Actualmente está en evaluación ambiental el proyecto “Mina Invierno”, el primero entre 3 a 4 proyectos más de explotación del carbón a rajo abierto en la Isla Riesco, Magallanes, en la Patagonia Chilena. La comunidad que vive en la Isla se ha organizado para hacer ver a la totalidad de los chilenos y sus autoridades sobre los tremendos impactos que este y los otros proyectos tendrán tanto en el patrimonio ambiental, cultural y productivo de la Isla. A continuación un artículo periodístico sobre estos proyectos carboníferos.
Fuente: Diario 1
18/05/2010. Poner fin a la vida de especies vulnerables, bosques nativos milenarios y la tradición y sustento de una comunidad es la nueva amenaza en la avanzada de la minería nacional. Tres mega proyectos pretenden reactivar la explotación de carbón en la Patagonia, en iniciativas de tal dimensión que no tienen precedente en el mundo y menos en una isla rica en biodiversidad.
Al otro lado del mar, tras faldear Cerro Palomares, sitio conocido por el sobrevuelo de decenas de cóndores, un gran cartel tallado en madera observa impávido las oscuras aguas del canal Fitz Roy, en Magallanes. ¡Bienvenidos a Isla Riesco, Tierra de Pioneros! Es parte del espíritu de la tradición ganadera que, desde mediados del siglo pasado, un grupo de colonos logró cimentar entre sus hijos y nietos. Hoy, estas 30 familias se han organizado para enfrentar la inminente explotación carbonífera proyectada en la isla, tal vez la más grande por conocerse en la historia de Chile, actividad del todo incompatible con la ganadería de la zona.
Isla Riesco es la cuarta más grande del país, con aproximadamente 5 mil km2 e históricamente ligada a la ganadería y a la explotación semi artesanal del carbón, puesto que contiene la reserva más voluminosa de Chile de este mineral en el tipo sub-bituminoso, uno de los más contaminantes. Su calificación es de baja ley lo que significa que se deben extraer grandes cantidades para obtener similar poder calorífico al de otro tipo de carbones.
Bajo la Compañía Minera Isla Riesco, propiedad de Empresas Copec y de Ultramar, se pretende llevar a cabo el proyecto Mina Invierno, el primero de tres, para la explotación de carbón a tajo abierto. El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por la minera sigue en etapa de evaluación ciudadana hasta el próximo 6 de mayo.
Mina Invierno
Mil quinientas hectáreas de praderas y bosques nativos están destinadas para Mina Invierno. Quinientas de ellas se ocuparán para el tajo de extracción del carbón, mediante el drenaje completo de una laguna de más de 180 metros de profundidad. Bulldozer, palas hidráulicas, retroexcavadoras, entre otras, y gigantescos camiones se utilizarán para desgarrar el manto vegetal, extraer y transportar el mineral para su viaje por mar.
Tres botaderos de estériles y acopios de carbón rechazados serán ubicados tras la tala de 400 há. de bosques nativos de coihue y lenga. Una fuerza laboral total de 800 personas operará, por turnos, las 24 horas del día, año corrido por un período de 12 años.
La anterior es parte de la inversión total de 180 millones de dólares que pretende extraer 73 millones de toneladas de carbón, es decir, 6 millones de toneladas anuales. Su objetivo es abastecer a las termoeléctricas proyectadas en el norte de Chile, AES Gener, Eléctrica Guacolda, Termoeléctrica Castilla, entre otras, aunque aún están en revisión las leyes que las regulan de manera de fiscalizar sus emisiones.
Explotación a Cielo Abierto en el ojo del huracán
Las explotaciones de carbón a tajo o cielo abierto en el mundo han generado una gran cantidad de estudios teóricos y en terreno, lográndose recopilar amplia información acerca de los impactos negativos de ellas en los lugares en que se realiza: impactos en el suelo, al destruir grandes extensiones de tierra; en el aire, producto del carboncillo, CO2, NO2, SO2 y los polvos en suspensión; en el agua, tanto térmica como física/química; en la atmósfera, efecto invernadero y lluvia ácida; repercusiones en la flora y fauna, dañando irremediablemente los lugares en donde las especies habitan y se desarrollan; y, finalmente, repercusiones en la salud y calidad de vida de las personas que viven y se desarrollan cerca de los lugares de explotación.
Este año, científicos del mundo tienen los ojos puestos en la Montañas de los Apalaches, en EEUU, debido a los profundos y evidentes impactos que la explotación del carbón a rajo abierto deja ahí, siendo categóricos al exigir al gobierno de EEUU no más aprobación a este tipo de explotaciones. Sin ir más lejos, en abril de 2010, en Jujuy, Argentina, el Superior Tribunal de Justicia, puso freno a la minería a cielo abierto, argumentando que “cuando hay peligro de daño grave e irreversible -como lo es la explotación minera a cielo abierto- se debe actuar a favor de la protección del medio ambiente”, refiriéndose también el magistrado a los daños generacionales, es decir, aquellos que por su magnitud repercuten no sólo en la generación actual sino también en las futuras.
Por otra parte, considerando que hasta 2009, Chile fue el segundo país de mayor crecimiento en emisiones de CO2 en el mundo y ha suscrito diversos tratados internacionales medioambientales como la OCDE, organización que apoya el desarrollo económico de los países menos ricos de manera sostenible, es decir, cuidando el medio ambiente y, que el actual gobierno se comprometió a potenciar las inversiones en energías renovables no convencionales como fuente de trabajo a largo plazo y sustentable ¿es Mina Invierno la respuesta adecuada en la generación de energía del país?
Vecinos de Río Verde: Críticas al Proyecto Mina Invierno
Los vecinos de la Comuna de Río Verde, que comprende continente e isla, han unido sus fuerzas conformando una Organización Comunitaria de Desarrollo Sustentable, OCDS, con el objetivo de impedir que se instale una actividad totalmente incompatible con la tradición ganadera. Junto a un equipo de profesionales del Centro Ambiental de la Universidad Austral de Chile, UACH, liderados por Luis Otero y otros técnicos, analizaron en detalle el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto, dando cuenta a las autoridades ambientales de los errores y omisiones garrafales más evidentes.
El tema es singularmente delicado porque no existen ejemplos de actividades mineras en ecosistemas similares a los de Isla Riesco, en los que se puedan prever los posibles impactos directos e indirectos y que aportarían los datos necesarios para un buen diseño, construcción, operación y cierre.
En Chile, a menor escala, se conocen los casos de Mina Pecket, realizado por los mismos ejecutivos de Mina Invierno, y Mina Chica, ambos focos permanentes de contaminación y emblemas regionales de mal manejo ecológico.
En el mundo, aún no se conoce un proyecto carbonífero de estas dimensiones y en una isla de tan rica biodiversidad. Todas las leyes mineras están hechas para las explotaciones realizadas en el norte de Chile, en donde no se observan las complejidades asociadas a la cantidad de agua existente en el sector y a los intrincados diseños naturales de aguas superficiales y subterráneas, además de la gran variedad de flora y fauna existente. Más aún, el territorio de Magallanes es famoso por sus fuertes, constantes y cambiantes vientos, por lo que mal se puede predecir el impacto real que podría ocasionar Mina Invierno y los otros dos proyectos, en etapa de exploración, Mina Eduardo y Mina Adela.
Tampoco se describen los radios de impacto negativos indirectos, por ejemplo, contaminación del aire por el carboncillo salido del tajo y material particulado de las máquinas de extracción y transporte; contaminación de aguas superficiales y subterráneas, dadas por la intervención en el rajo y que podrían afectar también las aguas subterráneas, como así también el radio posible de contaminación por ácidos dados por la extracción del carbón; acústica, por el transporte en las vías de acceso, maquinarias, motores diesel de generación energética, etc.
El proyecto Puerto Lackwater, aprobado en diciembre pasado, y el proyecto Mina, fueron presentados separados. Sin embargo, son un mismo proyecto, se necesitan mutuamente y en ningún lado se analiza el efecto-impacto de ambos funcionando en conjunto sobre el medio ambiente y productividad ganadera.
Sobre el EIA de Mina Invierno, profesionales de la UACH concluyeron que “…dentro de la contaminación atmosférica por extracción a tajo abierto del carbón se constata que la más peligrosa es por medio de la emisión de Metano a la atmósfera y en este proyecto no existen estudios sobre la emisión de metano a la atmósfera y su mitigación… El metano es un gas cuyo efecto invernadero es 21 veces más potente que el efecto del dióxido de carbono y se presenta como un gas altamente explosivo, que puede generar grandes catástrofes…No existe el estudio de cuánto polvo de carbón llegaría a las aguas costeras transportado por los fuertes vientos del lugar. Las observaciones realizadas en las playas del seno Otway revelan una importante contaminación de carboncillo proveniente de mina Pecket …”
Llama mucho la atención, la pobre calificación que efectúa el EIA de cada uno de los impactos que producirá la Mina Invierno. El proyecto considera que existen 22 impactos negativos, los cuales están calificados entre bajos y medios y que, principalmente, se refieren al medio biótico y medio humano; y dos impactos positivos calificados como altos, dicen relación con la generación de empleos y el aumento en la actividad económica en la región. Sorprende, entonces, que sólo los impactos positivos estén calificados como altos y todos los negativos como medios o bajos, siendo que en muchos casos estos últimos se refieren a la desaparición total del hábitat debido a la explotación minera, como el drenaje completo de la laguna mediana; la reformulación total y entrega de un nuevo diseño para toda la cuenca hidrológica a intervenir y la inclusión de, al menos, 800 personas que vivirán y trabajarán en una isla en donde actualmente viven unas 190 personas.
Incompatibles ganadería y minería
La Región de Magallanes es la mayor productora de ganado ovino en el país e Isla Riesco destaca por su ganadería de exportación. Sin embargo, proyecto Mina Invierno obvió en su informe describir el impacto en la comunidad de la isla, además, de estudiar la viabilidad real y mencionar garantías explícitas en relación a la coexistencia efectiva de la actividad minera y una ganadería de alto estándar en la calidad de sus lanas y carne. Treinta estancias se distribuyen en parte de la isla y al menos 5 están, aproximadamente, a menos de cinco kilómetros del tajo.
En el proyecto no se hace un estudio exhaustivo del tema agropecuario y las actividades productivas de los predios, considerando hectáreas, suelos, aguas, número de animales, tipos de exportación, épocas críticas de encaste, parición, etc. Muchos ganaderos se encuentran suscritos en el PABCO, Predio Animal Bajo Certificación Oficial, lo que posibilita exportar sus productos al extranjero especialmente a la Comunidad Europea, mejorando los precios de los productos cárneos. La Comunidad Europea cada año renueva las exigencias a sus proveedores, siendo particularmente sensibles al adquirir productos certificadamente sanos. Por esta razón, el establecimiento de Mina Invierno, claramente amenaza una producción Premium y el avalúo de manera significativa de los terrenos.
Desarrollo sustentable en Isla Riesco
Es importante constatar que Isla Riesco posee una gran fuente de riqueza y de potencial crecimiento económico, dada la enorme variedad de paisajes (cordilleras, ventisqueros, fiordos, canales, lagunas, bosques, humedales) y fauna. Asimismo, su arraigado aporte cultural arqueológico y paleontológico.
En su estudio de Impacto Ambiental, Mina Invierno desestima la importancia y el daño que puede ocasionar a las actividades turísticas que se realizan en ese lugar y sus alrededores. Actualmente, se desarrolla el turismo agropecuario, en Estancia Fitz Roy y Rancho Sutivan; turismo e investigación dado el avistamiento y nidificación del Cóndor, en Estancia Olga Teresa y Cerro Palomares; pesca deportiva, en el Río Grande; avistamiento y estudio científico de ballenas en Isla Carlos III y Parque Marino Francisco Coloane; y la observación del paisaje dado por la hermosa y fácil navegabilidad del Seno Otway, en regatas deportivas.
La propuesta alternativa de los vecinos de Río Verde va muy de la mano a la prometida por el Presidente Sebastián Piñera para su nuevo gobierno y que en plena campaña decía “Tenemos un plan para duplicar el tamaño de la industria del turismo en Chile que represente 20 mil millones de dólares el año 2014 y que genere más de 300 mil empleos. Y eso es muy importante porque la industria del turismo está asociada a las regiones y está también hermanada con la pequeña y mediana empresa”.
Por su parte, Patricio Alvarado, Gerente en terreno en Punta Arenas de la empresa, aseguró a Radio Magallanes que “realizamos un estudio de impacto ambiental con los mejores estándares, haciendo un seguimiento a fondo de todas las variables implicadas. Además, este proyecto se desarrollará con tecnología de punta, lo que nos permitirá alcanzar rendimientos similares a los de empresas mineras de primer nivel, generar una cantidad importante de puestos de trabajo y reducir los posibles impactos ambientales”.
Chile está dispuesto a sacrificar a parte de su Patagonia conociendo los grandes impactos medio ambientales que produce la explotación de carbón a cielo abierto en todo el mundo. Éste es un bien país que en corto tiempo, sólo se transformará en un buen negocio entre privados, empobreciendo a todos, excepto a los titulares de ese proyecto.