Las comunidades de la provincia de Cotabambas demandan la revisión de los cinco procesos de modificación realizados al Estudio de Impacto Ambiental del proyecto minero, tres de ellos realizados sin consulta a la población. Mientras en la mesa de diálogo se continúa negociando, 300 camiones diarios pasan por una carretera sin asfaltar levantando una polvareda que afecta al agro, al ganado y a la salud de los niños. Para ellos no hay garantía de un cuidado ambiental, pues, en febrero de este año la presa de clarificación de la mina colapsó recién a dos meses de haberse construido. Ver video.
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Fuente: La Mula
La mina Las Bambas es un yacimiento que empieza a estimular una vez más un conflicto social que late en Apurímac entre las comunidades aledañas, la empresa china MMG y el estado peruano.
Y es que las comunidades de la provincia de Cotabambas demandan la revisión de los cinco procesos de modificación realizados al Estudio de Impacto Ambiental del proyecto minero, tres de ellos realizados sin consulta a la población.
Si bien la mesa de diálogo entre el Ejecutivo, autoridades locales y sociedad civil de la región sigue en funcionamiento, 300 camiones diarios pasan por una carretera sin pavimentar, levantando una polvareda que afecta la agricultura, al ganado y la salud de los cotabambinos.
Los ciudadanos de dicha región se quejan de las muertes de sus ganados y de la menor producción en sus cultivos como consecuencia de ese polvo.
Para ellos no hay garantía de un cuidado ambiental que debería presuponerse con la existencia de estudios de impacto ambiental, pues, recordemos que en febrero de este año la presa de clarificación de la mina colapsó recién a dos meses de haberse construido.
Temen además que los camiones cargados con mineral vuelquen, como ha ocurrido en Espinar.
Ellos quieren minería pero con respeto a las comunidades.