Para supervisar que la empresa minera Buenavista del Cobre esté cumpliendo las medidas ordenadas por el derrame tóxico a los ríos Bacanuchi y Sonora, el titular de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez, realizó un recorrido a pie y un sobrevuelo en la zona. Por otra parte, biólolo alerta que más de 30 especies acuáticas, entre ellas el catán, el bagre y la mojarra, así como garzas, patos y correcaminos, podrían sufrir daños.

Fuentes: Reforma y Milenio

En un comunicado, la dependencia indicó que durante el trayecto con autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se identificaron filtraciones en el represo construido de manera provisional para contener el vertimiento del químico, situación que fue informada por éstos en una reunión de evaluación posterior a los directivos de la firma.

Aves y peces serían afectados por derrame
Arcadio Valdez González dijo que más de 30 especies acuáticas, entre ellas el catán, el bagre y la mojarra, así como garzas, patos y correcaminos, podrían sufrir daños.

Más de 30 especies acuáticas y un número similar de aves estarían siendo afectadas a causa del derrame de crudo en el cauce del río San Juan, consideró el biólogo Arcadio Valdez González.

El especialista en ecología acuática, con más de 30 años de experiencia práctica y docente, lamentó el ecocidio que está teniendo lugar en el oriente del estado.

“Es un conflicto que hay que contener a la brevedad posible, y me da mucho gusto ver que se esté trabajando en ello. En las imágenes de hoy en la mañana (viernes) se ve una gran cantidad de trabajadores (efectuando labores de remediación)”, expresó.

El especialista dijo que espera una investigación efectiva por parte de las autoridades, las cuales, a su vez y por ningún motivo, deben minimizar el hecho.

“Quien lo causó lo sabe. Ahora, decir que no pasa nada, eso es lo grave, el tratar de esconderlo”, enfatizó.

Valdez González indicó que un derrame de combustible como el ocurrido en Cadereyta puede afectar en forma grave a especies de peces como el catán, el bagre, la mojarra y otros que habitan en la superficie.

El daño se extiende a mamíferos y aves, principalmente la garza, el pato, el ganso, el codorniz y el correcaminos, entre otros.

“Destrucción de especies acuáticas, de especies migratorias, de especies nativas que, por su naturaleza, viven en la orilla del agua o en la superficie”, detalló.

Aunque la regeneración total de esa zona puede tardar años, es necesario continuar con los esfuerzos de remediación, con el fin de contrarrestar los daños.

“Extraer toda la vegetación cubierta (por el combustible). Las aves que están embarradas con petróleo se deben de rescatar: lavarlas, quitarles todo ese petróleo a la brevedad posible”, reiteró el biólogo.

En la región, comentó, con el paso de los años han desaparecido ya algunas especies acuáticas, debido a la contaminación de ríos y arroyos y a la propia urbanización, aunque la principal causa, la más clara, es que no sabemos convivir con la naturaleza.

“Nuestra sociedad tiene una apatía y una falta de reacción ante este tipo de eventos sociales y ambientales”, concluyó Valdez González.