El domingo por la mañana la minera Proyecto Magistral, ubicada en el municipio El Oro, en Durango, derramó 2 mil metros cúbicos de solución cianurada al arroyo La Cruz. El exceso de lluvias provocó que la presa de jales donde se encontraba este líquido se derramara. Ordena la Profepa cinco medidas de urgente aplicación en el municipio El Oro.

Fuente: La Jornada

En el municipio El Oro, Durango, ocurrió otra emergencia ambiental en una mina, ya que la presa de jales de la empresa Proyecto Magistral derramó alrededor de 2 mil metros cúbicos de agua con cianuro al arroyo La Cruz, informó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Apenas el jueves pasado de la mina Cananea del Grupo México, en la localidad del mismo nombre en Sonora, escaparon 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico, lo que ocasionó contaminación en seis municipios, ya que ese líquido se desbordó de las presas de jales y autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) determinaron la suspensión de extracción de agua de pozos de la cuenca del río Sonora.

El derrame en El Oro ocurrió el domingo por la mañana, luego de que durante toda la noche llovió lo que provocó que la presa de jales –depósito al aire libre donde se disponen las aguas residuales que se utilizan en el proceso minero– se sobresaturó y derramó parte de esta solución tóxica, la cual corrió por la tierra hasta llegar al arroyo La Cruz que a su vez se conecta al río Magistral. Tanto el arroyo como el río son áreas donde los animales, principalmente el ganado bovino, acude a beber agua.

Los pobladores del ejido Magistral reportaron la muerte de dos vacas que aseguran acudieron a beber agua al arroyo y minutos después murieron. Hasta el momento no se tiene más reportes de animales que hayan muerto por esta misma razón.

En un comunicado la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) explicó que al seguir el escurrimiento su cauce se incorporó al arroyo La Cruz, que se conecta con el arroyo Magistral, y afectó 400 metros cuadrados de suelo natural.

La delegación de la Profepa acudió a la zona y ordenó cinco medidas de urgente aplicación para la reparación de los daños ambientales, además de iniciar el procedimiento administrativo correspondiente contra la empresa. Entre las medidas ordenadas están realizar la caracterización de los jales y agua cianurada depositados en su actual presa de jales; colocar una geomembrana en todo el perímetro que abarca la presa de jales actual para prevenir que el agua cianurada tenga contacto con el suelo natural. También tendrá que levantar la cortina contenedora de la presa de jales hasta una altura de 3 metros, así como utilizar la galería de inspección y presa de demasías únicamente como drenaje pluvial.

La empresa, que luego de 40 años comenzó a operar a finales de 2013, deberá presentar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales un proyecto de modificación de su proceso y la presa de jales, y ante la Profepa una propuesta técnica con acciones adicionales a las medidas impuestas para disminuir el nivel de agua de la presa de jales.

El cianuro es un elemento cancerígeno, que en la naturaleza es persistente y tarda años en eliminarse, explicó Sinaí Guevara, coordinadora de la campaña de Tóxicos de Greenpeace.

En tanto, el ácido sulfúrico que se vertió al río Sonora, de acuerdo con reportes de Conagua, estaba mezclado con otros componentes como fierro, cadmio y aluminio, compuestos persistentes que tardan años en desaparecer, añadió. La población lleva varios días expuesta a estas sustancias, señaló.

Una vez más, dijo, se paga por contaminar y se habla de que habrá remedio, pero será superficial, y las multas por muy altas que sean no van a pagar el daño que esta contaminación va a dejar a las comunidades. Esto también evidencia la falta de transparencia, ya que hay diferentes versiones sobre la eficacia con que se actuó”.