En Cocachacra diferentes manifestantes se han reunido tras escuchar el mensaje a la nación y se espera una reunión para este sábado de los dirigentes de la Macro Región Sur. Minutos después de que el presidente Ollanta Humala descartara la suspensión del proyecto minero Tía María, la empresa Southern Copper (Grupo México) emitió un comunicado en el que propone “una pausa” de 60 días del proyecto en el Valle del Tambo. 

 

Fuente: La Mula y Associated Press
Las protestas en Arequipa han reiniciado después de que el presidente Ollanta Humala descartara la suspensión del proyecto minero Tía María, pues tendría “efectos nefastos tanto jurídicos como económicos”.

Minutos después del mensaje a la Nación, diferentes manifestantes se han reunido en la plaza de armas de Arequipa y en Cocachacra para protestar por la decisión del mandatario sobre el proyecto impulsado por Southern Copper (Grupo México).

Tal como lo anunciaron ayer, los dirigentes de los gremios que impulsaron el paro regional de 72 horas e reunirán mañana sábado 15 de mayo con los dirigentes de la Macro Región Sur (Arequipa, Ayacucho, Moquegua y Puno) para evaluar si inician un paro regional indefinido, en apoyo a las protestas en el Valle de Tambo.

La represión de la policía con manifestantes en Cocachacra, con más de nueve mil habitantes y epicentro del conflicto, se produjo en las lomas de este valle agrícola donde jóvenes protegidos con escudos de madera, lanzaron con hondas cientos de piedras a los agentes. También arrojaron tres tubos rellenos de pólvora, conocidos como “cachorros”.

Al anochecer y el aire del valle quedó enrarecido por cientos de bombas lacrimógenas arrojadas por los policías.  A un kilómetro de distancia, el jefe de la policía peruana, general Jorge Flores, miraba el choque con binoculares rodeado de ocho camionetas policiales rurales y una escolta de cincuenta agentes.

“Queremos que la mina se vaya. No queremos negociación con el gobierno corrupto de Ollanta Humala que, por un poco de plata, quiere envenenar este valle que tiene tubérculos, frutas y arroz y donde vivíamos tranquilos hasta que vino esa minera mexicana y nos puso a policías y civiles en guerra”, dijo  la agricultora Rebeca Sánchez.

Las manifestaciones también se extendieron hasta Arequipa, la capital regional ubicada a 80 kilómetros, donde estudiantes universitarios y obreros de la construcción lanzaron adoquines, armaron barricadas y chocaron en las cuatro esquinas del centro de la ciudad con policías que los repelieron con perdigones y bombas lacrimógenas. La televisora local ATV mostró a un manifestante con el rostro salpicado de sangre tras ser impactado por una de estas bombas.

El gobierno envió unos 2.000 militares a la zona para resguardar instalaciones públicas mientras otros 2.000 agentes buscan restablecer el orden público. Expertos afirman que la cifra de uniformados emplazados es similar a las movilizaciones de fuerzas de seguridad durante la última guerra interna (1980-2000) entre el estado y Sendero Luminoso.

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Southern Copper propone “una pausa” del proyecto minero Tía María por 60 días

Óscar González Rocha, presidente de la empresa del Grupo México, asegura que este intervalo de 60 días servirá para presentar problemas y proponer soluciones.

Minutos después de que el presidente Ollanta Humala descartara la suspensión del proyecto minero Tía María, la empresa Southern Copper (Grupo México) emitió un comunicado en el que propone “una pausa” de 60 días del proyecto en el Valle del Tambo.

“…en el espíritu de recobrar el clima de convivencia pacífica que el país requiere, le solicitamos el tiempo y las facilidades necesarias para poder socializar el proyecto y despejar todas las dudas existentes en los próximos 60 días”.

El comunicado que es firmado por Óscar González Rocha, presidente de la Southern Copper, afirmó que este intervalo es necesario para presentar inquietudes, identificar soluciones y definir responsabilidades.

“La pausa de Southern no sirve, el Valle de Tambo pide la suspensión de Tía María”

Verónika Mendoza y Marco Arana señalan que el discurso presidencial muestra la dependencia del Estado peruano de la actividad minera.

Ollanta Humala habló, se hizo esperar y finalmente su mensaje sobre el proyecto Tía María no marcó la diferencia de declaraciones anteriores del oficialismo. El hecho de que el mandatario instara a la empresa Southern a que se manifestara y expresara su decisión hizo dudar a algunos sobre la institucionalidad democrática en el Perú.

No obstante que en las últimas horas, la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía, políticos y las sociedad civil coincidieran en que lo que debía hacer el gobierno era suspender el proyecto minero, Humala dijo que hacer eso podía ser un mal precedente.

“El presidente Humala nos ha dicho que él no puede hacer nada, que todo está en manos de tribunales internacionales, que nos pueden sancionar si se suspende el proyecto. De alguna manera se ha lavado las manos, ha rehuido responsabilidad y reconoce la debilidad institucional en la que está el Perú”, señaló la congresista Verónika Mendoza a LaMula.pe.

Para Mendoza, es peligroso que el presidente haga un llamado a una unidad en torno a un principio de autoridad del Estado, ¿se refiere a mayor represión? “Si él hubiera querido restituir el principio de la autoridad, él debió haber tomado al toro por las astas, en representación del Estado peruano, no del Partido Nacionalista, no de Southern, él pudo haber dado una solución: suspender el proyecto. La pausa que piden el presidente y la compañía no es suficiente, no es lo que se ha estado pidiendo, esto puede generar más protestas. Más allá de los argumentos jurídicos, está el estado de derecho y la vida humana”.

Otro tema que la congresista cusqueña advierte es que el discurso de Humala ha dado a entender que de la inversión minera depende el desarrollo del país. “Ha dicho que a partir de una supuesta política exitosa de una nueva minería –que no se ve en el Perú– es que se ha podido ejecutar los programas sociales, el desarrollo, ¿o sea el Estado peruano depende de la actividad minera? Eso es grave. Nadie niega que es un sector importante, pero que el Estado depende de ella es un mensaje grosero.

Por su parte, el líder de Tierra y Libertad, Marco Arana, indicó a LaMula.pe que el discurso del presidente Humala genera una gran decepción y vacío. “Un conflicto de ese tamaño necesitaba definiciones”, subraya.

“Lo que encontramos en el discurso –continúa– es que Ollanta Humala, al decir que la voz del pueblo es la voz de Dios, indicaría que se va a hacer una consulta y se va a respetar la decisión de la mayoría, pero por otro lado dice que Southern salga a comunicar, que no ha comunicado bien, y después dice que se va a actuar con toda energía contra los dirigentes. Está claro que van a continuar con la represión de la protesta. Lo que no está claro es cómo Southern va a reponer el problema. ¿Qué mensaje le ha dado a la población? Es impresionante la mediocridad del discurso, la falta de autoridad”.

Para Arana, el hecho de que Southern haya planteado posteriormente una pausa no es suficiente, y no para Tierra y Libertad, sino para los agricultores y pobladores del Valle de Tambo. “Ellos exigen la suspensión del proyecto, no una pausa”, anota.