La Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) reprochó el informe y análisis que el Grupo de Trabajo sobre derechos humanos y las empresas transnacionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentó ante el consejo de esta organización, al asegurar que es “condescendiente” y “solapa” las instancias de gobierno.
Fuente: Proceso
Mediante un comunicado, la red que agrupa a comunidades, organizaciones e interesados de los impactos ambientales y sociales de la minería denunció que el documento del organismo internacional -del pasado 8 de junio- no refleja las violaciones a derechos humanos que cometen las empresas, y por el contrario, minimiza las consecuencias negativas de estas actividades.
La REMA señaló que el estudio de los visitadores de la ONU, Pavel Sulyandziga y Dante Pesce, concluye que las causas de las violaciones a derechos humanos de los grupos empresariales parten de la falta de consulta, así como de la carencia de una armonización de leyes.
Por ello, deploró la escasez de crítica de la ONU a las actuaciones del gobierno mexicano y de los sectores empresariales y sentenció que el organismo “descendió al nivel del encubrimiento discursivo de funcionarios”.
Dijo: “Ciertamente, no esperábamos un informe fuerte y categórico que estuviera en congruencia con las gravísimas violaciones a los derechos humanos, pero sí nos sorprendió tal nivel de delicadeza diplomática y condescendiente, pasando por alto la represión, y olvidando a los desaparecidos y asesinados por las empresas y solapados por las instancias de gobierno”.
La organización acusó que el informe del organismo es “insultante” y “oneroso” y aseguró que éste demuestra la carencia de evaluación y su independencia:
“Ha dejado de ser una pequeña esperanza para los pueblos. Dedican más tiempo en citar buenas prácticas del legislativo y las virtudes de nuestra constitución”.
Finalmente, criticó que las mesas de diálogo que presuntamente se llevaron a cabo para la elaboración del informe -con sectores del gobierno, empresas, organizaciones de la sociedad civil y afectados en general- fueron espacios de “falso debate” porque en la aplicación no resultan en obligaciones legales.
También hizo un llamado para que los códigos y recomendaciones por parte de los observadores internacionales no sean voluntarios ni “subyuguen” a códigos éticos.
Subrayó: “Indigna que personas con el nivel de cobertura y medios a su alcance en vez de levantar la voz y brindar un pulso crítico y autónomo y fuerte de lo que constatan, sean temerosos y sumisos ante el nivel de violencia que vivimos y en su lugar elijan la retórica”.
En ese contexto, dijo REMA, “no nos extraña que el referido trabajo de la ONU haya sido invitado por el gobierno mexicano para hacer lo que hizo. Su informe es uno de los informes más frustrantes que hemos tenido a la mano: nada de minería, nada de fracking, de petróleo, del despojo de Atenco”, concluyó.
El pasado 8 de junio se presentó ante el consejo de las Naciones Unidas el “Informe del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de los derechos humanos y las empresas trasnacionales y otras empresas acerca de su misión a México”, cuyo propósito fue evaluar los esfuerzos para “prevenir y hacer frente a las consecuencias negativas de las actividades empresariales”.
El documento fue resultado de la visita que Pavel Sulyandziga y Dante Pesce realizaron a México del 29 de agosto al 7 de septiembre de 2016.