La muerte de Das Neves generó una crisis institucional que agudizó los ya existentes problemas económicos de la provincia. Los trabajadores estatales reclaman por paritarias y denuncian que el caos es intencional, mientras que medios y funcionarios ofrecen a la minería como solución mágica. La visita de Aranguren y el sugestivo encuentro del gobernador con Sica.
Fuente: “Chubut en crisis: alerta minera”, por Julieta Lucero y Fabricio Cardelli en Revista Cítrica
Son las ocho y cuarto de la noche, es domingo, es 10 de junio, hace frío y en Rawson, capital de Chubut, el gobernador está por hablar. Anunciaron que daría un comunicado por la TV pública provincial hace más de una hora y aún no sale. En cada punto de la provincia están pendientes del televisor, de la radio, de las redes sociales. Y se especula: ¿renuncia o abre paritarias?
En el Ministerio de Educación, que está tomado por docentes hace más de dos semanas, se camina por las paredes. Reclaman paritarias libres, el cumplimiento de la ley del transporte educativo gratuito, reformas edilicias, el fin de la precarización laboral y relacionan la grave inestabilidad socioeconómica de la provincia con algo más: “Esta crisis fue diseñada. ¿Y nos proponen minería pasa salir? No es no”, se lee en los carteles.
Afuera del ministerio también hay personas, pero no hay paredes: los docentes en lucha acompañan la toma con un acampe. El gobernador sigue sin hablar, y las maderas y el nylon de las carpas improvisadas que forman Villa Paritaria, como le pusieron al lugar, no aguantan ni el frío ni la ansiedad de la espera. Nada se sabe en Rawson de las veredas calefaccionadas sobre las que tanto se habla en Capital Federal.
Nada se escucha, nada se sabe, hasta que aparece el gobernador en pantalla. Parado, con una camisa celeste arremangada, sin corbata y con todo el gabinete –también parado– a sus espaldas, Mariano Arcioni, por fin, habla: “Tomé la decisión de abrir las paritarias a partir del lunes 18”. Les habla a todos los estatales, pero en particular a los trabajadores de la educación. Usa las palabras desarrollo, valores, transparencia, honestidad y alegría, y le pide a los docentes que en las próximas horas vuelvan a clase.
Los docentes dicen que no. Ven más allá del lunes 11, más allá del lunes 18. Los docentes responden que no alcanza, que para volver a las aulas quieren, primero, sentarse a negociar.
Entrar por la ventana
El gobernador Mario Das Neves (Chubut Somos Todos) murió el 31 de octubre del año pasado, justo después de las elecciones legislativas que ganó su candidato. Pero el candidato electo nunca asumió, porque Mariano Arcioni, además de candidato a diputado nacional, era el vicegobernador de la provincia.
La caída de la producción petrolera y sus regalías, la enorme deuda provincial, la inflación generalizada, la emergencia climática en Comodoro Rivadavia, la desaparición de Santiago Maldonado y la crisis institucional que dejó la muerte de Das Neves fueron la antesala para la llegada del nuevo gobernador: sin experiencia previa en gestión, Mariano Arcioni asumió el 1º de noviembre de 2017. Ese mismo mes firmó el Pacto Fiscal.
Con una tasa de desocupación del 12,5 por ciento para el distrito Trelew-Rawson, en la provincia del histórico “No a la Mina”, los diarios empezaban a hablar, otra vez, de la minería como una solución mágica. Das Neves se había distanciado del gobierno nacional por oponerse y Arcioni, que se había manifestado en contra durante la campaña a diputado, empezó a diluir sus declaraciones sobre la cuestión.
Veranito minero
El verano trajo la calma de las vacaciones y la preocupación de los comerciantes por la baja en las ventas. Trajo, también, las noticias del viaje del presidente Mauricio Macri a Europa.
La firma del memorando de entendimiento con una empresa rusa para la explotación de uranio en Chubut y una nueva reunión con PanamericanSilver para motorizar el Proyecto Navidad, ubicado en la meseta chubutense, molestaron en el norte de la Patagonia. Tres fueron los motivos: uno, según la Constitución Nacional, son las provincias las que tienen el dominio originario de sus recursos naturales, no Nación; dos, durante 2017 las asambleas ciudadanas y también el poder político se habían opuesto a la central nuclear en Río Negro y a su consecuente uso de uranio; tres, y fundamental, gracias a la movilización popular y la lucha ambiental de la Asamblea No a la Mina de Esquel, en 2003, se había prohibido la minería metalífera a cielo abierto y el uso de cianuro en el territorio provincial.
Macri firmó un acuerdo con una empresa rusa para la explotación de uranio en Chubut. Lo hizo sin importarle la Constitución ni lo que habían reclamado las asambleas de vecinos
Un mes después de la gira presidencial llegó a Chubut el entonces ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren. El hoy ex funcionario lideró la cumbre de Telsen, un encuentro que tenía como objetivo presentar a los intendentes de la meseta chubutense las ventajas del desarrollo de la actividad extractiva. Fue el 20 de febrero en el borde sur de la Meseta Somuncurá y se habló, entre otras cosas, del Proyecto Navidad, la reserva de plata sin explotar más grande del mundo.
“Desde el gobierno nacional no venimos a imponer nada, no queremos imponer nada, no debemos imponer; sólo queremos ayudar para que la sociedad y la dirigencia política puedan alcanzar un debate maduro sobre la explotación minera, porque la única manera de generar puestos de trabajo es con inversión y la minera es una”, dijo Aranguren. La ayuda sugerida suponía contribuir –presionar, señalaron diarios nacionales– para ir en contra de la ley. El encuentro fue en el gimnasio de Telsen. Se había anunciado como un debate abierto, pero parte de la prensa no pudo entrar. Afuera también se quedaron los manifestantes. Afuera, reprimieron.
Un día después, por temas que se suponían no relacionados, renunciaba el ministro de Economía de la provincia, Pablo Oca.
Corrupción, parte I
El fin del verano no fue tranquilo. El 5 de marzo empezaron las clases con paro docente. Al día siguiente, con ministro nuevo de Economía y manifestantes en la calle, la Legislatura provincial aprobó el Pacto Fiscal.
Pero la noticia que sacudió a todos llegó apenas unas horas después. El 7 de marzo Chubut amanecía con un allanamiento en la Casa de Gobierno y con la detención de funcionarios y empresarios, uno de ellos, el secretario privado de Das Neves, Diego Correa. Se los acusaba de “administración fraudulenta”. Entre otras cosas, se los señalaba por robar, a través de sobreprecios en facturas de agua mineral y colchones, el dinero de la emergencia climática destinado a los damnificados de Comodoro Rivadavia. Con los estatales reclamando la apertura de paritarias, la Justicia estimaba que entre funcionarios y privados se habían quedado con una suma millonaria.
Casi siempre palos
Las noticias de corrupción no fueron un estallido. Es que la necesidad de luchar para que la inflación no se coma el salario fue más fuerte. El gobierno no sólo no abrió paritarias, sino que además implementó el pago escalonado de los salarios. “¿No tienen ahorros para aguantar unos días?”, respondía el gobernador ante el reclamo por una medida que se mantiene aún hoy.
“No vinimos a imponer nada”, dijo el exministro Aranguren en una visita a Chubut. Pero después siguió: “La única manera de generar puestos de trabajo es con inversión y la minera es una”.
La respuesta de los gremios, con un ATE dividido a la cabeza, fue paro, manifestaciones y marchas, algunas que terminarían con la lógica de Telsen: gases lacrimógenos, golpes, a veces balas de goma y casi siempre palos. Incluso muerte. El 5 de abril, en medio de forcejeos y empujones en la puerta de la Casa de Gobierno, murió el comisario inspector Néstor Chávez. El secretario de Seguridad, Federico Massoni, señaló como culpables a los manifestantes. Sin embargo, la autopsia confirmó que fue producto de un “paro cardiorespiratorio no traumático” y que “no presentaba lesiones externas”.
La muerte de Chávez, la muerte de un trabajador estatal en medio de una manifestación de trabajadores estatales, fue un baldazo de agua fría. Causó tristeza y a la vez bronca, y elevó la intensidad del conflicto entre gremios y estado provincial. La voz de Arcioni seguía sin aparecer.
Corrupción, parte II
Mientras la lucha por paritarias avanzaba y el Gabinete provincial sufría constantes modificaciones, llegó a la provincia desde San Juan la Asociación Sindical del Personal Jerárquico, Profesional y Técnico de la Actividad Minera Argentina (Asijemin). Los dirigentes del gremio se instalaron en un hotel de Puerto Madryn, a 70 km del epicentro del reclamo salarial.
Con charlas abiertas que no lo fueron tanto, con reuniones en la meseta, en Trelew y Rawson, con la apertura de una bolsa de trabajo para un tipo de producción prohibida por ley, se buscó hacer pública una discusión que ya se estaba dando en privado. Pero el estado de crisis generalizada la frenó.
No sólo había paro y movilizaciones de trabajadores cada vez más pobres, sino que se venía otra oleada de noticias sobre funcionarios cada vez más ricos. El Caso Correa derivó en una segunda investigación, la Causa Revelación. Por el pago de coimas a cambio de adjudicar obra pública, el 22 de mayo cayeron presos reconocidos empresarios de la construcción, también el ex ministro coordinador de Gabinete, Víctor Hugo Cisterna, otro ex secretario privado de Das Neves, Gonzalo Carpintero, y el ex ministro de Economía. Se trataba de Pablo Oca, el mismo que había renunciado justo después de la cumbre de Telsen, de la visita de Aranguren, y unos días antes de la firma del Pacto Fiscal.
La provincia no sólo está en crisis por el paro de estatales, la caída del petróleo o la deuda provincial: también por dos casos de corrupción que derivaron en funcionarios y empresarios presos.
El nombre del gobernador muerto apareció en una de las declaraciones de los imputados, se acusó a Mario Das Neves de recibir coimas. El nombre del gobernador vivo también apareció, pero en una lista de supuestos sobresueldos. A esa altura, entre las dos causas, sumaban 19 los detenidos.
Hasta que habló
Tras 100 días de reclamo, 20 días de negociación, dos jornadas de paritarias y una noche más de gases lacrimógenos, el gobierno provincial acordó con la mayoría de los gremios, pero no con el sector mayoritario de los docentes. La última oferta fue del 12 por ciento de aumento, o sea, 1200 pesos, más cláusula gatillo trimestral. Los trabajadores, con el salario congelado hace más de un año, reclamaban al menos el 17 por ciento.
El diálogo, que se había abierto con dramatismo el domingo 10 de junio a la noche, se cerró. Tras el fracaso de la paritaria docente, y según declaraciones de funcionarios de menor rango, la semana que viene Arcioni firmaría un decreto con el aumento no aceptado.
Esta vez, en Villa Paritaria, donde todavía se puede leer aquel cartel de la crisis diseñada, no se enteraron ni de noche, ni por un anuncio oficial, ni de boca del gobernador. Es que estaba ocupado. Cerca de Nación y lejos de los docentes, Arcioni twitteaba: “Estamos convencidos de que el camino de la recuperación de la Argentina es el trabajo y la producción en las economías como la de Chubut”. En la foto se lo ve sentado junto a Dante Sica, el nuevo ministro de Producción de Macri. De esa cartera, precisamente, depende hace dos semanas la Secretaría de Minería de la Nación.