Los vecinos de Traslasierra están en alerta. Un pedido de inconstitucionalidad de la ley que protege a Córdoba de la minería metalífera en la modalidad a cielo abierto y del empleo de sustancias tóxicas, los asusta. Quieren vivir en un lugar sano y libre de contaminación. Los que elevaron el pedido aseguran que la minería no contamina, pero el recuerdo de Los Gigantes está presente y el temor a que algo parecido vuelva a ocurrir, sigue latente.
Por José Ferrero
26/08/2010. Julia tiene siete años, los ojos marrones grandes, el pelo lacio sobre la cara y una sonrisa enorme que no ahorra a la hora de conseguir lo que quiere. Está con su familia pasando unos días en una cabaña en la localidad de Las Calles. La están retando, el dueño del lugar le cuenta una historia sobre gnomos que viven bajo los hongos y que se ponen tristes si ella hace lo que no está permitido.
Cuando la historia termina, Julia corre a contarles a sus hermanos que hay duendes debajo de los hongos y no recuerda nada de lo que no se puede hacer. Al rato ella lo volverá a intentar.
El comportamiento de Julia se parece a lo que está pasando en la zona de Traslasierra por estos días. Hay una ley que prohíbe minería metalífera en la modalidad a cielo abierto, sin embargo, sería conveniente no respetarla, o mejor: declararla inconstitucional.
Una situación que alertó a los vecinos cuando el 18 de mayo de 2010 el Tribunal Superior de Justicia aceptó analizar el pedido de inconstitucionalidad de la Ley 9526/08 presentado el 4 de mayo de 2009 por la Cámara Empresaria Minera de la Provincia de Córdoba (CEMINCOR) y la Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear (APCNEAN), ley que protege a la provincia de la actividad minera metalífera en la modalidad a cielo abierto y del empleo de sustancias tóxicas.
La extracción minera en Córdoba y los vecinos tienen una larga historia de discusiones en torno a la utilización del medioambiente.
Este capítulo se abrió en 1992 cuando la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) realizó estudios en la zona de Pampa de Achala. Unos cateos que aún siguen marcados en las laderas, con el nombre Cateo Christian y todavía se los ve en las piedras de las sierras como L1, L2, L3 y L4.
Julia vacaciona muy cerca de ahí. Desde donde ella juega basta levantar la vista para ubicar la zona donde está el cateo, y donde, si la ley se lo permitiera, se instalaría una mina a cielo abierto.
El origen del cuento
A finales del 2007 los vecinos se enteran de que la CNEA presenta un pedido ante la Secretaría de Minería de Córdoba para continuar los trabajos de exploración en la zona con la clara intención de ubicar e instalar una mina de extracción de uranio.
“El pedido es un expediente que está suspendido pero no dado de baja, son 5.000 hectáreas que van desde el filo de la sierra Pampa de Achala hasta los 1.500 metros de altura de las sierras de la zona, en la naciente del Río Chico de Nono” detalla Francisco Chiacchietta, periodista de 35 años que llegó a Córdoba con su familia en busca de un lugar sano donde criar a sus hijos.
La Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala se encuentra en el centro del cordón de las Altas Cumbres de Córdoba y es cabecera de las cuencas que proveen de agua potable al 70% de la provincia.
“En el 2007 nos enteramos de este pedido de exploración formal. La CNEA solicita el pedido bajo el mismo nombre: Cateo Christian, es decir quieren retomar lo que habían empezado en el 1992. Nos contactamos con gente del Valle de Punilla que ya estaban agrupados en asambleas desde un par de años antes, bajo en nombre ¡Ongamira Despierta! Ahí nos enteramos que ellos estaban redactando un proyecto de ley para frenar las minas metalíferas a cielo abierto con uso de sustancias tóxicas y la minería de uranio en Córdoba”, recuerda Chiacchietta.
Del trabajo de los vecinos se juntaron 80.000 firmas y el 21 de mayo de 2008, ellos, en caravana llevaron el anteproyecto de Ley a la Casa de Gobierno, a la Secretaría de Minería y a la Legislatura provincial donde lo entregaron a cada uno de los presidentes de bloque.
Semanas después ingresó a la Legislatura provincial presentado por el propio Poder Ejecutivo provincial. Se trabajó durante varios meses hasta su presentación y aprobación por unanimidad, lo que resultó siendo la Ley 9526 que establece: “La prohibición en todo el territorio de la Provincia de Córdoba la actividad minera metalífera en la modalidad a cielo abierto y del empleo de sustancias tóxicas” y “La prohibición en todo el territorio provincial de la minería nuclear.”
Desde entonces Córdoba aumentó a siete el número de provincias que prohíben este tipo específico de minería en el territorio argentino -Chubut (2003), Río Negro (2004), Tucumán (2006), Mendoza y La Pampa (2007), Córdoba y San Luis (2008)-.
Sin embargo, y a pesar de que la ley ya entró en funcionamiento el CEMNICOR y la APCNEA presentaron el pedido, a pesar de que la Constitución de la Provincia de Córdoba especifica los requisitos que debe cumplir toda acción de inconstitucionalidad entablada, requisitos que a criterio de la propia Fiscalía General del Poder Judicial no se cumplieron.
Aún así, el Tribunal Superior de Justicia decidió aceptar formalmente la acción y comenzar a estudiar el fondo de la cuestión. Este proceso terminará con una sentencia que decidirá si la Ley 9526 es o no constitucional.
Los mineros alegan en la demanda, entre otras cosas, que la actividad minera desarrollada por la CNEA no produjo “ningún tipo de contaminación y daños a la salud a persona alguna” y que “la CNEA nunca abandonó pasivos ambientales en ningún lugar en donde se hubieren producido, ya que los que abandonaron los pasivos ambientales fue la autoridad minera”.
La Dra. Marina Martínez Meijide, abogada ambientalista miembro de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados ¡Ongamira Despierta! aclaró que: “Es inaceptable que la propia APCNEAN desconozca la contaminación que se produjo y se produce en los sitios explotados por la CNEA. Esta contaminación fue reconocida por ellos y consta en numerosos informes de auditoría ambiental efectuados por las autoridades. Es ridículo que pretendan desligarse de la responsabilidad ya que los pasivos ambientales continúan ahí, más de 20 años después de que el yacimiento (Los Gigantes) terminara de operar y sin haber presentado un plan de cierre conforme lo determina la legislación vigente”.
Según el sitio oficial de la CNEA, bajo el título: “Sitios a restituir ambientalmente”, se puede leer que el complejo fabril Córdoba, donde hoy funciona la planta de producción de UO2 (operada por Dioxitek y un equipo de CNEA de geología), que: “Como producto de las actividades de concentración se encuentra en el lugar 57.600 toneladas de colas de mineral de uranio.”
Y el Complejo Minero Fabril Los Gigantes que se encuentra en la Sierra Grande a 30km de la ciudad de Villa Carlos Paz: “Este complejo operó hasta 1990 explotando el recurso que había sido descubierto por la CNEA en los años 60 y dejó en la zona: 2.400.000 toneladas de colas, 1.000.000 de toneladas de estériles y 600.000 de marginales. Si bien no hay poblaciones en las cercanías, la existencia de los materiales descriptos, aguas arriba de zonas turísticas da al problema un carácter particular.”
Sin embargo el ingeniero Hugo Apfelbaum, presidente de CEMINCOR asegura que: “La ley está mal hecha” porque ley prohíbe la minería metalífera en la modalidad a cielo abierto y el empleo de sustancias tóxicas. “Acá la minería no quiere destruir glaciares, ni contaminar agua”, recalca. Pero cuando se le menciona el caso de Los Gigantes dice no conocer mucho del tema, que lo poco que sabe lo leyó en algunas editoriales aunque reconoce “que hay un pasivo ambiental que hay que tratar. Sí, hay un problema a solucionar, problema que a corto plazo tendrá una solución, gracias a Dios”. Solución que aún no la CNEA no encontró ni empezó a implementar.
Mientras tanto Julia crece, y es posible que cuando tenga nietos los entretenga con los mismos cuentos que le narraron de chica. Sin embargo, si la ley es declarada inconstitucional, su historia empezará diciendo: Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, un lugar llamado Traslasierra…
Ver los videos “Minas a Corazón Abierto”
Ver Informe 1:
En Córdoba, un pedido de exploración de minerales alertó a la población de Traslasierra. En 2008 la Legislatura sancionó una ley que impide la minería a cielo abierto con sustancias tóxicas. Ahora el logro de vecinos peligra y crece el miedo a la contaminación.
Ver Informe 2:
El Tribunal Superior de Justicia de la provincia de Córdoba aceptó analizar el pedido de inconstitucionalidad de la ley que protege a la provincia de la minería a cielo abierto. Los vecinos temen que si esto es aprobado su forma de vida se vea amenazada
Ver Informe 3:
Traslasierra es una zona de la provincia de Córdoba donde el aire es fresco, la vida tranquila y los ciudadanos eligen vivir en armonía con la naturaleza. Si la minería a cielo abierto logra instalarse, la forma de vida que ellos tienen y por la que pelean, desaparecería definitivamente