Una niña oriunda del departamento Andalgalá, provincia de Catamarca, de 13 años, falleció de una enfermedad extraña y poco común que vecinos y ambientalistas atribuyen a las actividades de la minera La Alumbrera.
10/02/2010. Los médicos informaron que la muerte se produjo a raíz de una enfermedad llamada Addison, también conocida como insuficiencia corticosuprarrenal primaria, “un estado general de languidez y debilidad, desfallecimiento en la acción del corazón, irritabilidad del estómago y un cambio peculiar en el color de la piel”.
“La enfermedad de Addison es relativamente poco frecuente, aproximadamente 110 casos por millón de habitantes”, indicaron.
La chica, que estuvo internada en un hospital de niños un mes, presentaba los síntomas: cambios en la presión arterial o en la frecuencia cardíaca, diarrea crónica y oscurecimiento de la piel, palidez, debilidad extrema, fatiga, pérdida del apetito, lesiones en la boca, en la parte interna de la mejilla (mucosa bucal), náuseas, vómitos y pérdida de peso.
La niña vivía en Vis Vis, departamento Andalgalá, a escasos 3 kilómetros del dique de colas de minera Alumbrera, denunciada por pobladores y organizaciones ambinetalistas por los efectos altamente contaminantes de su actividad extractiva.
Con este caso, ya suman tres los niños fallecidos con probabilidad a causa de la explotacion minera.
En 1996 la empresa contratista Techint, referente de la oligarquía nacional, colocó un mineraloducto que atraviesa por el medio el pueblo de Vis Vis.
Al año siguiente los animales de la gente comenzaron a morir y las denuncias al respecto se perdieron en la burocracia del poder juduicial catamarqueño.
Por entonces, una niña de 12 años había empezado a adelgazar y consumirse hasta que murió, sin que la familia recibiera una explicación sobre cuál pudo haber sido la causa de su muerte.
Hace ocho años, a otro niño, Diego Reales, le fue arrebatada la vida por un accidente a manos de una camioneta de La Alumbrera, que inmediatamente gestionó “compensaciones económicas” para evitar la denuncia de la familia.
Laurita Reales, la niña muerta ahora, asistía a una escuela con una matrícula de 57 chicos, donde aparece en el último film de Pino Solanas, “Tierra sublevada, oro impuro”.
Según aseguran los vecinos catamarqueños la minera y el gobierno se encargaron de “ir corriendo la gente del pueblo, y en septiembre de 2009 le cerraron la escuela”, dejando a su maestro (que también aparece en el documental) en disponibilidad.
“Ya en Vis Vis queda una sola familia… Les cortaron el paso a Belén, donde vendían su producción. Les contaminaron el agua, les rompieron sus fincas para pasar con el mineraloducto”,agregaron.