Lago Lleu Lleu, Arauco, Chile – 12/04/07. Oposición de comunidades mapuche habría frenado el polémico proyecto minero que Manto Rojo pretendía desarrollar en el lago Lleu Lleu, provincia de Arauco. Proyecto, que estaba en una etapa muy preliminar, buscaba extraer minerales como el escandio, que se usa en la industria espacial. Empresario Jaime Troncoso advirtió que insistirá con la iniciativa.
Fuente: AZKINTUWE

Comunidad Rucañanco, Lago Lleu Lleu. El miércoles 20 de julio de 2005 una comitiva de cuatro vehículos encabezada por el entonces gobernador de Arauco, Néstor Matamala Peña, fue detenida por 15 encapuchados, lo que obligó a que se refugiaran en una sede del sector, mientras impávidos veían cómo los manifestantes protestaban y gritaban “fuera la minera del Lleu Lleu”. El hecho ocurrió en la comunidad Juana Millahual, en el sector de Rucañanco, a 30 kilómetros de Contulmo, una de las 10 comunidades del Lleu Lleu bajo cuyo suelo se pretendía extraer escandio, rutilio y vanadio, entre otros minerales llamados “tierras raras”, parte de un proyecto de la empresa Manto Rojo.

Esta firma, compuesta por tres socios, buscaba puntualmente el escandio, ya que es escaso y tiene múltiples usos, y para ello contaba con un pedimento minero para exploración de 2 mil 800 hectáreas. Sin embargo, este polémico proyecto se fue a pique. ¿La razón?: la oposición de comunidades mapuches, comentan fuentes de Manto Rojo. “Este tema frenó el proyecto de exploración”, precisan. Cuentan que para evaluar la calidad de los minerales debían sacar muestras y ni eso se pudo. “Eran 10 hoyos de 30 centímetros por 50 centímetros, pero cuando fueron los geólogos los apedrearon”. Con este antecedente -dicen las fuentes- los inversionistas se espantaron.

“Si no se pudo hacer algo que duraba cuatro horas, menos se iba a poder ejecutar un proyecto mayor”, grafican. Hoy esta iniciativa está muerta, porque, además, la empresa se terminó hace casi un año y los 10 pedimentos mineros tenían fecha de vencimiento el 4 de agosto de 2006. Los interesados no pidieron su prórroga por otros dos años. El seremi de Minería, Carlos Almanza Latorre, entrega otro antecedente que aleja aún más la posibilidad de que este proyecto minero vea alguna vez la luz: “No presentaron proyecto de explotación al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomín), por lo que no pueden iniciar ningún tipo de obras”, explica.

Jaime Troncoso Sáez, uno de los integrante de la desaparecida Manto Rojo, confirmó que sus socios “no quisieron seguir invirtiendo por el tema del conflicto mapuche”. Sin embargo, no baja los brazos y afirma que bajo una nueva sociedad ya tiene manifestación minera sobre 600 hectáreas desde hace menos de un mes y que insistirá en concretar otro proyecto. Troncoso afirma que para su nuevo intento por concretar el proyecto minero se asoció con un lonko del área -no precisó su nombre ni comunidad-, con el fin de sortear el principal obstáculo de la iniciativa: la oposición de un grupo de mapuches.

“Estamos manejando el tema, ahora es distinto el planteamiento. Ellos decían que queríamos expropiar y lucrar con su tierra, pero lo que queremos es que ellos también se beneficien”, comenta. Acota que “si no aprovechan esta oportunidad, no sé qué quieren. Estoy tratando que entiendan que esto es un beneficio para todos”, insiste. Este empresario en 2003 siguió los pasos de investigadores japoneses que años antes habían merodeado, sin resultados positivos, la provincia de Arauco en busca de minerales denominados “tierras raras”.

Asegura que la riqueza que busca está allí. “Yo soy el descubridor y sé qué potencial hay”, expresa. Para las autoridades, tanto la iniciativa anterior como la de ahora no puede calificarse de proyecto, pues están dentro de etapas muy preliminares. La zona donde supuestamente hay minerales, como el escandio, es la misma donde el pasado domingo 8 fueron atacados dos helicópteros que prestaban servicios para la forestal Mininco, hecho que ayer motivó la presentación de una querella por parte del gobierno. Ese sector está integrado al Area de Desarrollo Indígena (ADI), donde una de sus líneas de acción es el desarrollo del turismo.