Rx de afectado por asbestoRepresentantes de las víctimas del amianto procedentes de América Latina, Europa y Asia se reunieron en Turín (norte de Italia) para reclamar el fin de la “impunidad” y la prohibición mundial de “la fibra asesina”, que se halla en plena expansión en los países en desarrollo.

 

Por Mathieu Gorse (AFP)
Turín, Italia – 17/03/2010.
Este encuentro, organizado lunes y martes por la asociación internacional Ban Asbestos (‘Prohibir el amianto’) busca “mostrar nuestra determinación para acabar con la impunidad de los responsables de la catástrofe mundial del amianto”, recalca Annie Thébaud-Mony, portavoz de Ban Asbestos Francia.

Los representantes de las víctimas, que son varias decenas, decidieron reunirse en Turín ya que esta ciudad se ha convertido en un símbolo de su combate: desde diciembre se lleva a cabo aquí el proceso más importante jamás organizado sobre el drama del amianto, y el primero en lo penal, con aproximadamente 6.000 demandantes.

Stephan Schmidheiny, ex propietario del grupo suizo Eternit, que fue un importante accionista de la firma italiana Eternit, y el belga Jean-Louis Marie Ghislain de Cartier de Marchienne, que fue accionista minoritario y administrador de esa sociedad, están acusados de ser responsables de la muerte de más de 2.000 italianos.

“Las condenas que esperamos se produzcan deben servir de jurisprudencia. Los industriales del amianto sabían exactamente cuáles iban a ser las consecuencias en lo que respecta a enfermedades”, acusó Annie Thébaud-Mony, quien es igualmente directora de investigaciones en el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm).

Pese a que es difícil cuantificar las consecuencias mortales del amianto en numerosos países, en Francia podría ser responsable de unos 100.000 decesos antes de 2025, según la Agencia Salud-Medio ambiente (Afsset).

En América Latina se dio un primer paso adelante en 2008, cuando una ley del Estado brasileño de Sao Paulo que prohibía el amianto en esa región fue juzgada constitucional pese a un recurso interpuesto por industriales, recordó Mauro de Azevedo Menezes, abogado de la Asociación Brasileña de Víctimas (Abrea).

En Suiza, las víctimas tropiezan con un plazo de prescripción de diez años, pese a que las enfermedades causadas por el amianto (cáncer del pulmón o de la pleura, fibrosis pulmonar) se declaran “al cabo de 20 años mínimo”, denuncia Françoise Bonvin, quien perdió a su marido cuando este tenía 48 años.

Sin embargo no se dan por vencidos. “Las familias son pacientes”, observa Eric Jonckheere, copresidente de la asociación belga de víctimas del amianto, quien dijo que no busca “vengarse”, sino que se aplique la justicia. Su padre, ingeniero de Eternit en Bélgica, su madre y dos de sus hermanos fallecieron.

El amianto fue prohibido en toda la Unión Europea (UE) en 2005 cuando entró en vigencia una directiva de 1999, y ahora, Ban Asbestos milita por una prohibición mundial con el fin de que el drama no continúe en los países en desarrollo.