La primera conclusión es que son los mismos que están detrás del petróleo de Malvinas con seis poderosos fondos de inversión estadounidense junto al banco inglés Barclays. Y a su vez tres de estas firmas son las principales accionistas de las empresas que actualmente están explorando en las islas.
Por Javier Llorens y Lázaro Llorens (PRENSA RED) publicado por Argenpress
12/08/2010. El 14 de julio pasado, la Cámara de Diputados comenzó con el tratamiento de la nueva ley de protección de glaciares. Que de nueva tiene poco, dado que el dictamen que contó con el despacho de la mayoría, es el mismo texto de la ley impulsada por los diputados Maffei y Bonasso, que fue vetada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el 2008.
Quedaba así nuevamente al borde del precipicio los emprendimientos mineros que la Barrick Gold tiene en Cerro Veladero y Pascua Lama. Este último, gracias al agua de los glaciares argentinos de Lama, es según la misma Barrick, “una de las minas más grandes del mundo y de más bajo costo de la industria aurífera”.
El proyecto fue aprobado en general, con 129 votos a favor y 86 en contra. Los únicos que lo rechazaron, cumpliendo la “obediencia debida” de estrictas órdenes superiores, fueron los integrantes de la bancada del Frente para la Victoria (FPV) capitaneada por el diputado Agustín Rossi. Quien en forma previa a la sesión, intentó aplazar por dos semanas el tratamiento del proyecto, que solo consta de cuatro carillas, con el endeble argumento de que no habían tenido tiempo para analizar los cambios introducidos a última hora, con la anuencia del senador Filmus.
Todo parecía indicar que la cámara baja iba a finiquitar con el tratamiento al proyecto. Sin embargo, a las tres de la madrugada, cuando los diputados se disponían a aprobar el artículo 6 de la ley, que prácticamente hiere de muerte el proyecto de la Barrick en Pascua Lama, la sesión naufragó. Los diputados del PRO encabezados por Federico Pinedo, se levantaron de sus bancas y dejaron sin quórum la sesión, la que debió ser postergada por quince días, tal como lo había requerido la bancada oficialista del FPV.
Irónicamente se podría decir que la sesión se cayó, gracias al Frente PRO la Victoria de los proyectos de la Barrick. Se produjo así una extraña concurrencia de voluntades entre dos bloques supuestamente enemistados a muerte entre si, por el paralelo procesamiento de Mauricio Macri, que este achaca a la perfidia de los Kirchner.
Dos semanas después, el 4 de agosto, la sesión convocada para proseguir con el tratamiento del proyecto, ni siquiera pudo comenzar. Solo hubo 128 legisladores sentados en sus bancas, uno menos de los necesarios para abrir la sesión. Del oficialismo solo estuvo presente el jefe del bloque del FPV, Agustín Rossi, quien no solo adelantó que su bloque no iba a dar quórum, sino que como un augur previamente había pronosticado que la sesión iba a fracasar. En la bancada del PRO estuvieron ausentes los diputados Alonso y Gribaudo (casi el 20 % de ella) a los que se sumaron otros legisladores del Peronismo Federal y del radicalismo.
“Están cobrando por algún lado. No cabe la menor duda. Barrick mueve intereses grandísimos” denunció Bonasso. Esta insólita alianza entre el kirchnerismo (FPV), el macrismo (PRO) y algunos diputados del Peronismo Federal, y del radicalismo, todos profundamente enemistados con el primero, lleva al interrogante ¿Qué fortísimos intereses están detrás de Barrick Gold? Una empresa de corta historia en Argentina, que sin embargo ha logrado resguardar los emprendimientos mineros que tiene en nuestro país. Primero gracias al veto de una ley.
Y ahora juntando cabezas y voluntades de representantes del pueblo profundamente enemistados entre si. A los efectos en definitiva, de que se concrete una entrega territorial, tributaria, y del agua; a favor, como se verá, de los mismos capitales ingleses y norteamericanos que pretenden explotar el petróleo de Malvinas.
El negociado africano de la Barrick
A lo largo de veinte años, en un negocio con ingresos por más de treinta mil millones de dólares, con solo dos mil millones de inversiones infladas, la Barrick se llevará el oro y la plata. Chile cobrará algunos tributos. Y en Argentina solo quedará un enorme basurero toxicó, con un enorme impacto ambiental. Ni en el más atrasado país africano, se podría perpetrar un negociado de esta naturaleza.
Todo comenzó con el descubrimiento en Chile en los ’80 del yacimiento de oro diseminado de Pascua. Según la misma Barrick, uno de los más importantes del mundo, y el de menor costo de explotación. Pero para su extracción con cianuro hacia falta agua en enorme cantidad. Que Chile no dispone, y que además está en permanente disputa con sus pobladores. El agua estaba del lado argentino, en Lama. Y así sumado a los requerimientos de otros emprendimientos mineros extranjeros en las provincias de Santa Cruz (gobernada por los Kirchner) y Catamarca; gracias a Menem, Cavallo, las “relaciones carnales” y al clan Gioja – lobysta minero y de la Barrick- se fue urdiendo pacientemente la siguiente telaraña legal: La ley de la gran minería en 1994.
El tratado de complementación minera con Chile en 1997. La ley de recalculo y disminución de las regalías en 1999. El protocolo complementario de ese mismo año, que aseguró a la Barrick el uso del agua de Lama como una servidumbre minera, por el que asumimos obligaciones de servidumbre, que Chile por su parte como país soberano se negó a aceptarlas. La ley de aprobación del tratado con Chile en el 2000, sancionada a la par de la famosa ley Banelco obtenida mediante sobornos. Y la ley de reglamentación de la actividad minera que acordó aun mayores beneficios a las mineras en el 2001. Todas ellas, tanto las leyes menemistas justicialistas, como las radicales, fueron dictadas enteramente a favor de las mineras y de la Barrick Gold, y en contra de los intereses argentinos. Se puede decir entonces que por el oro baila el mono, y también los gobernantes y legisladores argentinos.
Pero la cosa no terminó allí. En el 2008 el Congreso sancionó una ley de protección de los glaciares, que inadvertidamente fulminaba al proyecto de la Barrick, al prohibirle utilizar el agua de los glaciares de Lama. En consecuencia, tras la presión de los Gioja y la Barrick, la presidenta Fernández de Kirchner la vetó. De esa forma ya se había cedido el territorio, que había pasado a ser un condado de la Barrick en plena cordillera, y el agua. Y tras cartón en el 2009, el ministerio de Economía cedió todos los tributos a favor de Chile, con el cuento de que el mineral proviene de allí.
Tras el veto presidencial, en el 2009 los Gioja redactaron una ley de protección de Glaciares conforme la necesidades de la Barrick, que se la hicieron firmar al senador Filmus, e inmediatamente el Senado aprobó. Y continuación en este año se produjeron recientemente los dos fracasos sucesivos en la Cámara de Diputados, en el intento de sancionar nuevamente la ley vetada por la Sra. Presidenta. Impulsados por el interrogante de que tan poderosos intereses internacionales pueden manejar a los gobernantes y legisladores argentinos como si fueran sus marionetas, emprendimos esta investigación, para encontrarnos al final de ella con algunas sorpresas.
Los verdaderos dueños de la Barrick Gold
La primera conclusión de esa investigación es que Barrick Gold, no es una empresa canadiense, y que su presidente, el inefable Peter Munck no sería quien realmente mueve los grandes hilos de la compañía.
Concretamente en el proyecto de Pascua Lama según el sitio www.olca.cl, los verdaderos dueños de Barrick Gold, son seis poderosos fondos de inversión estadounidenses, junto al banco inglés Barclays. Y a su vez tres de estas firmas son las principales accionistas de las empresas que actualmente están explorando en Malvinas en busca de petróleo (Rockhopper Exploratión, Desire Petroleum Plc, Falkland Oil and Gas, y Borders & Southern Petroleum).
Las siete compañías que detentan más del 52% del paquete accionario de Barrick Gold, y que mantienen vínculos con las petroleras de Malvinas son las siguientes:
– The Capital Group: Es un fondo de inversión estadounidense. En el proyecto de Pascual Lama detenta el 31% de las acciones a través de sus dos compañías subsidiarias, Capital Research and Management Co, y American Founds. Aunque desde siempre ha cultivado un bajísimo perfil, con un capital de un billón de dólares, es el fondo de inversión más grande e influyente del mundo. Tiene acciones en más de 250 poderosas compañías tales como: Repsol YPF, ALCOA, JP Morgan – Chase Manhatan, Bank of New York, Chevron, Citigroup, Disney Walt Co, Exxon, Fiat, Lockheed Martin, Petrobras, Telecom, Banco BBVA, Banco Santander, etc. A través de su subsidiaria Capital Research and Management, tiene acciones en la empresa Rockhopper Exploratión Plc. La única petrolera de las cuatro que están explorando actualmente en Malvinas, que ha declarado haber encontrado promisorios hallazgos de petróleo.
– Tradewinds Global Investors: Fondo de inversión norteamericano. En Barrick Gold – Pascua Lama detenta el 4,4 % de las acciones. Este fondo de inversión es uno de los principales accionistas de la compañía petrolera British Petroleum (BP), responsable de provocar recientemente la más grave catástrofe ambiental en la historia. También es el principal accionista de ALCOA, la compañía productora de aluminio más grande del mundo. Uno de cuyos presidentes fue el recordado Paul O’Neill, ex secretario del Tesoro de EE.UU bajo el gobierno de George W. Bush en el 2001 y 2002, quien dijo que los plomeros norteamericanos no tenían porque hacer frente a la crisis financiera argentina de entonces.
– Banco Barclays: En el proyecto Pascua Lama detenta el 4,4 % de las acciones. Este poderoso banco inglés tiene un fluido vínculo con el gobierno de los Kirchners. Fue quién encabezó los canjes de la deuda en default en el 2005 y 2010. En esta última ocasión fue denunciado por el diputado Claudio Lozano de Proyecto Sur, por estar involucrado en “tráfico de influencias” junto con la consultora Arcadia. Barclays es el principal accionista de Desire Petroleum Plc, otras de las empresas inglesas que explora en Malvinas. Hecho por el cual también fue denunciado ante la justicia. Desire Petroleum también tiene entre sus cinco principales accionistas, a los bancos Societé Generalé y HSBC, que a su vez son accionistas minoritarios de Barrick Gold.
– NWQ Investment Management. Fondo de inversión estadounidense. En Barrick Gold-Pascua Lama posee el 3,2 % de las acciones. Se trata de influyente banco de inversión. Detenta acciones en diversas e importantes multinacionales por 37 mil millones de dólares. Además de la Barrick Gold, tiene acciones en Citigroup, Motorola, Lockheed Martin y JP Morgan Chase & Co. A su vez en esas compañías también es accionista The Capital Group, la principal accionista de la Barrick.
– Lord Abbett & Co. Fondo de inversión estadounidense. En el proyecto minero Pascua Lama de Barrick Gold detenta el 3% de las acciones. Igual que los anteriores, se trata de un fondo de inversión muy influyente en EE.UU. y en el mundo. Maneja unos 60 mil millones de dólares, y uno de sus directores es el republicano William “Bucky” Bush, tío del ex presidente de EE.UU, Gorge W. Bush. Es propietaria de ocho millones de acciones de la contratista todo servicio Halliburton, de extensa andanzas en Irak y Afganistan, cuyo presidente y director general fue el ex vicepresidente de EE.UU. Dick Cheney.
– Blackrock. Fondo de inversión norteamericano. En Pascua Lama posee el 2,9% del paquete accionario. Es el principal accionista de la petrolera anglonorteamericana BP. La propiedad del fondo la detenta el banco Merill Lynch y PNC Financial Servicies Group. Dos entidades financieras controladas por Barclays, JP Morgan & Chase Manhatan Bank, The Capital Group, y Fidelity Management & Research. Blackrock es accionista de Falkand Oil and Gas y Borders & Southern Petroleum, las otras dos compañías petroleras que buscan crudo en Malvinas. La principal accionista de Falkand Oil and Gas es Asset Management. Y de Borders & Southern Petroleum, Credit Suisse First Boston Bank. Estas dos firmas son a su vez accionistas minoritarias de Barrick Gold en Pascua Lama.
– Fidelity Management & Research: Fondo de inversión estadounidense. El segundo más importantes del mundo después de Capital Group. En Pascua Lama posee el 2,9% de las acciones. Actualmente es uno de los principales accionistas, junto con el Barclays, de Occidental Petroleum (Oxy). Petrolera que en mayo de este año llegó a un acuerdo con el gobierno santacruceño encabezado por el ultrakirchenrista Daniel Peralta, para extender anticipadamente por diez años más los concesiones hidrocarburíferas que esa compañía norteamericana tiene en la provincia de Santa Cruz, en el área de San Jorge, que vencían recién en el 2017. A su vez Fidelity Management & Research, es accionista de otras importantes compañías que son a su vez accionistas de la Barrick; como Goldcorp, Banco Francés, y el fondo de inversión Blackrock.
Además de estas siete firmas, otros muy importantes bancos y fondos de pensión figuran como accionistas de Barrick Gold. Entre ellos sobresalen el Deutsche Bank, Goldman Sachs (socio del grupo Clarin), Bank of America, General Electric, JP Morgan Chase & Company, Citigroup, Morgan Stanley, etcétera.
“La mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo”
El título del thriller “La mano que mueve la cuna”, proviene del referido título del poema del norteamericano William Ross Wallace, que elogia la maternidad como la fuerza preeminente para gobernar el cambio en el mundo. La metáfora, tanto en el sentido derecho del poema, o del siniestro del thriller, cabe con creces en relación al interrogante, de que poderosísima corporación de intereses son los que mueven, tanto la cuna de oro de la Barrick en Pascua Lama, como la del petróleo en Malvinas. Y en consecuencia, que corporación de intereses mueve la cuna de los diputados que se opusieron a la sanción, y se ausentaron de las sesiones destinadas a sancionar la ley de protección de glaciares.
Como se dijo, en el emprendimiento de Barrick Gold en Pascua Lama, su principal inversor con el 31% de las acciones es The Capital Group, a su vez principal accionista de la recientemente afortunada petrolera malvinera Rockhopper. Aunque para la mayoría de los mortales el nombre de ese fondo de inversión suene desconocido, en absoluto lo es. Los expertos suizos Stefano Battiston y James Glattfelder, en un reciente trabajo académico titulado “El esqueleto de las complejas redes de las corporaciones empresarias: El flujo de control” propusieron un método matemático para analizar las complejas constelaciones de imbricaciones y participaciones empresarias; que conforman una telaraña de intereses profundamente entrelazados entre si, aparentemente inextricable. Como conclusión de ese análisis expresaron (Capítulo V.2 “El flujo del control”, p. 18):
“Si uno se centra en la frecuencia con la que aparecen en los esqueletos de las redes en los 48 países analizados, es posible identificar a los poseedores de poder mundial. Lo que sigue es una lista de los diez primeros, compuesto del nombre de la empresa, la actividad, el país donde tiene su sede, y su clasificación de acuerdo al número de veces que está presente en los esqueletos de las redes de los diferentes países:
Capital Group Companies (Inversiones, EE.UU., 36), Fidelity Management & Research (Inversiones y servicios, EE.UU., 32), Barclays PLC (servicios financieros, GB, 26), Franklin Recursos (inversiones, EE.UU., 25), AXA (compañía de seguros, FR, 22), JP Morgan Chase & Co. (servicios financieros, EE.UU., 19), Dimensional Fund Advisors (inversiones, EE.UU., 15), Merrill Lynch & Co. (inversiones, EE.UU., 14), Wellington Management Co. (inversiones, EE.UU., 14) y UBS (servicios financieros, CH, 12).”
De dicha nómina de diez, hay cinco grupos, encabezados por el lider The Capital Group, y seguidos inmediatamente por Fidelity Management & Research y Barclays PLC, que están estrechamente relacionados tanto con los negocios mineros de la Barrick Gold, como los petroleros en Malvinas. El más notable de todos, The Capital Group, es un grupo ligado estrechamente a los intereses de la familia Rockefeller, que tiene actualmente como máximo representante a David Rockefeller. El presidente y director de ese grupo inversor, el primero del mundo, que tiene su sede en el Rockefeller Center de Nueva York, es James F. Rothenberg.
Quién a su vez es un conspicuo integrante del “Centro David Rockefeller de Estudios Latinoamericanos” de la Universidad de Harvard. Un organismo fundado por quién le dio su nombre, que supuestamente está abocado al estudio de la realidad social y política del Cono Sur. Además Rothenberg es gerente de Harvard Management Company -universidad estrechamente ligada al mencionado magnate- y miembro de la “corporación de Harvard”, que dirige los destinos de esa universidad. Entre sus selectos miembros figura entre otros Robert Rubin; ex presidente Citigroup, ex secretario del Tesoro, y actual asesor de Barack Obama.
El magnate venezolano Gustavo Cisneros, socio de la familia Rockefeller en distintos emprendimientos (testaferro para algunos) es un conspicuo miembro de la junta directiva, y asesor internacional de la Barrick Gold. Compañía en la cual Cisneros tiene un papel sumamente destacado, que se vio reflejado el 26 de junio pasado, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, junto con el gobernador de San Juan José Luis Gioja, compartieron en Toronto, Canadá, un almuerzo con el staff directivo de Barrick Gold, en el cual participaron Munck y Cisneros. Fue en esa esa reunión, realizada sin respetar el mínimo protocolo, tanto moral como de estilo, donde la presidenta Fernández de Kirchner le garantizó a esa compañía minera que “las reglas no cambiarán, y eso es muy importante para una inversión de largo plazo”.
Los lazos entre la familia Rockefeller -cuyo banco JP Morgan Chase también aparece como accionista de Barrick Gold- y Cisneros son mus estrechos y de larga data. Los inició Nelson Rockefeller, quien para no tener que dividir la monopólica Corporación Distribuidora de Alimentos venezolana (CADA) decidió incorporar como socio latino a Cisneros.
Desde allí la relación se hizo interminable. Actualmente, según su curriculum que está colgado en su sitio Web (http://www.cisneros.com) este conspicuo director de la Barrick, es miembro de “Consejo Universitario de la Universidad Rockefeller” y del “Comité Asesor del Centro David Rockefeller para Estudios Latinoamericanos” de la Universidad de Harvard, junto al mencionado Rothenberg del Capital Group.
También, es asesor internacional del Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU., y asesor del Presidente de la Sociedad de las Américas. Dos influyentes instituciones creadas por David Rockefeller, que reúne a los funcionarios, empresarios e intelectuales más influyentes del mundo, y cuyo creador y presidente vitalicio es el referido Rockefeller.
Un dato elocuente de esta relación fue el premio que recibieron de manos del propio Rockefeller en el 2008, Peter Munck y la esposa de Cisneros, Patricia Phelps de Cisneros, por su “contribución filantrópica a las artes, la educación e iniciativas sociales en las Américas”. Casualmente, en ese evento organizado por la Sociedad de las Américas en New York, estuvo presente el actual diputado del Peronismo Federal Eduardo Amadeo; quien el miércoles pasado estuvo ausente en la fallida sesión para el tratamiento de la ley de protección de glaciares, que por solo un voto no pudo sesionar.
Más vínculos entre la Barrick y la corporación Rockefeller
Los lazos entre David Rockefeller y la Barrick no acaban aquí. En el 2003 el comerciante minorista estadounidense de oro Blanchard & Co, denunció en los tribunales de Louisiana, a la empresa Barrick Gold y al Banco JP Morgan Chase Manhatan, propiedad de los Rockefeller. Los acusó de obtener miles de millones de dólares, mediante especular fraudulentamente en los mercados a futuros de oro.
En esa presentación judicial, Blanchard & Co, develó la participación del banco JP Morgan Chase & Co en Barrick Gold, a través la compañía “Trizec Hahn”, que el banco controlaba. Según la denuncia “Trizec Hahn” y sus socios, incluyendo al JP Morgan, obtuvieron más de 1.300 millones de dólares en ganancias a partir de las acciones de Barrick Gold.
Cabe señalar que a pesar de que los proyectos mineros de la Barrick en Argentina penden de un hilo, Barrick Gold ya tiene vendida a futuro buena parte de la producción de Pascua Lama y Cerro Veladero. En el 2009 la Barrick hizo público el acuerdo que alcanzó con Silver Wheaton Corp., propiedad del especulador Gorge Soros, para la venta del 25% de la producción de plata que obtendrá del yacimiento Pascua Lama, durante todo el periodo de vida de la mina.
El acuerdo, por el cual Barrick Gold recibirá 625 millones de dólares, incluye también la venta del 100% de la plata que obtendrá de las minas Laguna Norte y Pierina (Peru) y en Cerro Veladero (Argentina) hasta que el proyecto binacional Pascua Lama comience con sus actividades.
Aunque en Argentina la aparición de la corporación Rockefeller como accionista en la minera Barrick Gold suene extraño, en Chile no lo es. En el país vecino diversas ONG han atribuido la propiedad de esa empresa minera al magnate norteamericano. La incursión de la corporación Rockefeller allí data de 100 años atrás. Los Rockefeller, junto con los Rothschild, eran los propietarios de la Anaconda Copper Mining Company (Chuquicamata). La mina de cobre a cielo abierto más grande del mundo, que fue estatizada en 1971 por el gobierno de Salvador Allende, con la aprobación unánime del Congreso chileno.
Esta expropiación fue uno de los principales motivos por los cuales Henry Kissinger, ex profesor de historia de Harvard, y máximo estratega de los intereses Rockefeller en el mundo, por entonces secretario de Estado de EE.UU, impulsó el derrocamiento de Allende. Empleando entre otras medidas para ello, el embargo a las exportaciones del cobre chileno. Su participación fue casi cara descubierta y sin tapujos. Al punto tal que dos años después de perpetrado el golpe, la Junta Militar de Gobierno encabezada por Augusto Pinochet pagó una suculenta indemnización de 250 millones de dólares a las familias Rockefeller y Rothschild, por la expropiación de la Anaconda Copper Mining Company.
A partir de allí, la influencia en Chile del mandamás del JP Morgan Chase, se profundizó notablemente. Al punto tal que todos los presidentes que gobernaron Chile luego de Pinochet, olvidándose de las penurias de Allende, mantuvieron decisivos encuentros con don David Rockefeller, y sancionaron importantes leyes a favor de sus intereses. El caso más paradigmático fue el de Patricio Aylwin, quien dos semanas después de haber asumido, gracias al apoyo económico que le brindó el grupo Rockefeller a la coalición “La Concertación”, aprobó un paquete de leyes que beneficiaban directamente a las empresas mineras.
Su cercanía a Rockefeller se hizo explícita en 1993, cuando Aylwin, impulsor junto a Carlos Menem del Proyecto Pascua Lama, viajó a Washington a condecorar al banquero norteamericano con la Orden “Bernardo O’Higgins”.
Lo mismo hizo Ricardo Lagos, el primer presidente socialista luego de Allende, quien durante su gobierno, como una muestra de su compromiso con Barrick Gold, logró que el Congreso chileno aprobara dos veces el proyecto Pascua Lama, en el 2001 y el 2006. Por esta servil actitud, propia de la generalidad de los gobernantes latinoamericanos, en el 2005 Lagos recibió en la sede del Consejo de las Américas, el premio “Gold Insigne”. Galardón que le fue colgado en su cuello por el propio David Rockefeller.
Bachelet tampoco estuvo exenta de participar en esta prolongada política a favor de la Barrick y los Rockefeller. Al igual que la presidenta Fernández de Kirchner, el año pasado la ex presidenta chilena fue agasajada en el Consejo de las Américas con una rumbosa cena organizada por la Barrick Gold, que fue duramente cuestionada por las organizaciones ambientales chilenas opositoras al emprendimiento de Pascua Lama.
Como no podía ser de otra manera, como primer invitado se hizo presente en ese banquete David Rockefeller, presidente Honorario del Concejo de la Américas, y también su presidente emérito George W. Landau, ex embajador de EE.UU. en Chile entre 1977-1981, durante la dictadura de Pinochet. La defensa de los Derechos Humanos parece que se cae, cuando aparece el oro de por medio.
El gobierno y los legisladores subordinados a la corporación Rockefeller
La cooptación de la clase dirigente por parte del clan Rockefeller no solo acontece en Chile, sino también en Argentina. Es lógico pensar que si la actividad minera en los Andes se extendió desde Chile hacia Argentina, también se debió haber extendido la intensa y extensa acción de lobby que allí los grandes intereses mineros practican.
Actualmente, en el Congreso Nacional la ley de Protección de Glaciares, que afecta directamente los emprendimientos de Barrick Gold, luego de ser aprobada en general, está trabada en Diputados desde hace casi un mes. Y si llega a salir de allí, un durísimo trámite seguramente le espera en el Senado, donde hay reiteradas denuncias de la existencia de un Shopping de legisladores al mejor postor. Los cuales se pueden llamar Kirchner… Rockefeller, o algunos de sus sucedáneos.
El ex presidente Nestor Kirchner, verdadero jefe de gobierno y de la bancada de diputados, realizó dos conferencias en el Concejo de la Américas de Rockefeller. La primera en Julio del 2003, a poco de asumir su mandato, donde se entrevistó personalmente con el magnate norteamericano. Su esposa, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, también concurrió a fines del 2007 al Concejo de las Américas, y participó de una conferencia, junto a su titular Susan Segal, operadora de alto vuelo de Don David, y ejecutiva del Chase Manhatann Group.
Cabe recalcar que Segal y Cristina Fernández de Kirchner mantienen una cercana relación, que la Segal se empeñó en cultivar. Al punto tal que desde la llegada de los Kirchner al poder, el Concejo de las Américas de la corporación Rockefeller se dedicó a efectuar una conferencia anual en el hotel Alvear, contando como concurrentes a los mas notable del gobierno y el empresariado argentino, además de altos visitantes para la ocasión, todos ellos vinculados directamente a los intereses Rockefeller. Tan significativa ha sido esta acción de lobby cultivada pacientemente por la Segal, que en su curriculum la Sra. presidenta destaca la conferencia que brindó en el “Consejo de las Américas” en Nueva York, “con la presencia de su presidenta y CEO Susan Segal”.
Estos encuentros cercanos del tercer tipo entre el matrimonio presidencial y Rockefeller y/o sus operadores, quizás sean las razones por las cuales el gobierno nacional fue tan contundente al aplicar el veto a la Ley de Protección de Glaciares; y al prometerle a Munck y Cisneros que las reglas de juego minero no se tocarían. Y porqué es tan ineficaz, para detener la exploración de petróleo en las costas de Malvinas; atento a que detrás de Malvinas y la Barrick se vislumbran los mismos intereses.
En el Peronismo Federal, el nexo con la corporación Rockefeller parece ser el mencionado diputado Mario Amadeo. Ex embajador de EE.UU. durante la presidencia de Duhalde, y ex funcionario de Menem, a quien Rockefeller definió en su momento, como “un hombre fascinante”. Lo mismo que había hecho antes con Martínez de Hoz, a quién tildó de “genio”.
Amadeo es miembro del Concejo para las Relaciones Exteriores, y de la Sociedad de las Américas. Su pertenecía a estas instituciones rockefellerianas, explicaría porque en la sesión del 14 de julio, votó a favor de en general de la Ley de Protección de Glaciares, pero en contra su artículo 2°. Siendo este precisamente, uno de los tres artículos que comprometen los emprendimientos de Barrick Gold en Pascua Lama y Cerro Veladero.
Los tentáculos del super banquero norteamericano también enriendan al PRO. El año pasado Mauricio Macri, ex gerente general de Socma, inauguró junto a Susan Segal la conferencia que el Concejo de las Américas realizó en Buenos Aires. En la cual también dijeron presentes los diputados Agustín Rossi (FPV) y Francisco de Narváez, quienes se ausentaron del recinto para impedir el tratamiento de la ley.
Estos lazos llegarían incluso hasta el Jefe de la bancada del PRO, Federico Pinedo. Quien en la sesión del 14 de julio pasado se encargó de dejar sin quórum la sesión, precisamente cuando se trataba el artículo 6° que prácticamente hería de muerte al proyecto Pascua Lama. Pinedo, ex funcionario de Domingo Cavallo, a quien Rockefeller calificó como “un hombre extraordinario”, fue por entonces subinterventor de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones.
Tuvo a su cargo en 1993 la licitación de la telefonía celular en el interior, donde hoy la compañía América Móvil (Claro) -cuyo principales accionistas son The Capital Group y JP Morgan Chase Manhatan- tiene un marcado predominio. También participó como consultor de la privatización del mercado de las telecomunicaciones en algunos países de Centro América. Sería muy interesante que el pueblo argentino conozca la nomina de las empresas que son o han sido clientes de su afamado estudio de abogado.
Respecto Malvinas, Pinedo es integrante del Consejo Asesor del alicaído Observatorio Parlamentario Malvinas. Pese a que fue un antepasado suyo, el que contrariando las órdenes recibidas, las entregó sin disparar un tiro, y fue enjuiciado y condenado por ello. Sin embargo apoyó con reparos el proyecto de ley aprobado en Diputados, que prevé sanciones económicas concretas contra empresas que operen en Argentina, y a su vez participen en la exploración o explotación petrolera en la zona de las islas. Ley que de sancionarse definitivamente, alcanzaría de lleno a la Barrick y sus poderosos accionistas.
El diputado de Macri cuestionó ambiguamente ese proyecto de ley, diciendo que “no favorecerá a que Gran Bretaña se siente en una mesa a negociar la soberanía”. Claro que no. Para ello, conforme los planes del Reino Unido, previamente debemos entregarle el petróleo, tal como lo está procurando hacer nuestro actual gobierno. En un marco de democracia, el problema de Argentina no está en los poderosos que nos compran desde afuera, sino en los vivos que con uno u otro argumento, nos venden desde adentro. Para eso sirve la corrupción.