En un año de elecciones, donde la favorita del momento es la expresidenta Michelle Bachelet, la minería de Chile cruza por un momento de incertidumbre después de haber sido afligida por altos precios de energía, protestas laborales y protecciones ambientales para completar los proyectos designados.

Fuente: El Economista

 

En el negocio de la minería se calculan los imprevistos y los costos a través del hecho de que de ninguna manera es una actividad amada por las personas. Sin embargo, los peores problemas vienen cuando no se encuentra un balance entre la productividad del sector y los efectos ambientales, laborales y en el entorno de la comunidad.

Para lograr ese equilibrio, el próximo presidente de Chile, que será escogido el 17 de noviembre, deberá aplicar políticas que simpaticen con los constituyentes al igual que mantener la competitividad de la industria más importante del país.

La planeación de esto es complicada, particularmente porque en el negocio de la minería se puede planear a muy largo plazo, pero por esta misma razón, los proyectos suelen atrasarse de sus fechas designadas, pues muchos factores pueden cambiar durante el periodo de estudios y planeación.

Este ha sido el caso de varios proyectos de la industria minera de Chile, explicó el consultor senior del Grupo CRU, Erik Heimlich, el cual se especializa en el análisis de las industrias mineras. Heimlich aseguró que Chile tiene una cartera de construcciones que ronda los 100,000 millones de dólares, con expectativas de terminar solo hasta el 2020.

En una industria que requiere un fuerte capital humano, las protestas de los sindicatos podrían rebanarle la competividad al sector, especialmente si se realiza un paro que cierre las minas durante un periodo largo de tiempo. Este fue el caso de las ocho divisiones de Corporación Nacional del Cobre (Codelco) donde se realizó un paro de 24 horas en la minera estatal, que evitó la producción de alrededor de 4,600 toneladas métricas de cobre y la compañía estimó que sus pérdidas llegarían hasta 35 millones de dólares por la reducción en ingresos.

El politólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Federico Garcia, aseguró que el enfoque que se dará a los trabajadores dependerá del próximo presidente. Por el momento, Bachelet lidera con 49% seguida por uno de los candidatos de la coalición, Laurence Golborne con 11% del voto. “Si gana Bachelet es probable que ella opte por un modelo que le dé menos enfoque a la acumulación de capitales de la minería y más a una política que beneficie a los trabajadores y al medio ambiente y, si gana la Coalición, lo más probable es que siga igual”, aseguró.

“Cuando digo que han debido crecer más es porque han dejado unas ruedas sueltas y no han tenido en cuenta a esos obreros que son el patrimonio y que son la base del negocio”, explicó el profesor de políticas ambientas en la Universidad del Bosque en Colombia, Ricardo Arquez.

LA PELEA DE CHILE

El crecimiento minero de Chile se ha visto particularmente afectado por el incremento en el precio de la energía, dijo Heimlich. Según el Consejo Minero de Chile se estima que el incremento de energía llegue a 1,500 millones de dólares adicionales para la industria. Un incremento en esta partida afecta la competitividad de la industria que actualmente se ubica como la más grande exportadora de cobre.

Según Diario Financiero de Chile, representantes de la industria minera pidieron a los candidatos presidenciales que abarcaran los precios de energía durante su campaña.

El año pasado, la economía chilena creció 5.6 % pero sin embargo el presidente Sebastián Piñera advirtió que el país no es inmune a contagiarse de la crisis financiera que ha afligido al resto del mundo. Aunque Chile ha presentado un crecimiento admirable, existe el riesgo de que entre en una crisis de crédito motivada por el endeudamiento de la clase media.