La empresa brasilaña Vale le informó a los contratistas que no siguen y que desmontarán la infraestructura de la mina en Malargüe. Miles de empleos ocupados por los dos años de la construcción de la planta se caen y ayer hubo protestas de trabajadores. El Gobierno analiza quitar la concesión.

Foto: Martes al sol. Ayer, día frío y soleado en Malargue, los trabajadores de Potasio Río Colorado aguardaron en la puerta del predio una respuesta que les permitiera volver a sus puestos de trabajo.

Fuentes: Mendoza On Line, Clarín y La Nación
Todas las negociaciones fracasaron y la empresa Vale le anunció a los contratistas de la mina Potasio Río Colorado sobre la suspensión del proyecto. Pero además les informaron que desde mañana comenzarán a desmantelar la infraestructura de la mina. Así, comienza a derrumbarse todo, pues hay cerca de 4 mil puestos de trabajo directos y más de 5 mil indirectos que se caen.

Ante eso el Gobierno analiza la quita de la concesión de la mina, para entregarla a otro concesionario o gestionarlo de manera estatal.

Las reuniones se realizaron este martes en Buenos Aires, donde Vale le informó a todas las empresas que dependen de ella para el proyecto que no hay salida: antes de finales de marzo la mina, ubicada en el extremo sur de Malargüe, debe quedar desmantelada. Por eso le pidieron a las firmas que retiren su equipamiento. En principio Vale cumpliría algunos de los contratos firmados, pero la principal consecuencia es la caída de los empleos. Además, será un fuerte golpe para la economía de Mendoza, pues este año se esperaba la inyección de 2 mil millones de dólares en el proyecto.

Ante eso la posibilidad de seguir es la quita de la concesión de la mina. Esa medida extrema está en el menú que analizan para responder a la decisión de la empresa. En lo formal es la Provincia quien tiene esa potestad, pero no avanzarían ni medio paso en ese sentido sin el aval total de Casa Rosada. De hecho todas las negociaciones se realizan en Buenos Aires.

En su comunicación la empresa brasileña fue precisa: anuncia la suspensión del proyecto sin fecha de reinicio; explica que las cuentas no le cierran y que a futuro podría analizar la reapertura. La intención de Vale es mantener los derechos sobre la propiedad minera, pero sin mover una piedra.

Ayer en el comunicado oficial de de la Nación y la provincia sugerían algo al afirmar que asegurando que lamentaban la decisión “sin perjuicio de que las decisiones relativas a las concesiones mineras competen a las autoridades provinciales de Mendoza, dueña del recurso”. Originalmente el proyecto estaba a cargo de la empresa inglesa Río Tinto. Las señales de la riqueza que había ya las había detectado el Estado a través de la Comisión de Energía Atómica y los distintos proyectos de desarrollo minero, hace décadas. Río Tinto le vendió el proyecto armado a Vale, que comenzó la ejecución.

Así, la nueva versión del Gobierno está más cerca del “el proyecto sigue con Vale o sin Vale”; como dijo hace más de un mes el gobernador Francisco Pérez. Técnicamente la Dirección de Minería tiene potestad para analizar motivos que puedan derivar en la caída de la concesión. Por eso los directivos están también en Buenos Aires. Algunos buscan comparar lo que sería ese hecho con la expropiación de YPF. En el fondo son distintos, porque lo de YPF fue la expropiación de una empresa privada. Si avanzan sobre los derechos de Vale, esa acción sería similar a la quita de concesiones petroleras que se realizaron el año pasado, pero en una escala mucho mayor. Claro que no es sencillo: calculan que la empresa ya tiene invertidos cerca de 2 mil millones de dólares. Y cualquier avance terminaría casi con seguridad en la justicia.

El gobernador Francisco Pérez está en Buenos Aires y ha concentrado todo el tiempo de gestión en resolver ese problema, aunque la solución pasa por acuerdos que están fuera del alcance provincial. Incluso, aseguran que ni siquiera las presidentas han podido destrabar los problemas de fondo, que tienen que ver con las tensiones entre los accionistas privados de Vale, que exigen una rentabilidad “más alta y garantizada” para un proyecto que es de largo alcance en el tiempo.

Gobierno mendocino habla de seguirlo

El gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, afirmó hoy que la decisión política tanto de su gobierno como el de la Nación es continuar con el proyecto de potasio en el sur de la provincia “bajo cualquier tipo de circunstancia”, aun con la retirada de Vale.

El anuncio de la suspensión del emprendimiento de seis mil millones de dólares, formulado el lunes por la compañía, motivó la preocupación de los trabajadores afectados, alrededor de cuatro mil, que temen la posibilidad de un “estallido” en el sur de la provincia, de acuerdo con lo expresado por el secretario general de la UOCRA provincial, Fernando Anaya.

Desde Buenos Aires, donde participa de reuniones en los ministerios de Economía y de Planificación, Pérez reiteró por teleconferencia que hasta hoy “ningún organismo de la provincia de Mendoza” ha recibido “presentación alguna de la empresa Vale” referido a la suspensión de las obras.

“Lo único que tenemos es una copia de la nota que fue dirigida por el director de Vale en Argentina hacia el ministro de Planificación (Julio de Vido) en el día de ayer, donde comunicaba la suspensión del proyecto”, indicó.

Al respecto, dijo que “esto ha derivado en una acción conjunta” para que “en el día de mañana a las 3 de la tarde, en la sede del Ministerio de Trabajo” de la Nación, se lleve adelante una “audiencia previa” de la que participarán los gobernadores de Neuquén, Río Negro y Mendoza, el intendente de Bahía Blanca, y la empresa Vale, “básicamente para que aclare de manera contundente los contenidos de esa nota que no tiene ningún valor formal”.

Según explicó, se están evaluando distintas alternativas “pero básicamente la decisión política de la presidenta (Cristina Fernández) y de todos los gobernadores y el intendente de Bahía Blanca” es la de “continuar con el proyecto Vale bajo cualquier tipo de circunstancia”, aunque aclaró que “evidentemente se tendrá que hacer un replanteo del proyecto”.

Asimismo, fue enfático al afirmar que “negamos las argumentaciones que esgrime Vale por las que está suspendiendo su actividad y su inversión y atribuimos esto a una decisión que tiene fuerte raigambre en la crisis mundial de esta empresa que tiene yacimientos en distintos lugares del mundo. Prueba de ello -dijo- es lo “que ha hecho en Canadá en 2012 y en febrero en el mismo Brasil”.

Comenzaron las protestas de trabajadores

Incidentes con heridos en una marcha de desocupados en el concejo deliberante de Malargüe dieron el alerta del enorme impacto social que significa el parate.

“En 15 días, Potasio Río Colorado podría quedar desierto y es el velatorio del proyecto”, afirmó Carlos Ferrer, presidente de la Cámara de Servicios Mineros de Mendoza.

Incredulidad, bronca, frustración y otros tantos estados de ánimos manifestaron los trabajadores y proveedores de Vale en Mendoza, donde más golpea la suspensión de la obra de la minera brasileña. De los 6.800 empleados afectados, cerca de 4.300 son trabajadores mendocinos y el resto de Río Negro, Neuquén y Bahía Blanca, donde se construía un ramal de ferrocarril que concluía en un puerto propio en Ingeniero White.

Hay otros 7 mil empleos indirectos vinculados a las 250 pymes que prestaban servicios al proyecto Potasio Río Colorado. “Ayer se dieron de baja 700 contrato s vinculados a la UTE de Skanska y estamos evaluando cómo distribuir a los obreros en otros proyectos y mitigar el impacto social”, contó el empresario mendocino Fernado Porreta, contratista del Estado y al frente de la filial local de la Cámara Argentina de la Construcción.