Así se ahorrarían grandes inversiones y el consumo energético que significa el proceso de desalinización del agua marina, lo cual pasaría a cargo del estado total o parcialmente. El sector minero no descansa al momento de idear nuevos procesos que potencien sus ganancias destruyendo y perjudicando todo a su paso.

Fuente: Diario Financiero

El Ministro Secretario General de Gobierno, Álvaro Elizalde indicó que una manera “de cambiar la manera en que se maneja el uso del recurso y evitar los conflictos de intereses entre mineras e industriales, se modificó el Código de Aguas”, señalando además que el objetivo sería garantizar el consumo humano y priorizar otros usos.

Por su parte, actores de la industria han confirmado que las compañías mineras habrían propuesto analizar la idea de crear plantas desalinizadoras para abastecer al consumo en las proximidades de las ciudades a cambio de que las faenas mineras puedan captar sin restricciones desde la alta cordillera.

El empleo para fines mineros de agua fresca, que contribuye a la producción del 60% de las exportaciones del país, representa en términos proporcionales sólo el 6,0% del total, lo que dista del uso del 81% que requiere el riego en el país. Sin embargo, en términos absolutos la extracción de cobre consume 12.615 litros por segundo de agua dulce, según datos del Consejo Minero, pero la gran falencia del sector son los elevados costos que debe sortear el transporte del agua extraída de las plantas extractivas hasta su traslado a las minas.

Quedarse con la exclusividad del uso del agua dulce, dicen los actores, es una idea que circula en el ambiente de la industria minera desde hace tiempo para mejorar sus costos en el traslado del recurso hídrico, uno de los más elevados de la región: el costo de agua de mar es de US$5,1 por metro cúbico frente US$1,6 por metro cúbico del agua fresca.

En la actualidad, según el último catastro de operaciones y proyectos de plantas desaladoras para la minería del cobre de Cochilco, existen en operación y construcción siete proyectos de plantas desaladoras, ubicadas en su mayoría en la II Región.

En total, las desaladoras funcionando y en carpeta prevén una suma de recursos equivalentes de incluso 11.203 litros por segundo, en tanto que las inversiones ascenderían US$ 10 mil millones a 2021.

En tanto que en lo que respecta a proyectos vinculados a sistemas de impulsión de agua de mar existen cinco proyectos, a los que podrían sumarse otros cinco que se encuentran en fases previas.El más relevante de estos proyectos es el que lleva a cabo la minera Quadra Chile que contempla una capacidad de 1.315 litros por segundo, junto a la planta que opera en la minera Esperanza, de Antofagasta Minerals, y cuya capacidad ronda los 780 litros por segundo a 1500 litros por segundo.