Afirman que estos efectos no podrán ser revertidos en su totalidad y que su impacto puede extenderse por las próximas dos décadas, en promedio. Los habitantes de la ciudad de Valadares bloquearon la línea férrea que utiliza la empresa dueña de los diques rotos, Samarco, para protestar por los perjuicios ocasionados por el accidente y exigir el restablecimiento del suministro de agua.
Fuentes: Correo del Caroní y El Latino Hoy
Luego de que una avalancha de lodo color ocre mezclado con residuos minerales cubriera varios poblados del estado de Minas Gerais, en el sureste de Brasil, especialistas en la materia de ambiente estudian las repercusiones que este accidente puede tener a largo plazo. Afirman que estos efectos no podrán ser revertidos en su totalidad y que su impacto puede extenderse por las próximas dos décadas, en promedio.
El 5 de noviembre, dos diques que contenían aproximadamente 62 millones de metros cúbicos de residuos de mineral de hierro sufrieron roturas, lo cual propició el escape de la sustancia. El incidente dejó un saldo de 8 muertos y 20 desaparecidos, por los momentos, y la destrucción total de la localidad de Bento Rodrigues.
Aunado a esto, el suministro de agua potable ha estado suspendido desde el día del suceso en la ciudad de Governador Valadares por la contaminación del río Doce y su principal afluente, Gualaxo do Norte. A la altura de las principales ciudades afectadas, todos los peces de este cuerpo de agua murieron y el ecosistema en general quedó gravemente afectado, incluso puede haber causado la extinción de flora y fauna autóctonas de la localidad.
Según la profesora Beatriz Missagia, que estudió la conservación de la Mata Atlántica del río Doce, hay posibilidad de que la cuenca hídrica desaparezca como tal y se subdivida en lagunas, que posteriormente pasarían a secarse.
La empresa Sarmaco, propietaria de los diques rotos junto con la gigante brasileña Vale y BBP Billito de Australia, se ha comprometido a la recuperación de Governador Valadares con el envío de 2.5 millones de litros de agua para el abastecimiento y, posteriormente, 2,4 millones de litros por día.
Sin embargo, la presidenta Dilma Rousseff anunció el jueves que el Gobierno exigirá una compensación de 250 millones de reales a las tres empresas involucradas en el accidente “por el impacto ambiental, humano y económico ocasionado”.
Residuos de mina interrumpen suministro de agua en sureste de Brasil tras alud
Valadares, con unos 280 mil habitantes, es la ciudad más afectada. La población se encuentra a unos 300 kilómetros de donde se rompieron los diques de contención que generaron la catástrofe.
La avalancha de lodo y residuos de una mina de hierro que inundó una vasta región de Minas Gerais llegó al río Rio Doce, la principal cuenta hídrica del sureste de Brasil, y ya ocasionó el corte de suministro de agua en la ciudad de Governador Valadares.
Según informó hoy la agencia oficial de noticias ABR, Valadares, con unos 280 mil habitantes, es por el momento la ciudad más afectada por la falta de agua potable. La población se encuentra a unos 300 kilómetros de Mariana, donde el pasado 5 de noviembre se rompieron los diques de contención que generaron la catástrofe.
Se calcula que el vecino estado de Espíritu Santo, que tiene frontera también con Río de Janeiro, podría tener problemas de abastecimiento de agua a partir del fin de semana.
Las autoridades municipales de Valadares decretaron estado de calamidad pública.
El jueves, habitantes del lugar bloquearon la línea férrea que utiliza la empresa dueña de los diques rotos, Samarco, que pertenece a la gigante brasileña Vale y la australiana BBP Billiton. El bloqueo fue para protestar por los perjuicios ocasionados por el accidente y exigir el restablecimiento del suministro de agua.
Citada por ABR, Samarco informó que envió a Governador Valadares más de 2,5 millones de litros de agua para reforzar el abastecimiento, y 13 mil litros de agua potable. Además, se comprometió a enviar a partir de hoy 2,4 millones de litros por día.
Por el momento se desconocen las razones de la rotura de diques que provocó la muerte de ocho personas. Otras 20 siguen desaparecidas. La riada destruyó por completo el pueblo Bento Rodrigues, en las afueras de Mariana, donde vivían unas 600 personas.
Además, provocó un desastre ambiental de grandes proporciones, por lo que la presidenta Dilma Rousseff anunció que el Gobierno exigirá a las tres empresas involucradas el pago de una multa de 250 millones de reales, lo que equivale a unos 65,7 millones de dólares.