El río Sonora es uno de los cuerpos de agua más importantes de la entidad. Por eso, que en su caudal se derramaran 400 mil litros de sulfato de cobre resultó en una emergencia ecológica. Fue el 6 de agosto cuando de una mina propiedad de Grupo México que salió este líquido contaminado que terminó afectando a las personas que dependen del agua del río.
Fuente: 24 Horas
Al principio, la empresa argumentó que la fuga del sulfato de cobre fue por una lluvia atípica, lo cual sobrepaso la capacidad de su infraestructura, mientras que surgió la duda sobre el estado de la misma.
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Mientras la Secretaría de Medio ambiente Y Recursos Naturales comenzaba la investigación, en las localidades cercanas al río Sonora brotaron casos de enfermedades en la piel y gastrointestinales, muerte de fauna local y desabasto del líquido.
El caso sirvió para que las autoridades federales estrenaran la nueva Ley de Responsabilidad Ambiental que acababa de ser aprobada por el Congreso.
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Tras una investigación que desechó el argumento de Grupo México, las autoridades federales le impusieron sanciones históricas. Por un lado estaba la multa de 40 millones de pesos y por otro, la reparación de daños.
Es así que Grupo México se vio obligado a aportar dos mil millones para la creación de un fideicomiso, dinero que se usó para el saneamiento del río, la atención médica a quienes tuvieron contacto con los contaminantes y suministro de agua potable.
La emergencia se levantó el 20 de noviembre, aunque seguirá el monitoreo de aguas.
