Brasil anunció que presentará una demanda judicial contra la minera Samarco y sus propietarias Vale y BHP Billiton por 5.200 millones de dólares para indemnizar a las víctimas y recuperar la cuenca del río Doce tras un inmenso deslave minero.
Fuente: AFP
“Estaremos entrando con una demanda civil pública el lunes, de iniciativa conjunta del Estado federal, Minas Gerais y Espirito Santo”, los estados del sureste del país afectados por el desastre, dijo el abogado general de la Unión, Luis Adams, a la prensa. “Tiene como objeto la creación de un fondo de 20.000 millones” de reales (5.200 millones de dólares), añadió. Adams precisó que ese monto es “preliminar” y podría aumentar. El gobierno no tiene intención de participar en el fondo, que será privado. La demanda será presentada contra las tres mineras, sostuvo el ministerio de Medio Ambiente.
Vale y BHP son dueñas a partes iguales de Samarco, décima exportadora de Brasil y propietaria del embalse de desechos mineros que reventó el 5 de noviembre y desató un tsunami de lodo que enterró un pueblo, con un saldo de 13 muertos y una decena de desaparecidos. El gobierno pretende que el fondo sea constituido gradualmente mediante la retención judicial de una parte de la facturación de las tres empresas.
Un daño “imposible de valorar”
“Tendremos una primera fase que debe comprender cerca de diez años para que tengamos la recuperación de las condiciones ambientales básicas de la cuenca” del río Doce, el segundo mayor de Brasil después del Amazonas, dijo Izabella Teixeira, la ministra de Medio Ambiente, en una conferencia de prensa junto a Adams.
El torrente de lodo y desechos mineros recorrió más de 650 km por el río, a través de los estados de Minas Gerais y Espirito Santo, hasta desembocar en el océano Atlántico, donde también está causando daños ambientales.
“Hubo una ruptura de la estructura ecológica en varios trechos del río. Hubo una ruptura de la cadena productiva, por ejemplo en relación a los peces. Hubo daños ambientales en las áreas de preservación permanentes. Hubo un proceso acentuado, que es imposible de valorar, de exterminio de individuos de varias especies, principalmente especies de río, debido a que el barro bajó y enterró esas especies”, lamentó.
La ministra de Medio Ambiente ha catalogado el deslave como la mayor tragedia ambiental en la historia de Brasil. Vale y BHP anunciaron este viernes su decisión de participar en un fondo “voluntario” para recomponer la cuenca del río Doce, que tiene 228 ciudades en sus márgenes y cuya flora y fauna fueron destruidas. Las empresas desean que el fondo, cuyo monto no fue definido, incluya asimismo dinero de entidades de gobierno y no gubernamentales, públicas y privadas.
Altos niveles de tóxicos
Expertos de la ONU denunciaron esta semana que la masa viscosa de 50 millones de m3 de fango y residuos de la extracción de mineral de hierro que recorrió parte del sureste de Brasil hasta llegar al océano Atlántico “arrojó altos niveles de metales pesados tóxicos y otros productos químicos tóxicos en el río Doce”. El presidente de Vale, Murilo Ferreira, ha sido criticado por responder de manera tardía a la tragedia.
Vale admitió La presencia de plomo, arsénico, níquel y cromo en el río, pero negó que el barro sea tóxico como dice la ONU y aseguró que los metales ya estaban en el cauce de agua. Los metales ya estaban en el lecho o en las márgenes del río, y fueron removidos por el torrente fangoso, aseveró Vania Somaville, directora de Recursos Humanos, Salud y Seguridad de Vale, en una conferencia de prensa en Rio de Janeiro. “La buena noticia es que estos materiales no se disolvieron en el agua”, no modificaron el nivel de acidez del agua (PH) y están reduciéndose al pasar los días, añadió.
El primer comunicado tras el desastre había informado que Vale era simplemente accionista de Samarco. Ferreira dijo el viernes que las leyes antimonopolio de la Unión Europea, uno de los destinos de las exportaciones de Vale y Samarco, le ordenan mantenerse alejado de la gestión del joint-venture, ya que ambas producen pelotas de hierro y el bloque las considera competidoras. “En cuatro años nunca fui a las oficinas de Samarco en Mariana, no las conocía (…) No tenemos una interferencia directa en Samarco porque no podemos”, sostuvo, deslindando toda responsabilidad directa en el desastre.