La Jefa del Comando Sur de Estados Unidos, la generala Laura Richardson, llegará nuevamente a la Argentina para reunirse con el ministro de Defensa. La visita cobra especial relevancia por la puja geopolítica entre Estados Unidos, China y Rusia en la región. El objetivo es defender los intereses de los Estados Unidos que siempre trató a América Latina como su patio trasero. Sobre un mapa, las potencias mundiales se disputan expansión geopolítica, minerales estratégicos, petróleo y agua dulce, sin aparente defensa de la soberanía de los países dueños de los territorios.

Por: Noalamina.org

La Jefa del Comando Sur de Estados Unidos, la generala Laura Richardson, llegará nuevamente a la Argentina para reunirse con el ministro de Defensa. Se entrevistará con Jorge Taiana, el día 17 de abril, cabiendo la posibilidad que también mantenga encuentros con otros funcionarios del gobierno de Alberto Fernández y con representantes de las Fuerzas Armadas. Las relaciones diplomáticas entre ambas naciones cumplen este año el bicentenario. Y éste viaje, ocurre pocos días después de la visita que el mandatario argentino realizara a Washington, donde mantuvo un encuentro a solas con su par Joseph Biden en el Salón Oval de la Casa Blanca. (1)

El resumen de la reunión de los presidentes Biden y Fernández se publicó en el sitio oficial de la Embajada de los Estados Unidos en Argentina. Entre los temas tratados, el informe detalla que: “El presidente Biden elogió al presidente Fernández por su labor para hacer frente al cambio climático, y expresó su apoyo a la continuidad de la cooperación en los sectores de energía y minerales críticos. El presidente Biden y el presidente Fernández también se comprometieron a profundizar la cooperación entre los Estados Unidos y la Argentina en materia de tecnologías de punta, así como a colaborar con otros países del G20 en la reforma de los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) para responder mejor a los desafíos mundiales” (2). Cabe destacar que, el máximo exponente de banco multilateral de desarrollo es el Banco Mundial y todo lo que implica su intervención.

El Comando Sur es una unidad del Pentágono que fue diseñada para defender los intereses de los Estados Unidos en la región. Tiene sede en Miami, controla las bases de Estados Unidos en América Latina, y proporciona entrenamiento, inteligencia y coordinación militar a todas las fuerzas armadas regionales bajo las recomendaciones del Departamento de Estado.

La visita cobra especial relevancia por la puja geopolítica entre Estados Unidos, China y Rusia en la región. Recientemente en una entrevista con el think thank estadounidense Atlantic Council, Richardson señaló que “tenemos mucho que hacer. Esta región importa, tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que intensificar nuestro juego”.

Además, mencionó la importancia de algunos recursos naturales estratégicos que abundan en Sudamérica como el litio, el cobre, el petróleo y el agua dulce. Sobre el litio, utilizado en las industrias relacionadas con la tecnología para la fabricación de baterías, remarcó que el “60 por ciento del litio se concentra en el llamado triángulo de Argentina, Chile y Bolivia”, y que también existen “las reservas de petróleo más grandes, incluidas las de crudo ligero y dulce, descubierto frente a Guyana hace más de un año. Tienen los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro”. Por último, “tenemos el 31 % del agua dulce del mundo en esta región“, dijo Richardson.

Estas declaraciones recibieron el repudio y el cuestionamiento de algunos políticos como el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, y el ex presidente de Bolivia, Evo Morales. “No señora comandante, no son sus recursos naturales, es la riqueza de los pueblos latinoamericanos. Los pueblos de la región no necesitamos ser tutelados sobre cómo manejar nuestros asuntos”, escribió Melella en su cuenta oficial de Twitter. (3)

La preocupación de perder dominio sobre nuestro país no es infundada. China se convirtió en el segundo socio comercial de la Argentina, intensificando su presencia a través de múltiples proyectos y millones de dólares en financiamiento. Propuestas que incluyen al sector nuclear, el acuerdo para construir la cuarta central nuclear Atucha III, que hasta el momento no se realizó, entre otros factores por la falta de capacidad del país para financiar el 15% del presupuesto de la obra de 83.000 millones de dólares.

Además, existe una obsesión de China por el litio, la llamada “transición energética verde”, que se aceleró en todo el mundo tras la crisis del petróleo y el gas producida por la invasión de Rusia a Ucrania, convirtiéndolo en uno de los metales más buscados del mundo. Actualmente, hay 6 proyectos chinos en la Argentina relacionados al litio.

La decisión china de autorizar la ampliación del swap o canje de monedas por 35.000 millones de yuanes –alrededor de 5.000 millones de dólares– viene secundada de un paquete de intereses y exigencias que la potencia oriental no ha dejado de explicitar ante los funcionarios nacionales. Desde su participación del negocio local del 5G hasta el posicionamiento permanente sobre activos y recursos clave para su crecimiento. Además, continuar participando de obras de infraestructura como las represas en la Patagonia y requerir un apoyo concreto al interés asiático por hacer pie en Tierra del Fuego a través de un puerto estratégico. China sigue entendiendo a la Argentina como un espacio clave para su expansión geopolítica y el desafío que sostiene con Estados Unidos. (4)

Sin ir más lejos, ayer 10 de abril, Taiana tenía previsto reunirse en su cartera con autoridades de la Administración Estatal para la Ciencia, la Tecnología y la Industria de la Defensa Nacional de China (SASTIND).

Uno de los temas pendientes del ministerio que lidera Taiana en su vínculo con Estados Unidos es la compra de aviones de combate. Sobre esa operación, que incluyó negociaciones tanto con China como con Estados Unidos, el ministro explicó que todavía “no hay definición”. Y agregó que “hemos estudiado como 10 propuestas. Muchas hemos tenido que desecharlas por el veto británico, que se mantiene a pesar de los 40 años y que realmente nos crean muchas dificultades y nos anulan una serie de posibilidades”. Ese veto, impuesto luego de la Guerra de Malvinas, no le permite a la Argentina adquirir equipamiento militar que contenga repuestos del Reino Unido.

Taiana sostuvo que “hay que ver todo eso, escuchar y finalmente decidir. Lo que está claro que la Argentina necesita, en un momento, comprar aviones supersónicos que tengan vigencia por los próximos 20 o 30 años, con una capacidad disuasiva importante”.

El ministro señaló que “la Argentina tiene estrategia defensiva, pero esa defensa tiene que tener un elemento de disuasión para tener alguna efectividad”.

En diciembre, el presidente Alberto Fernández había dicho en una nota con el diario The Financial Times que la compra de esas aeronaves no era prioritaria por los graves problemas económicos que atraviesa el país. (5)

En este escenario, donde los países poderosos se disputan los bienes comunes de nuestro territorio, poco se percibe sobre defensa de la soberanía.

 

Fuentes:

(1), (3) y (5) Infobae

(2) Embajada de Estados Unidos en Argentina

(4) Iprofesional