En medio de una profunda crisis socioeconómica en la provincia de Chubut, el poder político provincial y nacional apuesta, como salida, a la megaminería. En un contexto preelectoral, los candidatos presidenciables accionan en pos de establecer vínculos con empresas mineras interesadas en llevar a cabo los proyectos. Las asambleas de vecinos opositoras a esta actividad extractiva, tan perjudicial para el medio ambiente, inician una campaña de concientización denominada “Gane quien gane, que pierda la megaminería en todo el Chubut”.

Por: noalamina.org

La provincia de Chubut está transitando una grave crisis económica, financiera, social y política. El gobierno de Arcioni ha incumplido sus compromisos con los trabajadores estatales activos y jubilados, el pago de salarios en tiempo y forma, los acuerdos paritarios acordados previos a las elecciones provinciales, el pago de retroactivos, el normal funcionamiento de la obra social, resolver los problemas edilicios en las escuelas, garantizar los insumos hospitalarios, de tal modo que se generaron irregularidades que dañan la vida cotidiana de los habitantes de Chubut. Este caos provincial funciona como efecto dominó afectando a todos los ciudadanos: los trabajadores estatales , los alumnos, los pacientes hospitalarios, los comerciantes, los prestadores turísticos, etc.

La riqueza de Chubut no se basa sólo en el petróleo, el turismo y la pesca, sino que los bienes comunes son también los bosques y la enorme cantidad de minerales que conforman su subsuelo. Desde fines del año 2017 comenzó una nueva embestida intentando habilitar la megaminería, que está prohibida por ley desde el año 2003 (Ley Provincial Nro XVII – 68), generada desde el gobierno del presidente Macri y sostenida por miembros del poder legislativo y ejecutivo provincial.

La actividad minera a gran escala ha sido rechazada en la provincia desde el plebiscito de Esquel en el 2003 donde el 82% de la población le dijo NO a un proyecto de oro y plata a pocos kilómetros de la ciudad. La difusión e información acerca de las consecuencias de la megaminería se ha extendido a lo largo y ancho de la provincia. Sin embargo, desconociendo la falta de licencia social, existe una firme intención nacional de aprobar una zonificación para habilitar la explotación de minas de uranio, oro y plata en la provincia.

Desarrollándose actualmente la campaña electoral nacional, los partidos que tienen mayores posibilidades de ocupar la presidencia de la nación, consideran la minería como política de estado y aprueban la modalidad a gran escala sin medir las consecuencias ambientales, sociales y económicas de dicha actividad.

El gobierno nacional actual a través de su Ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, sigue insistiendo que Chubut debe habilitar la megaminería. Y en esa línea de pensamiento el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Angel Pichetto, en su visita a Chubut en el mes de julio afirmó que “Chubut es una provincia de una potencia extraordinaria; tiene recursos por regalías petrolíferas y tiene también otros recursos sin explotar” refiriéndose a la megaminería. Al ser cuestionada la actitud del gobierno de Macri trató de justificarlo, insistiendo que no existe una presión desde el ejecutivo nacional hacia el gobierno de Arcioni para comenzar la explotación de los proyectos en etapa más avanzada (particularmente el Proyecto Navidad en la meseta chubutense) debido a que la decisión es de competencia provincial desde la reforma constitucional de 1994. Sin embargo, dejó entrever que las reglas se pueden cambiar como ocurrió en Rio Negro donde una ley similar a la Ley Provincial Nro XVII – 68 fue derogada.

En el caso del candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, se reunió con dos gobernadoras (de las provincias de Catamarca y Santa Cruz) y empresarios mineros expresando su aprobación a la megaminería y desconociendo algunas consecuencias nefastas de proyectos como Bajo la Alumbrera, Veladero y Cerro Vanguardia. Fernández remarcó que la “única solución para el futuro de la Argentina es exportar” y pidió a los gobernadores y empresas que hagan un “esfuerzo conjunto” y “una tarea de educación para que la sociedad comprenda que la minería es una oportunidad”. Lo que no comprende Fernández es que la oposición a esta actividad extractiva exportadora no sustentable, surge del conocimiento profundo de los diferentes aspectos que involucra y de sus secuelas como se detalla en el Manual Hablemos de Megaminería (www.megaminaria.com.ar).

En este contexto, los vecinos siguen apostando a la información y difusión a través de una educación horizontal poniendo en marcha una nueva estrategia de concientización que se denomina: “Gane quien gane, que pierda la megaminería en todo Chubut”.