Pese a la oposición de las comunidades, las empresas mineras que aspiran a desarrollar proyectos en el área cordillerana ratificaron hoy a las autoridades de Argentina y Chile el interés en avanzar en ellos según las condiciones jurídicas y ambientales dispuestas por ambos países y del Tratado sobre Integración y Complementación Minera que fue suscripto en el año 1997, un eufemismo para no hablar de la profundización del modelo extractivista altamente repudiado por los pueblos. La ratificación fue transmitida por las compañías mineras durante el plenario de trabajo del tercer Encuentro Ministerial de la Alianza de Energía y Clima de las Américas que se realizó en la ciudad de Viña del Mar, en el que participó el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren.

Fuente: Mdz

“Creemos que esta área fronteriza será un lugar de competitividad común y de desarrollo futuro conjunto, porque tenemos una columna vertebral llena de recursos minerales y naturales que ambos países necesitan cuidar, y eso significa trabajar juntos, no hay otro camino”, dijo el secretario de Minería argentino, Daniel Meilán, en la reunión del tratado binacional que se realizó en la sede de la Comisión Chilena del Cobre.

En el encuentro, del que también participó el subsecretario de Política Minera, Juan Biset, se mantuvieron sucesivas reuniones con los directivos de las empresas con proyectos vigentes en el área cordillerana, las cuales pusieron al día a los funcionarios sobre sus perspectivas para el desarrollo de las inversiones y las alternativas que enfrentan a uno y otro lado de la frontera.

Así, se presentaron las autoridades de los proyectos Pascua Lama de Barrick Gold; Constelación de NGEx Resources; Filo del Sol de Filo Mining; Los Pelambres, de Antofagasta Minerals y El Pachón de Glencore; Vicuña también de NGEx Resources y Pan Pacific Copper y Los Azules de McEwen Mining.

Meilán también participó hoy junto a la ministra de Minería chilena, Aurora Williams, y al viceministro de Minas de Perú, Ricardo Labó, en la exposición Metal Bulletin donde se expuso acerca de la actualidad del sector y los desafíos que enfrenta en cada país de la región.

Allí, Meilán explicó que en la Argentina “existen 32 proyectos en factibilidad” y destacó el Acuerdo Federal Minero, sobre el que señaló que “es un mandato constitucional de cómo hacer una política minera en un país en el que los recursos naturales, minerales, pertenecen a las provincias”.

“Con esto se logra una base homogénea de distintos aspectos de la actividad que sea común a las 23 jurisdicciones, respetando las diferencias y las necesidades de cada una de ellos”, agregó al también abordar la minería del futuro, respecto de la cual indicó que las nuevas tecnologías, principalmente las energéticas, requerirán de mayor disponibilidad de insumos minerales, entre otros.

La visita de los funcionarios argentinos se dio en momentos en que aún se registraban repercusiones por el rechazo del gobierno de Michelle Bachelet del proyecto minero Dominga, lo que generó la disidencia y la renuncia de dos de sus ministros del área económica que defendieron el emprendimiento de concentrados de hierro y de cobre en la región de Coquimbo, valorado en 2.500 millones de dólares.

Funcionarios de la cartera energética admitieron en diálogo con Télam que si bien no fue el contexto ideal para los encuentros, se pudo ratificar el interés de ambos gobiernos por “poner en movimiento” los proyectos de carácter binacional mediante políticas y decisiones de complementación e integración.

“Compartimos la preocupación y la necesidad de generar entre los dos países un modo de abordar las políticas públicas para el sector minero que las separe de la coyuntura electoral inmediata”, enfatizó la fuente al resaltar “la búsqueda de una institucionalidad que permita reconocer a la región por presentar un esquema común”.

El Tratado sobre Integración y Complementación, que cumplirá 20 años en diciembre, constituye un marco jurídico para el negocio minero y tiene por objeto permitir a los inversores de cada una de las partes participar en el desarrollo de la integración, con amplias áreas de aplicación delimitadas a ambos lados de la Cordillera.

En el Acuerdo, uno de los puntos relevantes es el referido a la facilitación fronteriza, para lo cual los países se comprometen a realizar acciones de coordinación de modo de fomentar el desarrollo del negocio minero, el acceso y salida de las áreas de operaciones desde ambos territorios y permitir el uso de toda clase de recursos naturales, insumos e infraestructura sin discriminación de nacionalidad.

También se especifica que las prohibiciones y restricciones vigentes en las legislaciones de cada parte, referidas a la adquisición de la propiedad, el ejercicio de la posesión o mera tenencia o la constitución de derechos reales sobre bienes raíces, o derechos mineros, establecidas en razón de la calidad de extranjero y de nacional chileno o argentino, no serán aplicables a los negocios mineros regidos por el Tratado.