Cinco organizaciones ambientalistas de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, más una alemana, se reunieron para intercambiar experiencias y unir esfuerzos contra proyectos de extracción de materias primas que afectan el medio ambiente. Las organizaciones ambientalistas expusieron la destrucción de bosques, la falta de acceso al agua, la pobreza y el asesinato de defensores del medio ambiente.
Fuente: TeleSur
El encuentro se realizó durante el foro regional titulado “Impactos y Desafíos de la Minería Metálica en América Central”, que finaliza este viernes en Managua, Nicaragua.
Las organizaciones se enfocaron en coordinar la “defensa de nuestros territorios, sobre todo aquellos que se encuentran en concesiones por la industria minera y en los que hemos identificado violaciones a los derechos humanos”, explicó la oficial de Minería del nicaragüense Centro Humboldt, Heizel Tórrez.
Los ambientalistas resaltaron que el aporte de 1 por ciento de la industria minera al Producto Interno Bruto (PIB) regional no se equipara a los cuantiosos efectos negativos de la extracción al medio ambiente.
Las organizaciones indicaron que los Gobiernos de estos cuatro países centroamericanos han otorgado 1.118 concesiones para extracción minera. En Guatemala y Honduras esta práctica abarca el 30 por ciento de su territorio.
A la reunión en Managua también asistieron la organización no gubernamental alemana Iniciativa Cristiana Romero y líderes comunitarios de cada país.
Casos puntuales
La minería desestabilizó a las comunidades de terrenos donde hubo concesiones antes del 29 de marzo, cuando el Congreso de ese país aprobó una ley que prohíbe la extracción de minerales, indicó la Asociación para el Desarrollo de El Salvador (Cripdes).
En Guatemala existen problemas de acceso al agua debido a las concesiones mineras, así como de monocultivos e hidroeléctricas, refirió el Colectivo Madre Selva de ese país.
Las muertes en Honduras ascienden a 123 en los últimos ocho años por conflictos relacionados a la defensa del medio ambiente. Para el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ) los asesinatos son el reflejo de “una nueva guerra de baja intensidad”. Este país fue escenario del asesinato de Berta Cáceres, reconocida ambientalista, cuyo caso conmocionó al mundo.
La pérdida de bosques y la pobreza extrema en zonas donde se realizan extracciones mineras son los principales problemas denunciados por los ambientalistas de Nicaragua.