Establecido por la Ley de Glaciares, será útil para establecer medidas de manejo y adaptación frente a una eventual escasez hídrica en zonas áridas del oeste del país. El Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA)junto con la Secretaría de Ambiente de la Nación, es responsable del inventario y monitoreo del estado de los glaciares.
por Agencia – Instituto Leloir
Cada cinco años la Argentina contará con un inventario nacional de glaciares. Así lo establece la ley nacional 26.639 de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial, más conocida como Ley de Glaciares, reglamentada en el país a fines de febrero de 2011. Y los trabajos ya están en marcha.
“Conocer el número, área y distribución espacial de los cuerpos de hielo no sólo brinda una estimación de las reservas hídricas en estado sólido existentes en las diferentes cuencas andinas, sino también información básica para conocer la capacidad reguladora de dichos cuerpos sobre los caudales en distintas condiciones climáticas”, indicó a la Agencia CyTA Ricardo Villalba, director del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), dependiente del CONICET. El IANIGLA, junto con la Secretaría de Ambiente de la Nación, es responsable del inventario y monitoreo del estado de los glaciares.
De acuerdo a Villalba, el relevamiento es fundamental a la hora de establecer medidas de manejo y adaptación frente a eventos de escasez hídrica en zonas áridas del oeste argentino.
Para realizar el inventario de los glaciares, los investigadores del IANIGLA analizan imágenes satelitales y realizan periódicamente relevamientos y determinaciones de campo junto con mediciones de GPS.
Aunque todavía no se presentaron los resultados, diversos estudios indican que la gran mayoría de los glaciares estudiados en los Andes de Argentina han sufrido un franco retroceso durante el último siglo, en sintonía con lo observado en otras regiones montañosas del planeta.
“En promedio, los glaciares de seis áreas de estudio en los Andes patagónicos han perdido alrededor del 10 por ciento de su superficie entre 1984 y 2004”, indicó Villalba.