La drástica disminución del caudal del lago Poopó puso en emergencia a los comunarios del cantón Untavi, del municipio de Toledo, en Oruro. Las actuales condiciones ponen en riesgo la sobrevivencia de la población que ya reporta una pérdida de 250 toneladas anuales de pesca. Las investigaciones estiman que la desertificación es a consecuencia de la actividad minera, el cambio climático y el desvío del río Desaguadero.
Fuente: Página Siete
El sábado el periódico La Patria, acompañado de la autoridad originaria del lugar, Valerio Rojas, y miembros del Centro Ecológico de Pueblos Andinos (CEPA), verificaron la fuerte desertificación de algunos sectores de la fuente lacustre, considerada como sitio Ramsar, reconocido entre los humedales de importancia internacional.
“Hemos verificado que el agua que circundaba a dicha superficie terrestre se evaporó y todo ese territorio se muestra como un gran desierto”, indica el periódico orureño después de un sobrevuelo realizado hasta el sector de la isla de Panza.
Según lo verificado, el lago Poopó tenía las siguientes dimensiones: 84 kilómetros de largo y por 55 kilómetros de ancho, lo que equivale a una superficie de 4.620 kilómetros cuadrados, pero “desde el aire ahora se observa un espejo de agua reducido a la mínima expresión, que parece solo un charco en medio de kilómetros y kilómetros de tierra desértica”, explica.
Según los pobladores del lugar, en noviembre de 2014 hallaron miles de peces y aves muertas en las orillas del lago, lo que habría iniciado una cadena de desastres. Rojas señaló que tras el desastre, unas 70 familias pesqueras migraron a las ciudades, a otras provincias, a Chile o Argentina, en busca de fuentes de trabajo.
Las investigaciones estiman que la desertificación es a consecuencia de la actividad minera, el cambio climático y el desvío del río Desaguadero. Rojas indicó que se alertó a las autoridades respecto a la situación del lago, pero éstas no se pronunciaron.