Río Tinto destruyó cuevas prehistóricas habitadas hace 46.000 años en Australia Occidental y pidió perdón. El perdón no es impunidad, no debe serlo, pero a las empresas mineras no les importa. Son conscientes de que los daños que producen son irreparables y siempre, y por encima de todo, están y estarán sus ganancias.
La compañía minera Rio Tinto asumió su responsabilidad tras haber destruido el mes pasado unas cuevas prehistóricas habitadas por aborígenes hace 46.000 años en Australia Occidental.
En una entrevista con Radio Nacional, el jefe ejecutivo de la empresa, Chris Salisbury, dijo que “hubo un malentendido”, pero sin dar respuesta directa a la pregunta de si la empresa sabía que los dueños históricos de estas tierras no querían su destrucción.
Manifestó su pesar y que quería reparar relaciones con los dueños históricos, pero se negó a decir si se están considerando indemnizaciones.
El mes pasado el gigante angloaustraliano realizó trabajos con explosivos para ampliar su extracción de hierro en la región de Pilbara.
Los pueblos aborígenes Puutu Kunti Kurrama y Pinikura se enteraron de la detonación el 15 de mayo, 9 días después de que se llevara a cabo. Posteriormente manifestaron que con esa demolición “les destruyeron el alma”.
Salisbury, por su parte, dijo que “la compañía había logrado un entendimiento con el Comité de Tierras de Puutu Kunti Kurrama (PKK) sobre el futuro del sitio” y prometió averiguar qué ocurrió.
Este domingo Salisbury pidió perdón por los “sufrimientos causados” y subrayó que la relación con el PKK es muy importante para Rio Tinto.
Fuente: MDZ