Luego de 30 meses de negociar sin éxito el contrato de explotación del yacimiento de oro, Fruta del Norte, en Zamora, la canadiense Kinross deberá iniciar una nueva negociación para recuperar las inversiones realizadas en el proyecto.

 

Fuente: El Comercio

 

La firma minera anunció hace dos semanas que abandonará Fruta del Norte luego de no llegar a un acuerdo con el Gobierno para explotar el yacimiento, básicamente debido a las nuevas normas tributarias aplicadas al sector minero.

Mediante un correo electrónico, Kinross señaló a este Diario que recién está iniciando conversaciones con el Gobierno para que se reconozcan sus inversiones en Fruta del Norte, luego de haber comunicado su retiro del proyecto. Explicó que “existen muchos temas que se deben organizar, y este es uno de ellos (el reconocimiento de sus inversiones, ndlr)”. Y añadió: “Nuestro objetivo es fomentar un proceso de buena fe que respete y proteja los intereses de ambas partes”. La firma señaló que ha invertido unos USD 300 millones en sus proyectos de exploración en Ecuador desde que adquirió una minera de menor tamaño, Aurelian, el 30 de septiembre del 2008.

Producto de esta adquisición, valorada en USD 960 millones por el 80% de las acciones de Aurelian, pasaron a poder de Kinross 39 concesiones mineras. De ellas, cinco fueron revertidas al Estado y 34 quedaron en su poder, entre ellas, la Zarza, donde está Fruta del Norte.

La mayoría de las inversiones realizadas por la compañía se ha destinado a trabajos de exploración y a una serie de estudios técnicos, a cargo de firmas de asesoría nacional y extranjera. También ha hecho inversiones en estudios ambientales en la zona donde opera, donde también se han canalizado recursos para su plan de relaciones comunitarias. Otras inversiones están en el campamento para el personal de exploración, con capacidad para 400 empleados. La mayor inversión se hizo entre el 2010 y el 2011 y se hizo en concordancia con compromisos que había asumido la compañía con el Estado en la fase de exploración. La firma no se pronunció sobre el futuro que tendrán las otras concesiones mineras que aún mantiene en el país o si también entrarán en negociación con el Estado.

La empresa necesita recuperar esos recursos y para mejorar su situación financiera, luego de que la no explotación de Fruta del Norte le ha significado una pérdida de USD 700 millones. Una negociación compleja El ministro de Recursos No Renovables, Pedro Merizalde, dijo en días pasados que este caso se resolverá en apego a la Ley de Minería. Pero este marco legal tiene vacíos sobre el procedimiento que se debe seguir cuando una empresa minera abandona su concesión.

Lo mismo ocurre a la hora de reconocer indemnizaciones por esta razón o cuando hay una reversión de áreas mineras por no firmar los contratos de explotación. Ante esta serie de interrogantes y el futuro de las inversiones realizadas, Kinross dijo que el articulado de la Ley no es claro, pero que “existe una disposición que establece que, al extinguirse los derechos mineros, el concesionario no pierde la propiedad de los edificios, facilidades, y otros artículos de trabajo”.

El director de la publicación económica Análisis Semanal, Walter Spurrier, dijo que no existe una experiencia clara en el país en este tipo de casos. Tampoco sabe si el Gobierno reconocerá las inversiones de Kinross o si la empresa simplemente deberá salir sin derecho a indemnización.

El analista explicó que en la negociación del contrato, el Gobierno logró que Kinross aceptara el ajuste soberano que implica que el Estado gane no menos del 52% de la renta minera. Por el otro lado, el Gobierno aceptó que el Impuesto a las Ganancias Extraordinarias se recaudara luego de que la empresa haya recuperado sus inversiones. Pero, según Spurrier, Kinross argumentó que este impuesto debía cobrarse sobre los ingresos adicionales netos y no brutos, como finalmente quedó la reforma minera.

La empresa dijo que para el cálculo del impuesto por los ingresos extraordinarios, a esos ingresos adicionales que se presentan en épocas de altos precios también había que restar los costos adicionales que afronta la compañía cuando suben los precios del oro. Esto no fue acogido por el Gobierno y la empresa decidió abandonar el mayor proyecto aurífero en el país, con reservas por 6,8 millones de onzas de oro (USD 10 000 millones).

La cronología 2000 – 2007

Aurelian obtuvo la concesión Yantzatza donde desarrolla el proyecto Fruta del Norte, donde descubrió una reserva de 6,8 millones de onzas de oro. Abril del 2008 La Asamblea Constituyente aprobó el Mandato Minero y detuvo la exploración en el país. Aurelian despidió a 300 empleados. 2008 – 2009 La canadiense Kinross compró el 80,8% de Aurelian y tomó a cargo el proyecto Fruta del Norte, por USD 960 millones.

En el 2009 reinició su operación. 2011 – 2012 Kinross llevó a cabo el proceso de negociación del contrato para explotar Fruta del Norte. 10 de junio del 2013 La canadiense anunció que abandonará Fruta del Norte tras no cerrar la negociación de su contrato.

El impuesto minero de la discordia El Impuesto a las Ganancias Extraordinarias se recauda cuando un mineral explotado (oro, plata o cobre) sube por sobre el precio fijado en el contrato. El valor extra por el alza del precio del metal se reparte: 70% al Estado y 30% a la empresa. Kinross pidió que se recaude luego de recuperada la inversión y que se descuente primero el alza de los costos de producción. La primera aceptó el Gobierno. La segunda, no.