Obispo de Copiapo, Gaspar QuintanaEl obispo católico de la ciudad chilena de Copiapó, Gaspar Quintana, lamentó hoy la falta de seguridad que existe en el trabajo minero y pidió a los empresarios que “tomen en serio” la responsabilidad social, en alusión a los 33 mineros que se encuentran atrapados en una mina de la región.

 

 

Fuente: Agencia EFE

09/10/2008. “La zona es muy rica en minería, pero no siempre en seguridad para la gente y esa es una tarea pendiente”, criticó Quintana, en declaraciones a radio Cooperativa.

El obispo, que ha celebrado varias misas en el lugar del accidente, recalcó la necesidad de aumentar las medidas de seguridad para que “el que entre en la mina sepa que saldrá sano y salvo”.

“No puede ser que la minería sea una permanente aventura donde frecuentemente tenemos que estar llorando y sometidos a una drama que ojalá no lo tuviéramos”, agregó.

El accidente se produjo alrededor de las 14.00 hora local (18.00 GMT) del pasado jueves en el yacimiento San José, propiedad de la minera San Esteban, en la norteña región de Atacama, cuyo primer intento de rescate a través de un conducto de aire fracasó.

El religioso pidió a los empresarios que “tomen en serio” la responsabilidad social del empresario “donde hay todo un código en que el trabajo no es considerado como una mercancía más”, afirmó.

Respecto a la existencia de sólo dos inspectores del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) para toda la Región de Atacama, Quintana, destacó la importancia de “aprender de este accidente” para que no se vuelvan a repetir y afirmó que “es una lección a aprender tanto para las autoridades del Gobierno, como para las autoridades empresariales”.

Este martes se celebra la fiesta de San Lorenzo, patrono de los mineros, y el obispo Quintana aseguró que intentará llevar la imagen del santo para rezar junto a las familias de los obreros accidentados.

El ministro de Minería, Laurence Golborne, aseguró que las labores destinadas a comunicarse con los mineros atrapados “pueden demorar hasta una semana más”, mediante el uso de máquinas perforadoras que comenzaron el domingo a abrir conductos de 15 centímetros de diámetro en seis puntos del cerro donde está la mina.

Los equipos de rescate trabajan con la hipótesis de que los mineros se encuentren a entre 600 y 700 metros de profundidad, en un refugio que dispone de agua y comida, así como de oxígeno.