Decenas de salvadoreños protestaron hoy frente a las oficinas del Banco Mundial en San Salvador contra la minera canadiense Pacific Rim, por su demanda contra El Salvador.
Fuente: Prensa Latina
Asimismo, representantes de más de 300 organizaciones sociales, con millones de miembros en el planeta, manifestaron su apoyo a esta nación centroamericana en su batalla legal contra dicha compañía, ante un tribunal del Banco Mundial, en Washington.
Pacific Rim reclama 301 millones de dólares a El Salvador en compensación por las labores de exploración para determinar el porcentaje de yacimientos de oro y plata con los que cuenta el país en la zona nororiental, además, exige que el gobierno salvadoreño ceda un permiso de explotación minera para lucrarse de su actividad.
La transnacional presentó la demanda en 2009 bajo el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y la República Dominicana, la cual fue rechazada por falta de jurisdicción.
Sin embargo, se le permitió seguir su exigencia contra el país luego de la enmienda de una ley de inversiones por la Asamblea Legislativa. Sobre esa base la demanda continúa ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi), institución del Banco Mundial.
Los manifestantes presentaron una carta al presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, con la que exigen una evaluación de la demanda contra El Salvador.
Además, solicitaron que la institución financiera se desligue del Ciadi en el arbitraje internacional “que atenta contra el bienestar común de la población afectada por la minería metálica”.
“Nos dirigimos a usted en solidaridad con las comunidades de El Salvador que se han organizado a través de procesos democráticos para evitar un proyecto de extracción de oro con lixiviación de cianuro debido al riesgo, debidamente fundamentado, de contaminación del medio ambiente”, señaló la misiva.
Según estudios del propio Banco Mundial, el 90 por ciento del agua de El Salvador está contaminada y el 20 por ciento de su población rural carece del líquido.
Los representantes de las organizaciones argumentaron que si el Banco tiene como mandato ayudar a eliminar la pobreza y el crecimiento económico de los Estados y naciones empobrecidas, es incongruente que apoye a Pacific Rim.
En 2009, el entonces presidente Antonio Saca (2004-2009), declaró abiertamente que no otorgaría los permisos de explotación minera a dicha empresa, y que preferiría enfrentarse a un arbitraje y sus consecuencias a avalar sus operaciones.
Diversas fuentes indican que más del 80 por ciento de las compañías inversoras en el sector de la minería metálica en Latinoamérica son de Canadá, que se asentaron en los recientes 20 años, cuando gobiernos neoliberales de la región le dieron entrada libre a la inversión extranjera en medio de procesos privatizadores.