Los cuatro sindicatos chilenos de Barrick en Pascua Lama anunciaron que votarán por la eventual huelga porque fracasaron las negociaciones con la transnacional. En solidaridad con los trasandinos, uno de los dos sindicatos argentinos ocupó el proyecto binacional de Pascua Lama y así el conflicto gremial en Chile llegó a la Argentina.

Fuentes: El Ciudadano, iProfesional y Página Abierta OL
El jueves 24 se dio a conocer que los 4 sindicatos rechazaron la última oferta de la minera canadiense y anunciaron que votarán por la eventual huelga porque fracasaron las negociaciones con la transnacional.por lo que al menos 300 trabajadores paralizarían sus tareas en ciudades como Vallenar, Alto del Carmen, Coquimbo, Santiago, Copiapó y en el sector de Pascua Lama .

Las directivas de los sindicatos precisaron que su petitorio incluye demandas que van desde un reajuste de las remuneraciones entre un 4 y 7 por ciento hasta la mantención de bonos especiales.

En solidaridad con los trasandinos, el sindicato argentino Organización Sindical Mineros Argentinos (OSMA-CTA) ocupó el proyecto binacional de Pascua Lama. 

Un conflicto gremial que mantienen trabajadores chilenos del proyecto binacional Pascua Lama con la empresa canadiense Barrick Gold cruzó la frontera y llegó a Argentina. En las últimas horas, el sindicato OSMA decidió ocupar la explotación ubicada en el departamento sanjuanino de Iglesia, en solidaridad con sus pares trasandinos.

Los acontecimientos ocurridos en la provincia gobernada por José Luis Gioja obligaron a directivos de la compañía a viajar a la Argentina con el objetivo de interiorizarse sobre la situación, según informó Infobae.

Las obras en Chile están paradas por fallos judiciales que consideraron que el proyecto genera daño ambiental. La compañía está intentando poner las cosas en regla para poder continuar con la explotación. En ese contexto, se desató el conflicto con los gremios que nuclean a los mineros chilenos.

“Las malas prácticas en la gestión de Barrick en el proyecto de Pascua Lama, lamentablemente se han extendido a las relaciones laborales con sus propios trabajadores”, aseguraron los sindicalistas trasandinos. Denunciaron más de 500 despidos y la falta de respuestas en la negociación de mejoras salariales.

A consecuencia de esto, anunciaron una huelga general que podría incluso complicar más el panorama legal de la empresa, ya que “se dejarán de cumplir una serie de obligaciones, como son monitoreos ambientales diarios de aguas y glaciares y controles fronterizos propios de un proyecto binacional, labores que se ejecutan por personal sindicalizado, además de generar un nuevo retraso en las obras que se han comprometido para salvar la crítica situación medio ambiental”.

El proyecto de Pascua Lama es una explotación a cielo abierto de reservas minerales de oro y plata, ubicada sobre la frontera entre Argentina y Chile, desde otro menor denominado Penélope, ubicado en Argentina a poco más de dos kilómetros al sureste del primero.

Del lado argentino, el proyecto tiene asiento en el departamento sanjuanino de Iglesia, mientras que en Chile se ubica en la cabecera de la cuenca del río El Estrecho, en la comuna de Alto del Carmen, provincia del Huasco, región de Atacama. El área integra del proyecto se ubica entre los 3.800 y 5.200 por sobre el nivel del mar.

El proyecto recibió críticas por parte de los pobladores del área del proyecto así como por comunidades originarias, por no haber realizado consulta previa de acuerdo al Convenio 169 de la OIT pero también por los procesos utilizados para la extracción de minerales y las consecuencias para las cuencas hídricas que nacen en el lugar, donde -además- se ubican importantes glaciares.

Hace menos de un mes la Corte Suprema de Chile ratificó un fallo de primera instancia e interrumpió el proyecto Pascua Lama al considerar que la Barrick Gold cometió infracciones medioambientales durante la explotación.

La decisión del máximo tribunal chileno obedeció a un recurso judicial presentado por las comunidades indígenas diaguitas. Entre las irregularidades denunciadas, se encontraban la destrucción de glaciares y la contaminación de las aguas.

Este no fue el primer dolor de cabeza para la Barrick, ya que en junio pasado había sido multada por la Superintendencia del Medio Ambiente de Chile con u$s16,4 millones por “incumplimientos gravísimos” en el proyecto, también relacionados con el daño ambiental.

El fallo suma una severa complicación para el proyecto, que contempla una inversión total para la región de 16.500 millones de dólares, y estableció la suspención del mismo hasta quela firma canadiense asegure las condiciones ambientales reclamadas. El proyecto inicial contemplaba iniciar la fase de producción sobre finales de 2014 o inicios de 2015, tras una primera inversión de 8 mil millones de dólares y otra segunda de 8.500 millones.