El grupo Ecologistas en Acción ha resaltado este miércoles que después de trece años de “la catástrofe del vertido de Boliden en Aznalcóllar (Sevilla), la mina sigue generando episodios de contaminación de las aguas superficiales y subterráneas de difícil solución, ya que son inherentes al sistema de minería a cielo abierto, agravado porque la corta minera atraviesa un acuífero, al igual que la vecina mina de Cobre las Cruces, también en la provincia de Sevilla”.
Fuente: Europa Press
Sevilla, España, 27/04/2011. En este sentido, según ha señalado el colectivo ecologista en una nota, ha subrayado que “la insostenibilidad ambiental de la minería a cielo abierto, principal lección de lo ocurrido, no ha sido asumida y se han seguido autorizando minas a cielo abierto como la de Cobre Las Cruces a escasos kilómetros de Aznalcóllar”.
Por otro lado, indica que el impacto ecológico generado por la rotura de la balsa de la mina de Aznalcóllar “no tiene fin”, ya que la corta minera “ha seguido recibiendo residuos tóxicos en este periodo”. Al hilo de esto, ha apuntado que tras el vertido y por razones de urgencia “se decidió usar la corta de Aznalcóllar como depósito de los lodos contaminados esparcidos por la cuenca del Guadiamar”.
En este sentido, precisa que “se ha venido utilizando como vertedero de los residuos más peligrosos acumulados por Boliden en el entorno de la mina, en buena parte procedentes del polo químico de Huelva, provocando la subida del nivel de agua envenenada en la corta y poniendo en peligro el acuífero que la atraviesa”.
Por otro lado, asegura que “tampoco remite el peligro de contaminación de aguas superficiales que se produce debido a que la acumulación de miles de toneladas de residuos expuestos a la intemperie, generan por lixiviación y erosión, grandes cantidades de aguas contaminadas que en años lluviosos como los dos últimos, desbordan las zanjas perimetrales y acaban contaminando los arroyos de la zona que llegan al Guadiamar y a Doñana, provocando episodios de mortandad en peces”.
Es esta una de las demandas que Ecologistas en Acción presentará en breve a la Unesco a través de un informe que recopila los reiterados episodios de contaminación provocados en el área minera. “Los costes de minimizar todo este desastre correrán a cargo de la administración para siempre ya que la multinacional que lo provocó está en paradero desconocido y no ha pagado un euro de lo que lleva costado remediar a duras penas el desastre”, lamenta.
“DESATINO MONUMENTAL”
Para Ecologistas en Acción es “un desatino monumental caer de nuevo en la trampa de la minería a cielo abierto” –en referencia a Cobre Las Cruces, y, según subraya, “los hechos nos dan la razón, el acuífero se ha contaminado, se ha extraído mucha más agua de la autorizada y se han generado vertidos a los arroyos colindantes”.
El actual proyecto de la compañía Cobre Las Cruces (CLC), que cuenta con un complejo minero entre los términos de los municipios sevillanos de Guillena, Gerena y Salteras, “nada tiene que ver con el original y desde la Junta se han autorizado cambios inaceptables debido a una estrategia de hechos consumados que no se le aceptaría a un ciudadano particular”.
Ecologistas en Acción demanda que, “al menos”, se le exija a la multinacional canadiense, propietaria de la mina, cambios en el plan de restauración para asegurar el cobro de una fianza acorde al coste real en caso de que la empresa no la realice y después asegurar que el plan de restauración resulte definitivo, es decir, que “no sea necesario su mantenimiento en el tiempo, para lo cual se precisa exigir que todo el material extraído vuelva a la corta previo sellado del acuífero”.