Concepción, Tucumán, Argentina – 01/08/07. Se trata de restos de concentrado que fueron enterrados hace ocho años en cercanías de Alpachiri (Concepción) tras una rotura del mineraloducto que atraviesa la zona. Si bien desde el Gobierno se asegura que se extrajo todo el material detectado hasta ahora, no pudieron confirmar que aún no permanezcan más desechos bajo tierra. Por esto, se harán nuevos análisis ante el temor de vecinos por el supuesto daño ambiental que estos enterramientos causaron.
Fuente: Primerafuente
Ocho años tuvieron que esperar los vecinos de Concepción para que sus reclamos se concreten. Ayer, por disposición de la Secretaría de Medio Ambiente provincial, personal de Minera Alumbrera extrajo el concentrado enterrado en las cercanías del dique Villa Lola, en Alpachiri, a 14 kilómetros de Concepción. Se trata de restos del material que se transporta a través del mineraloducto de la empresa sepultados en el lugar tras un derrame ocurrido, aparentemente, en 1999.
Durante la mañana de ayer, en el marco de un amplio operativo, se extrajeron a través de cuatro excavaciones unos 10 metros cúbicos de material (oficialmente se trata de roca molida y cobre) los que fueron transportados a través de un camión de la minera hacia su planta ubicada en Catamarca, a 400 kilómetros al noroeste de la capital provincial.
Participaron de las tareas el secretario de Medio Ambiente, Alfredo Montalván; el titular de la comisión del área de la Legislatura, Alejandro Sangenis, el director de Minería provincial, Juan Carlos Rongetti, referentes de organizaciones ambientales, vecinos de la zona y personal de Minera Alumbrera.
El procedimiento se cumplió luego de una serie de denuncias efectuadas contra la empresa tanto en la Justicia local como Federal por la supuesta contaminación de las tierras y del agua de la que se provee la población de Alpachiri y varios barrios de Concepción. Tal es así, que en septiembre del año pasado, un estudio realizado por la Comisión Nacional de Energía Atómica reveló que el agua de la plaza Abel Peirano, del barrio El Nevado (Concepción) contenía un 160 por ciento de mercurio, un porcentaje por arriba de los límites establecidos por el Código Alimentario Nacional para el agua potable.
Desde entonces, agrupaciones ambientalistas y vecinos sospechan que la presencia de estos elementos está vinculada a estos derrames producidos por roturas del mineraloducto de Minera Alumbrera.
Consultado por primerafuente, Rongetti aclaró que tras una serie de estudios, ayer se extrajo la cantidad total de material que se llegó a determinar que efectivamente estaba enterrada en la zona. “Esto no quiere decir que no quede más material bajo tierra. Sí, en cambio, se puede asegurar que se extrajo todo lo que se llegó a detectar tras las análisis de campo realizados”, explicó.
Paralelamente, el funcionario explicó que, a pedido de ambientalistas y vecinos, se tomaron nuevas muestras en diferentes puntos para nuevos estudios en cuanto a la posible presencia de más minerales provenientes del ducto que aún permanezcan bajo tierra. “Si se determina que aún queda más material enterrado, no hay dudas que se exigirá a la empresa que lo retire”, sostuvo el director de Minería. Minera Alumbrera mantiene una serie de denuncias en la Justicia por supuesta contaminación ambiental, muchas de estas vinculadas a sucesivas roturas del mineraloducto que une el yacimiento minero de la empresa con una planta de filtrado ubicada en Ranchillos, Tucumán. Este caso en cuestión, se vincula a una rotura sucedida aparentemente en 1999. Todo indica, según explicaron desde los diferentes sectores que ayer participaron del operativo, que la empresa, en vez de transportar el material derramado a su planta de origen, habría optado por enterrarlo en las cercanías del dique de Villa Lola ( a unos 60 metros) pese al temor y las denuncias de la población que teme por una aparente contaminación de la tierra y el agua del lugar.
El hecho que personal y vehículos (excavadoras y camiones) de Minera Alumbrera hayan participado, extraído y transportado el mineral desenterrado no hace más que confirmar las denuncias que se vienen realizando desde hace ocho años.