Artículo aparecido en la revista Uritörkidas, número 30, sección ecología. (http://www.uritorkidas.com.ar)
La Ley.
El miércoles 24 de septiembre quedará en la historia como un día especial para todas las organizaciones que en Córdoba vienen luchando a favor de la vida, y en contra de la minería a cielo abierto. Aunque parezca increíble el gobernador Juan Schiaretti cumplió con su palabra. El Miércoles 24 de septiembre se aprobó la ley que prohíbe la minería a cielo abierto en toda la provincia ,además del transporte de substancias tóxicas que se usan en esa industria, como el cianuro. También quedó prohibida la extracción de uranio y torio. La sesión en la legislatura se desarrolló sin incidentes, el proyecto que se votó casi por unanimidad es el que fue elaborado por las organizaciones despierta y presentado al gobernador.
Ongamira despierta y todas las organizaciones no dejaron de aclarar que el trabajo no termina y no terminará hasta que no sea promulgada una ley nacional, pero sin duda esto es un éxito de la movilización de la gente, y de aquellos que supieron moverse democrática y asambleariamente para luchar contra gigantes. Este logro tiene aspectos muy pero muy importantes .Saber que ante una amenaza podemos movilizarnos, podemos juntarnos y hacerle frente a algo tan nefasto como la minería es sin duda un síntoma de adultez en nuestra sociedad. La forma en que el movimiento “Despierta” llevó adelante su accionar es un ejemplo de democratización y horizontalidad que además logró uno de los objetivos más importantes: tener una ley que detenga los pedidos de cateo que las empresas mineras habían hecho en esta provincia. El tiempo que han dedicado muchas personas a trabajar, dejar su dinero y sus energías en algo que podría ser visto como una quimera (cualquiera que tenga un conocimiento fehaciente de los poderes que se mueven detrás de las grandes empresas mineras internacionales podría decirnos que no hay forma de luchar contra ellos), no es un tiempo vano. Esa mezcla de pesimismo e ingenuidad, de falta de fe y de falta de confianza en nosotros mismos como ciudadanos, era algo arraigado en otras épocas , hoy podemos decir que algo cambió. Salud, Ongamira por la ley, salud también a todas las despierta. A veces, viene bien brindar, levantar la copa de agua pura y hacer de la alegría un motor para seguir luchando, haciendo , concretando un espacio de toma de conciencia de nuestro propio poder como personas unidas para el bien común. Y no es común que el bien común triunfe. “La voz del interior” y muchos diarios se ocuparon de que la alegría no se contagie, remarcando no esa alegría sino la preocupación de los señores mineros que enviaron a sus empleados a repartir volantes en contra de la ley. Pero la alegría se contagia igual, podemos mirar el cerro Uritorco y saberlo libre, bastante entero, y sin cianuro en su río. También es cierto que en Traslasierra estarán festejando, al menos saben que no habrá uranio en su fruta y en su tierra, por lo menos por ahora. Que el festejo sea un motor, y que la alegría sea contagiosa.
La alegría de saber que podemos contar con el otro.
La alegría de saber que juntos podemos hacer más que separados.
La alegría de saber que la verdad puede triunfar a veces, como en los viejos cuentos e historietas, la verdad y la justicia.
La alegría de saber que el sentido de lo que hacemos y la suma de todos esos sentidos puede dar como consecuencia algo que modifique nuestro futuro.
La alegría de ser partícipes y protagonistas del tiempo que nos ha tocado.
La alegría de saber que otros en otra parte se alegraran con nuestro logro y que servirá para que otros en otro lado hagan lo mismo, es decir que la fe en que juntos podemos hacer algo, no es un slogan publicitario sino, ni más ni menos, una verdad tangible que da sus consecuencias tangibles.
La alegría de saber, de ver la verdad cruda de los hechos más aberrantes y seguir sabiendo y seguir alegres.
La alegría de confiar.
De continuar confiando.
Alegría y gracias a todos los que trabajaron y trabajan , personas y organizaciones grandes pequeñas.
Alegría y gracias. Bellas palabras.
>>>>Pablo Solis>>>Director de la Revista Uritorkidas.