Un grave riesgo a la soberanía territorial y de bienes y derechos colectivos ocurre en la zona cordillerana de la región de la Araucanía, particularmente en las proximidades de las localidades de Lonquimay – Icalma – Melipeuco, donde una empresa minera que tomó el nombre de “Lonco” mantiene una prospección minera para dos proyectos que podrían llegar a más de 1.500 hectáreas en territorios frágiles y únicos, desde donde nacen las fuentes hídricas en el territorio cordillerano del PewenMapu.
Fuente: MapuExpress
La propia empresa ha señalado que desde el año 2008 Minera Lonco es propietaria de pertenencias mineras en la IX Región, realizando estudios geológicos de exploración para determinar leyes y potencia metalífera tanto de oro y cobre. Según esta, “a partir del 2012 estos estudios han confirmado la existencia de yacimientos de gran importancia en Melipeuco y Lonquimay”
Prospecto en el sector de Loncotiuque, Comuna de Melipeuco, por sobre 900 Hás. (y aumento de 500 hectáreas más)
Señala: “Es nuestro mayor proyecto, que corresponde a yacimientos de oro y cobre, localizados al este de la localidad de Melipeuco, en la ruta internacional al Paso Icalma, a 800 Km al sur de Santiago de Chile. Se destaca el buen camino y acceso durante el año y la disponibilidad de energía eléctrica y agua en abundancia…”, agrega: “En la actualidad se están incorporando 500 Hás más que aumentarán considerablemente sus reservas y potencial metalífero. Leyes: en Oro 2.5 – 3.0 g/t – Cobre 1.5 – 2.0% …”, indica la empresa
Prospecto en el sector Lonqui, Comuna de Lonquimay, por 166 Hás.
La empresa indica: “Corresponde a Lavaderos de Oro, los que tienen un histórico respaldo geológico. Acceso todo el año por ruta internacional, muy cerca de la ciudad de Lonquimay. A modo de resumen se destaca la excelente disponibilidad de recursos hídricos para su explotación y de energía eléctrica a un costado del yacimiento. Reservas demostradas e inferidas: 9.660.000 mts3. Leyes: Oro 0,2 g/t…”
Mineras de Oro: La industria más contaminante y depredadora del planeta
Elmer Huerta, médico de origen peruano y con estudios de especialización en Estados Unidos y quien fuera presidente de la Sociedad Americana de Cáncer (American Cancer Society) entre 2007 y 2008, siendo el primer presidente latino de esta organización y considerado un pionero en el uso de los medios de comunicación con fines educativos en América Latina, ha señalado que comúnmente en el tipo de extracción del oro se colocan poderosos explosivos en la profundidad y provocar gigantescas explosiones para ablandar y exponer la tierra y los minerales y luego fabricar un sistema de carreteras que lleve esa tierra desde el fondo de esos enormes huecos a la superficie, a las plantas procesadoras y agrega: “Una vez extraída de la profundidad, esa tierra es químicamente procesada para extraer el oro que contiene, y es aquí en donde empieza el problema con la salud pública… no hay mejor sustancia química para extraer el oro de esa tierra que el cianuro, uno de los venenos más potentes que existen en la naturaleza…”
Sin llegar a los detalles técnicos, el médico indica que el proceso de obtención del oro implica mezclar esas toneladas de tierra que se obtuvieron de las explosiones con agua y cianuro y se pregunta ¿se imaginan las enormes cantidades de barro venenoso que se producen?”. En este proceso, el cianuro se pega al polvillo de oro, por lo que luego hay que separarlos usando otros materiales químicos, explica el médico e indica “El problema es que este tipo de procedimiento de extracción del oro es muy pero muy poco eficiente. Hay necesidad de procesar toneladas y toneladas de tierra para poder sacar un poco de oro…”, en atención a que se deben destruir toneladas y toneladas de roca, para, por ejemplo, obtener un anillo de oro o sea, para el lujo.
Asimismo el médico establece una serie de preguntas: “¿Qué hacen las minas con todas esas toneladas de barro mezclado con cianuro y otros químicos? ¿Cómo la procesan? ¿Cuánto tiempo duran en el medio ambiente esos residuos? ¿Hay peligro de que esos químicos almacenados en grandes lagunas se filtren al subsuelo y contaminen las fuentes de agua? ¿Pueden producirse evaporaciones de materiales tóxicos al aire cercano?, ¿Pueden esos vapores tóxicos viajar a lugares más lejanos? ¿Qué cambios ambientales se producen al hacer esas enormes excavaciones y cómo se afecta la salud de humanos, plantas y animales?”
Ante estas preguntas comenta que los Estudios de Impacto Ambiental hechos por la industria de la minería ponen siempre las cosas de color de rosa, pero la experiencia indica que en cada mina se han producido siempre accidentes que han ocasionado severos daños al medio ambiente y que han amenazado la salud de los pobladores de lugares aledaños y da como ejemplo “En 1998 se produjo un derrame de aguas con cianuro en una mina de propiedad canadiense en Kirguistán y miles de personas río abajo tuvieron que ser evacuadas. Para una lista más amplia de accidentes por contaminación visite este sitio…”
Territorios de Melipeuco – Icalma y Lonquimay bajo amenaza
Cabe mencionar que los territorios donde se están emplazando esta multiplicidad de proyectos de empresarios afuerinos, lo están haciendo sobre espacios donde las comunidades y poblaciones buscan proyectar formas de desarrollo propio, que tiene intereses turísticos, agrícolas, ganadero, de conservación y de producción local diversa, en un entorno que se destaca por ser zonas en faldeos meridionales, con subcuencas, con abundante Bosque Nativo, Fuentes Hídricas de origen, Humedales, con Áreas Silvestres Protegidas, con iniciativas de Conservación como es la reserva de la Biosfera Las Araucarias Geoparque, sin embargo, en los últimos años, los proyectos industriales de energía y estos extractivistas se han venido emplazando bajo la luz verde de inescrupulosas autoridades.