Si los diputados no frenan el proyecto de ley sobre minería, los ngöbes bloquearán desde mañana en Chiriquí y la comarca. Los indígenas ngöbes anunciaron ayer una escalada de protestas en contra del nuevo proyecto de ley de reformas al Código Minero, presentado por diputados de Cambio Democrático.
Fuente: diario La Estrella
25/10/2011. El Suntracs y los indígenas se concentraron ayer ante la Asamblea Nacional en contra del proyecto minero.
Celio Guerra, presidente del Congreso Ngöbe Buglé, manifestó que mañana, miércoles, en Pueblo Nuevo y San Félix (en Chiriquí) se realizará un ‘precalentamiento’ donde se acordarán las movilizaciones y protestas en oposición a la propuesta minera.
Guerra indicó que luego las concentraciones se prolongarían a varios puntos de la comarca y seguirán hasta que se logre detener el proyecto.
La advertencia fue lanzada poco antes de que en el pleno, los diputados empezaran el debate del proyecto de ley minera. Pero la discusión solo llegó hasta la lectura, pues se declaró un receso hasta hoy.
El punto más polémico de esta propuesta de ley es que en Panamá no se prohibiría las concesiones mineras a gobiernos extranjeros.
‘La principal amenaza es que con esta reforma al Código Minero, las concesiones podrán ser vendidas a empresas extranjeras, convirtiéndose en dueños de sus preservas naturales y restos arqueológicos’, dijo el dirigente indígena.
Sostuvo que entre el 2004 y 2006 se otorgaron tres concesiones mineras de 36 mil hectáreas en la comarca.
Los ngöbes aseguran que tienen malas experiencias con las empresas mineras, ‘que les cierran sus vías de acceso y hacen un gobierno interno en sus poblaciones’.
‘GOBIERNO INCUMPLE ACUERDOS’
Los indígenas reclamaron por el incumplimiento del acuerdo firmado entre ellos y el gobierno, el 22 de febrero pasado, cuando el presidente Ricardo Martinelli aseguró que ‘le importaba un comino la minería’.
Incluso, esto se lo recordaron al mandatario en una carta que le enviaron recientemente.
DIVISIÓN EN LA COMARCA
Dentro de la comarca la minería genera profundas divisiones. Mientras unos se oponen a la entrega de concesiones, otros —representados por grupos ambientalistas— aprueban el proyecto con tal de recibir el 50% de lo que generen las concesiones.