En una señal de desesperación en medio del derrumbe en los precios de las materias primas, las empresas mineras incursionan en negocios de bajos márgenes, a menudo dominados por los intermediarios del sector, en busca de nuevas fuentes de crecimiento.
Fuente: The Wall Street Journal
Rio Tinto PLC empezó a refinar el mineral de hierro de otras compañías. La brasileña Vale SA, el mayor productor mundial del commodity, comenzó a mezclar minerales para producir provisiones a la medida de los compradores. La carbonífera estadounidense Murray Energy Corp. lanzó en junio una división de corretaje.
Las mineras tratan de aliviar la presión financiera provocada por el desplome de los precios de las materias primas. Con los metales industriales y el carbón en niveles mínimos que no se habían registrado desde la crisis financiera, muchas compañías han perdido más de la mitad de su valor bursátil en los últimos 12 meses. Un exceso de oferta global y la debilidad de la demanda han desatado la ola de ventas en los mercados de futuros y las acciones mineras.
Anglo American PLC registró una pérdida de US$6.000 millones en el año que cerró el 30 de junio, comparado con una ganancia de US$100 millones en el ejercicio previo. “Todos tratan de hallar formas de exprimir lo que puedan”, dice Rick de los Reyes, quien ayuda a administrar un fondo de US$1.500 millones dedicado a metales y minería de T. Rowe Price. “Todos luchan para sobrevivir”.
La búsqueda de ingresos, por pequeños que sean, ilustra cómo los productores abordan su nueva realidad tras la explosión de la burbuja de los commodities impulsada por el acelerado crecimiento de China. También representa un reconocimiento tácito de que los precios de los bienes básicos probablemente seguirán bajos por un período prolongado, un desafío para las empresas que se endeudaron para comprar activos cuando los precios eran altos. Las cotizaciones del mineral de hierro han caído 22%, las del cobre 19% y las del níquel 31% en lo que va del año, mientras que las del carbón han descendido por lo menos 10%, dependiendo del tipo.
En el primer trimestre, camiones repletos de rocas grises con tonos azulados empezaron a recorrer Utah, en Estados Unidos, en dirección a la fundición de Rio Tinto, que tiene una chimenea casi de la altura del edificio Empire State de Nueva York. El mineral de cobre, sin embargo, no pertenece a Rio Tinto, sino a otros productores que le pagan al gigante minero para calentar las rocas a 1.300 grados centígrados para librar el cobre de sílice, hierro y azufre. “Es vital que sigamos abocados a recortar costos, aumentar nuestra productividad y lograr el máximo valor de nuestras operaciones”, dice Jean Sébastien Jacques, presidente ejecutivo del grupo de cobre y carbón de Rio Tinto.
Las mineras dejaron durante años la tarea de refinar, mezclar y transar metales a corredoras de commodities como Glencore PLC y Trafigura Beheer BV. Ahora, están invadiendo el territorio de las firmas de corretaje. Glencore y Trafigura no quisieron comentar.
La estrategia está llena de riesgos y las potenciales ganancias son escasas, dicen analistas e inversionistas. Estas actividades requieren de una gran cantidad de capital, los márgenes son ínfimos y una maniobra inoportuna puede producir pérdidas cuantiosas, indican.
Lucas Pipes, analista de minería y metales del banco de inversión FBR & Co., dice que es prudente que las mineras expandan su gama de operaciones, pero que los retornos de estas actividades son, en general, minúsculos. “Es algo común cuando estás en el fondo: uno pelea por los centavos”, observa.
Vale inauguró el año pasado una terminal de fundición de hierro en Malasia para atender de mejor forma a sus clientes asiáticos, dispuestos a pagar hasta US$3 más por tonelada de ese mineral mezclado, según los ejecutivos de la empresa. La decisión de Anglo American de transar por su cuenta metales del grupo del platino, como el paladio y el rodio además del platino, ha impulsado las ganancias de la división Anglo American Platinum en 2%, señala Andrew Hinkly, director de marketing de la subsidiaria.
“¿Influye mucho en los resultados? No”, manifiesta Tim Gramatovich, director de inversión de Peritus Asset Management, que administra activos del orden de los US$1.000 millones. “Provee algo de estabilidad a lo que están haciendo (…) pero la única forma en que se recuperarán es la oferta y la demanda”, advierte.
Murray Energy lanzó una filial de corretaje, Javelin Global Commodities Ltd., para ser una de las pioneras de los contratos con precios y volúmenes flexibles. Es un cambio radical para una compañía tradicional cuyo presidente ejecutivo alude a sus contratos como “matrimonios”. Murray compró la semana pasada sus primeras minas fuera de EE.UU. al banco de inversión Goldman Sachs Group Inc. con la idea de mezclar el carbón colombiano con el estadounidense para los compradores internacionales.
“Los productores no se pueden quedar de brazos cruzados y decir que no pueden realizar esta clase de acuerdos”, asevera Peter Bradley, presidente ejecutivo de Javelin y ex operador de commodities de Goldman Sachs.