Alto Mañihuales, en la Región de Aysén, está en alerta, por los distintos escenarios de contaminación producidos en los últimos años y que los vecinos adjudican a la Empresa El Toqui. La muerte de vacunos en 2014 encendió las alarmas de la comunidad, la que que ha recurrido a todas las instancias (Superintendencia del Medio Ambiente y Tribunales del Ambiente) para buscar una solución al problema.

Minera El Toqui no ha dado garantías de tranquilidad a la comunidad. En marzo del 2013, la empresa hizo una “auto denuncia” por muerte de peces, producida en un sector cercano a una descarga de residuos mineros, ubicada en el sector La Leñera, y cuya extensión fue de 1,5 kilómetros.

Luego, el 14 de septiembre de 2013 la minera informó que tuvo un derrame de relaves desde el depósito Doña Rosa, uno de los tres que posee, material que cayó al arroyo Concordia.

El último evento se produjo ese mismo año, 2013, con la rotura de una tubería de un relave, lo que afectó cerca de 1,5 kilómetros, al interior de la propia faena minera.

En septiembre del 2014, el Servicio Agrícola y Ganadero, a través de un comunicado de prensa, informa que tras practicar una necropsia, autopsia, a un vacuno, en los análisis realizados se encontró la presencia de metales pesados.

Todos estos hechos han sido fiscalizados por la Superintendencia de Medio Ambiente, institución que cursó infracciones e inició un proceso sancionatorio por cada uno de los episodios, en un expediente administrativo. Investigación que aún está en curso, y que además es de conocimiento público. Respecto al último hecho, la muerte de los vacunos, existe reserva de información.

Exámenes de sangre

Los pobladores están en pie de guerra y convocaran a una serie de reuniones con la empresa y las autoridades. La solicitud principal es la realización de exámenes neutrales de algún laborarorio que les de garantías para constatar si hay presencia de partículas de metales pesados en la sangre de la gente.

Los tiempos para este proceso, están dados por la demora en la aprobación del protocolo de estudio, “cuestión que pudiera tardar unos dos meses”, según afirmó la autoridad sanitaria regional. A partir de allí se pudieran comenzar a tomar las muestras de sangre. Los resultados pudieran tardar, en el Instituto de Salud Pública dos meses, “ojalá menos”, agregó la seremi de salud.