Al final del acto de inauguración de “Derecho al Ambiente. Muestra diálogo”, ComAmbiental entrevistó brevemente a Silvia Révora, Subsecretaria de Planificación y Política Ambiental. Habló sobre minería y glaciares, matriz energética y cambio climático, ley de bosques y educación ambiental.
Fuente: ComAmbiental
29/10/2011. Su testimonio resulta oportuno después de la contundente re-elección del gobierno kirchnerista, considerando que se especulan cambios en el gabinete nacional y el nombre de Révora se consolida en el área ambiental.
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, dijo usted, tiene que tutelar el cumplimiento de las normas ambientales y por ejemplo fijó su posición en torno a la represa Ayuí Grande. Respecto de la minería y su posible impacto sobre los glaciares, ¿cómo avanza el inventario de glaciares?
La Secretaría redactó la reglamentación y ya le transfirió los fondos al IANIGLA, radicado en Mendoza. Creo que es un proceso y estamos avanzando realmente. Con el inventario se verá las contradicciones respecto al asentamiento de un proyecto minero en una zona glacial o periglacial que no puede ser porque la ley lo prohíbe.
Las organizaciones ambientalistas piden que sea prioridad inventariar en las zonas donde ya hay proyectos o emprendimientos mineros en marcha. ¿Cómo se organiza el inventario?
Lo define el IANIGLA… El doctor Mussi a fin de año le pedirá un informe al IANIGLA.
[N. de R: Justamente hoy, La Nación publicó un testimonio del director del IANIGLA: Ricardo Villalba: “No puedo enviar a mis técnicos a donde son personas no gratas”. “Los lugares conflictivos deberán esperar“].
Una crítica que se la hace a la cartera ambiental –y esto excede a su gestión– es la poca injerencia en las políticas públicas nacionales, por ejemplo el plan energético que fomenta la energía nuclear y la mina de carbón en Río Turbio…
Ahí yo no coincido. Con Greenpeace tengo serias divergencias respecto de Río Turbio. Nosotros tenemos que evaluar las necesidades de las poblaciones y las provincias.
Río Turbio era una zona donde el nivel de vida era sumamente vulnerable, no había una actividad productiva que diera trabajo digno. Creo que una central térmica –porque trabajé mucho tiempo en energía– que se nutre a carbón, en ningún momento podemos estar hablando como dice Greenpeace que vamos a incidir significativamente en el cambio climático. El porcentaje de nuestras emisiones no son ni comparables con las de los países desarrollados.
Ahí mantengo mi posición firme y me gustaría que muchas ONG también la planteen: que hay responsabilidades comunes pero diferenciadas. Nosotros como país tenemos derecho también a tener nuestras actividades productivas para poder dar trabajo digno al pueblo argentino.
La crítica apunta por ejemplo a que se subsidie tanto a las energías de origen fósil.
Lo que quiero plantear es que a nivel internacional el porcentaje de energías alternativas –que apoyo totalmente- es ínfimo y que desde este gobierno por primera vez está avanzando en la inserción de esas energías alternativas. Ya tenemos un parque de energía solar en San Juan y otro en La Rioja, eólica en Chubut; o sea, por primera vez nosotros podemos hablar con orgullo que hay emprendimientos serios y que están produciendo megawatts con un impacto ambiental muy inferior al que puede hacer la energía tradicional.
¿Por qué la Ley de Bosques no tiene los fondos que la norma establece?
Porque no tenemos en este momento, ni el estado nacional ni las provincias, capacidad institucional como para poder hacer realmente esa asignación de recursos. Estamos en un proceso de crecimiento tanto a nivel de nación como de las provincias. Tenemos que evaluar bien los planes de manejo y vas a ver el año que viene un programa de concientización, de educación ambiental con respecto a los bosques nativos para que todos podamos entender los servicios ambientales que brindan y lograr que el conjunto del pueblo argentino realmente asuma a esa protección como una política pública.