Una asamblea de vecinos de Sarmiento, Chubut, denuncia a petroleras y estancieros como causantes de la sequedad del lago de 53 mil hectáreas. También sostienen que el lago contiguo, el Musters, tiende a desaparecer.
Por Darío Aranda publicado en Página/12
Se puede caminar en un lago y no mojarse lo pies. Sucede en Chubut, donde desapareció un lago de 53.000 hectáreas. El sector político y empresario culpa al “clima y las pocas nevadas”. Los vecinos aportan otros factores: los grandes estancieros realizaron decenas de canales ilegales (hasta cuentan con lagunas privadas), las petroleras consumen agua sin ningún control y la millonaria familia Bulgheroni construyó un terraplén (también ilegal) en medio del río que llevaba agua al lago desaparecido. El panorama puede empeorar: el río Senguer y el lago Musters están en descenso. De allí toman agua 500 mil personas.
Sarmiento está ubicaba al sur de Chubut, en el camino entre la costa (Comodoro Rivadavia) y la Cordillera). Cuenta con 20 mil habitantes y es conocida como “la ciudad de los lagos”; así se llama uno de sus principales hoteles y lo recuerda la publicidad turística. Refiere a la cercanía a los lagos Musters y Colhue Huapi (“isla rojiza” en mapuzungun, idioma mapuche).
“Se trata de lo opuesto a un espejismo: el lago Colhue Huapi en lugar de aparecer en el horizonte, está desapareciendo. De continuar el actual proceso, el desierto irá desde Sarmiento hasta Comodoro Rivadavia”, advertía este diario, en el 2000, en un artículo de Carlos Rodríguez. Desde la Intendencia habían pedido ayuda a Nación por la grave situación. Nunca hubo respuesta (ni de la provincia ni del Ejecutivo nacional). Dieciséis años después, la pesadilla se hizo realidad: la gran masa de agua, de una superficie similar a 2,5 veces la Ciudad de Buenos Aires, ya no existe. Es sólo tierra agrietada y, viento mediante, nubes de polvo que llegan hasta Comodoro Rivadavia (más de 100 kilómetros).
En mayo pasado fue noticia nacional la aparición de un avión perdido en la década del 60. Encontrado por un poblador en el lecho del río seco. Noticieros porteños viajaron hasta Sarmiento para dar cuenta del hecho, pero no fue noticia el por qué se había secado el lago. Un vecino de Sarmiento lo comentó en Facebook, indignado. Otro vecino se sumó y aportó algunos datos de consumo de agua de petroleras. Un tercero comentó sobre los canales clandestinos de estancieros. Comenzaba a gestarse a la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el Agua de Sarmiento.
“Es increíble que desaparezca un lago y, más increíble aún, que todos hagan como que no pasó nada”, cuestionó Alex Kingma, miembro de la Asamblea de Vecinos. Apuntó a los funcionarios políticos y también a los medios de comunicación: “Es fácil echarle la culpa a la naturaleza, al cambio climático, y es probable que algo de eso haya, pero también está la mano del hombre y eso lo ocultan”.
El Colhue Huapi es parte de un sistema hídrico que comienza en la Cordillera, el lago Fontana y La Plata, continúa por el río Senguer y lago Musters, del que se desprende un brazo (llamado “falso Senguer” o Asher (“que da vida”, en idioma mapuche), que alimenta al lago Colhue Huapi. El sistema está encadenado. La bajante en el río Senguer repercute en el lago Musters, y al mismo tiempo en el Colhue Huapi.
Los vecinos lograron sobrevolar la cuenca alta del río y registraron imágenes de los grandes canales ilegales. Una decena de grandes estancias. Ariel Ñancucheo es productor agrícola familiar, ingeniero agrónomo y parte de la Asamblea. Explicó que se trata de estancias de entre 10.000 y 30.000 hectáreas, que toman agua del río para esparcirla en la meseta “sin ninguna lógica de riego”. Afirmó que inundan entre 500 y 3000 hectáreas por finca, creando mallines (humedales) donde no debiera haberlos.
También denuncian a la compañía Frutos de los Lagos (de la millonaria familia Bulgheroni, dueña de la petrolera Pan American Energy –PAE–). Dedicada a los vinos y cerezas, construyó un terraplén ilegal en el medio del río Asher. Las imágenes muestran cómo el terraplén divide al río, y direcciona la mayor parte del agua para Frutos de los Lagos y solo un hilo corre hacia el Colhue Huapi.
El Instituto Provincial del Agua (IPA) recién se reunió con los vecinos en septiembre pasado. Su presidente, Gerardo Bulacios, insistió en la versión oficial de la escasés de nevadas y lluvias. Y negó el efecto de las petroleras y canales de estancias. Los vecinos le propusieron acompañarlo hasta el terraplén de Bulgheroni (a pocas cuadras del centro de Sarmiento), pero el funcionario rechazó la propuesta. El intendente, Ricardo Britapaja, que gobierna desde hace más de veinte años, tampoco avanzó contra los grandes estancieros.
Carolina Nicolia, también vecina de Sarmiento, apuntó a la actividad petrolera. Resaltó la coincidencia de que a medida que la actividad se acercó a Sarmiento comenzaron los problemas con el agua. Las empresas que operan en la zona son Pan American Energy, YPF, Sipetrol y Cerro Negro. El río Senguer, antes de llegar al lago Múster, ingresa a Santa Cruz (se lo conoce como “el codo del Senguer”), donde operan petroleras y también extraen agua sin ningún control.
En el lago Musters nace un acueducto de 150 kilómetros de extensión. Un caño de gran diámetro ingresa hasta el lago y lleva agua hasta el sur de Chubut y norte de Santa Cruz (Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia, Rada Tilly), donde viven 500 mil personas. El acueducto atraviesa todas las zonas petroleras, donde no hay registro fehaciente del consumo de las empresas.
Alex Kingma confirmó que el lago Musters bajó dos metros su nivel y se retiró más de diez metros de la costa (en un solo año).
El gobierno provincial ya tomó medidas sobre el lago seco. Autorizó catorce perforaciones a empresas petroleras en el lecho del Colhue Huapi.