Se trata de Ernesto Repetur (foto), único imputado por la salvaje agresión que sufrió Mauro Velázquez, en julio de 2012. Con críticas al Fiscal y al Juez de Instrucción, la Cámara Segunda del Crimen revocó el procesamiento y dio por cierto que no se puede demostrar la participación en el ataque. En el fallo, incluso, se cuestiona a la propia víctima por interrumpir el paso de la camioneta de los agresores, en el marco de la movilización anti megaminería. ¿Otro caso camino a la impunidad?

 

Foto: escribano Ernesto Repetur

Fuente: ANB

Un año y dos meses después de la brutal agresión contra Mauro Velázquez, no hay procesados en la causa y el expediente parece encaminarse a la irresolución. El escribano Ernesto Repetur se benefició con un fallo de la Cámara Segunda del Crimen que revocó su procesamiento, dictado oportunamente por el Juez Martín Lozada.

El magistrado de Instrucción había dado por válidos los argumentos del Fiscal Eduardo Fernández, quien justificó que de diversos testimonios se desprende que Repetur sostuvo a la víctima, mientras Gustavo Ampuero le propinó la patada.

Ampuero se encuentra con pedido de captura, ya que se desconoce su paradero desde pocos días después de sucedido el hecho.

El 18 de julio de 2012, durante la movilización anti megaminería, Velázquez marchaba al frente de la columna, impidiendo el paso de vehículos que pudiesen poner en riesgo a los manifestantes.

De acuerdo a los testimonios del expediente de procesamiento, sobre calle Mitre, en la intersección con Pasaje Urquiza, una camioneta Toyota con tres ocupantes, intentó avanzar, provocando un golpe menor a una mujer que caminaba con un bebé en brazos. Velázquez intervino, se puso delante y le propinó un golpe al vehículo.

De la camioneta bajaron tres personas -Repetur, Ampuero y alguien no identificado-, dos de las cuales, con distintos grados de participación, agredieron al joven manifestante. Repetur arrojó una trompada que fue esquivada por la víctima; mientras que la patada propinada por Ampuero provocó gravísimas lesiones a Velázquez, quien debió ser sometido a intervenciones quirúrgicas y la reconstrucción del globo ocular, fracturado en varias partes.

Para el Juez Lozada -según el auto de procesamiento- Repetur sostuvo a la víctima, mientras recibía la patada. La figura elegida del procesamiento fue la de “coautor de lesiones graves”.

Ahora -con voto rector del Juez Héctor Leguizamón Pondal, y la adhesión de César Lanfranchi y Silvia Baquero Lazcano-, la Cámara Segunda del Crimen revocó el procesamiento de Repetur y cuestionó los testimonios de testigos tomados como relevantes por el Fiscal y la Instrucción.

La temerosa resolución del Tribunal, abre un cuestionamiento sobre la víctima: “Nada se explica o justifica sobre ‘el porqué habría intención de lesionar’ de Repetur. Sólo la afirmación aislada del Fiscal que la escuda en ‘el descender de su camioneta’ indicaba su intención de lesionar”.

Según Leguizamón Pondal “se omite merituar que Velázquez había interferido en la marcha normal del vehículo Toyota y golpeado el espejo de la misma, para luego aplicar una patada en la puerta derecha”. Incluso, el magistrado arriesga que el fallo de procesamiento “legitima en el silencio judicial el obrar de la víctima, como si su actitud de impedir el paso a terceros fuera absolutamente ingenuo y el dañar la camioneta en nada hubiera incidido en el descenso de Repetur”.

Leguizamón Pondal cuestiona a Velázquez porque aseguró que la marcha “era pacífica”. “Había que demostrarlo”, apuntó el Juez.

En los próximos días, además, surgirán complicaciones en el proceso, porque la querella de Velázquez analiza la posible irrupción de un testigo falso, que, en el expediente, daría crédito a los dichos del escribano acusado.

La estrategia del abogado de Repetur -Sebastián Arrondo- es cargar las tintas de la responsabilidad sobre el profugado Ampuero, en beneficio de su defendido: “No hay que ser (el Juez de la Corte Suprema, Eugenio) Zafaroni para darse cuenta que el responsable de las lesiones graves provocadas fue Gustavo Ampuero”, señala la apelación presentada en la causa, y a la que tuvo acceso ANB.

El abogado criticó la figura de “tentativa de agresión” elegida por el Juez Lozada para justificar el procesamiento.

La Cámara hizo propios los argumentos del abogado de Repetur y consideró que “resulta evidente que si bien el hecho existió, no lo fue en cabeza del imputado”, quien “nunca tuvo contacto físico con el agredido”, argumentó el Tribunal.