabido que el gobernador confía en el desarrollo de la actividad desde que era ministro de Infraestructura.
Esta decisión había sido adelantada por el gobernador este martes cuando se celebraba el Día de Industria en Luján de Cuyo.