El pasado lunes 15 de septiembre del año 2014, se realizó en Caramanta (Suroeste de Antioquia, Colombia), un evento denominado “Diálogos para una minería bien hecha”, convocado por el Departamento de Minería Empresarial del Ministerio de Minas y Energía (Colombia), con la misión de “formular y adoptar POLÍTICAS dirigidas al aprovechamiento sostenible de los recursos mineros y energéticos, para contribuir al desarrollo económico y social del país ” y además para el contribuir al “mejoramiento de la imagen y percepción de la industria minera para facilitar la puesta en marcha de los proyectos mineros en el territorio nacional”.
Por Defensores de la Madre Tierra – Comité Zonal de Alegrías – Asociación Agropecuaria de Caramanta (ASAP)- Cinturón Occidental Ambiental (COA)
Al encuentro asistieron algunas personas de la cabecera municipal simpatizantes de la minería en el municipio, algunas personas de la comunidad organizada que fueron convocadas a últimas horas, numeroso personal de las empresas mineras locales y regionales, numeroso personal de la administración municipal y otro tanto del Ministerio de Minas. El evento comenzó entonces tardíamente a las 9:20 am cuando estaba convocado para las 8:00 am. El evento estuvo a cargo en gran medida de una persona invitada por los organizadores, el señor Alberto Rojas, un experto ingeniero de la gran minería de oro en Chile, quien tenía la misión precisa de convencer a los asistentes de que el uso del cianuro para gran minería aurífera es segura y que no representa riesgo significativo, puesto que este elemento químico se encuentra inclusive naturalmente en los cogollos de algunas plantas, en las almendras y en otros alimentos.
El experto recalca en su extendida charla, que “no se sabe si en Caramanta habría proyecto minero, puesto que encontrar el oro es como encontrar una aguja en un pajar”. Además reitera “la necesidad de la humanidad por la minería, la cual es fundamental para las vidas actuales de las comunidades”. Explica además que “así como en Chile ha crecido la economía de cuenta de la minería, Colombia también lo debería hacer y no oponerse al desarrollo”.
Pasadas 2 horas de monólogo monótono e incomprensible para las personas de la comunidad, dado su lenguaje
altamente técnico y científico, comenzó entonces una ronda de preguntas provenientes del público, a las cuales el expositor se tomaba otros 10 ó 15 minutos para responder o ampliar su discurso. Lo que vale la pena informar es que las preguntas de los miembros de las mismas empresas mineras y del mismo Ministerio de Minas, estaban estratégicamente formuladas para que el expositor o los otros miembros del Ministerio ampliaran la información sobre la conveniencia de un proyecto minero, para la economía, el ambiente, la responsabilidad social, entre otras.
Inclusive hubo un funcionario de una de las empresas mineras que dijo que era gracioso ver cómo los campesinos
tenían que llevar aguacates a las ciudades y venderlos por muy poco dinero o nada, despreciando la economía
campesina y burlándose del abandono estatal a los campesinos y de la falta de políticas que defiendan los intereses de quienes producen los alimentos que nutren a los campos y las ciudades.
Cuando alguna persona de la comunidad organizada intervenía o preguntaba cosas muy puntuales sobre la
inconveniencia de estos proyectos de gran minería, se cortaba la intervención y se daba vueltas a la pregunta sobre otros asuntos que escapaba a los objetivos de la misma sin dar respuesta satisfactoria. Inclusive cuando otros miembros de la comunidad organizada quisieron aportar sus comentarios, se coartó el uso de la palabra de otras tres personas que previamente habían levantado la mano para hablar, pero que mejor se le concedió la palabra a los mismos funcionarios del Ministerio que se extendieron otros 20 minutos, dando así por terminado el evento y argumentando que el encuentro era hasta las 12m y eran las 12:30pm y que tenían que viajar hasta muy lejos y que no había tiempo para más.
De esta manera los tales “Diálogos” no son más que un monólogo y una burla a las comunidades campesinas, que
defendemos nuestro territorio de este tipo de intervenciones como la gran minería, la cual la consideramos innecesaria y más bien lesiva para las comunidades campesinas:
Es lesiva para las economías campesinas pues la minería le quita agricultores al campo (los cuales estamos en
extinción), porque se expropia las fincas a los campesinos ubicados en títulos en donde se hagan los proyectos mineros expulsándolos a las ciudades y violando el derecho a la tierra, al trabajo y a la vida misma.
Es lesiva para el ambiente porque el mero cambio en el uso del suelo de economías campesinas a proyectos de mega
minería está considerado por los mismos científicos como un aspecto que contribuye negativamente al cambio
climático y al calentamiento global; es lesiva para el agua porque la toman limpias en grandísimas cantidades y las devuelven al ambiente con metales pesados y otros contaminantes, además que las arrebatan por las mismas vías legales a las comunidades que las han usado por decenas de generaciones; es lesiva para la biodiversidad porque elimina el bosque nativo que crece en relación directa con animales, insectos y mamíferos, convirtiéndolo en plantaciones o monocultivos de pino o eucalipto los cuales son introducidos de otros países.
Es lesiva para la cultura campesina e indígena, patrimonio inmaterial de la humanidad, porque cambian las
costumbres de los pobladores, pues pueblo de mina es pueblo de codicia y la codicia no lleva sino a vicios,
enfermedades, pobreza y miseria.
Es lesiva para la participación ciudadana y popular porque crean espacios que se supone son para la participación y son más bien para la imposición de sus intereses y codicias, siendo en últimas el dúo Gobierno – Empresa los que diseñan las políticas excluyendo a las comunidades.
Es lesiva porque por medio de mentiras, quieren convencer a un pueblo acallado por la pobreza, el desempleo rural y
urbano, la violencia y el abandono estatal, de que la única opción para el desarrollo es la gran minería de oro.
Si encontrar el oro es como encontrar una aguja en un pajar, las multinacionales mineras tienen los aparatos para encontrarlo y convertirlo en un gran negocio que sólo contribuye al desarrollo de las economías de sus países de origen, pues será allí donde se guardarán los miles de lingotes de oro, en bancos internacionales, y no para tecnología como lo quieren hacer creer, pues ésta sólo consume el 4% del oro extraído en el mundo.
Chile tiene un 70% de su territorio sobre un gran desierto en donde son factibles ambientalmente las explotaciones de oro a gran escala y a cielo abierto. Además Chile ha decidido acabar su economía campesina en menos de 25 años. Colombia es el país más megadiverso por unidad de área, tenemos todos los climas, pisos térmicos, gran diversidad de culturas amenazadas de extinción y gran abundancia de aguas dulces subterráneas y superficiales, lo cual Chile no tiene.
Y entre otras cosas… Si no se sabe si habrá proyecto minero en Caramanta, entonces por qué vienen a hablar del
“uso responsable del cianuro”, el cual sólo se usa en la fase de explotación?. – Y sí, todos usamos productos de la minería. La de los materiales de construcción, carbón, petróleo, otros minerales. Pero no necesitamos mega
proyectos mineros de oro, pues solo benefician a unos pocos. El oro que algunos usamos es el 4% y para extraerlo no se requieren megaproyectos. El restante 96% ES PARA GUARDARLO EN BANCOS INTERNACIONALES.
NO A LA MINERÍA DEL ORO EN CARAMANTA Y EL SUROESTE… NUNCA LA HEMOS NECESITADO
“LA TIERRA TIENE LO SUFIENCIENTE PARA SATISFACER LAS NECESIDADES DE TODOS…
…PERO NO LAS AMBICIONES DE UNOS CUANTOS” MAHATMA GANDHI
DEFENSORES DE LA MADRE TIERRA – COMITÉ ZONAL DE ALEGRÍAS
ASOCIACIÓN AGROPECUARIA DE CARAMANTA (ASAP) – CINTURÓN OCCIDENTAL AMBIENTAL (COA).