La Asamblea advierte a la población y a sus organizaciones sociales y políticas que el Estado Argentino continúa con las políticas de sostén a corporaciones y sectores que viven de la mera extracción de bienes comunes como petróleo, minería, pesca, hidroelectricidad, control de aguas y cuencas.

COMUNICADO DE LA ASAMBLEA COORDINADORA PATAGÓNICA POR LA VIDA Y EL TERRITORIO
Lago Puelo, CHUBUT, Sábado 28 de enero de 2006

Además de contaminar y vaciar nuestros recursos productivos, desindustrializan al país, multiplican los mecanismos de pobreza, desvalorizan las economías regionales y el trabajo creativo de la población. Así, en el mejor de los casos, ofrecen un escaso pan para hoy, pero la realidad muestra que el hambre, la desocupación, la pérdida de control sobre la producción y el comercio han empeorado gravemente. Por esta razón también se entiende que el EJE del SAQUEO Estado-Corporaciones multiplique sus tácticas. Por ejemplo, la reforma constitucional en Neuquén garantiza la riqueza al sector extractivo al mismo tiempo que niega totalmente los derechos a los pueblos originarios y limita severamente los derechos políticos de toda la población. Algo similar ocurre con la reforma del Código Ambiental de Chubut que, con la fachada de un lenguaje técnico, pretende justificar grandes cambios sin el consentimiento y la participación social. En ambos casos se puede reconocer la redacción de los beneficiarios directos de éstas políticas, y de funcionarios que publicitan éstas reformas como caminos válidos. Las tendencias observadas a través de las Cartas Orgánicas Municipales también ejemplifican la entrega en cuotas de los bienes comunes de los pueblos.

Nada de esto es nuevo: los grandes negociados-trampa como el ALCA, la APEC, y otros tratados autodenominados de “libre comercio”, también son realizados por “nuestros representantes” en nombre de todos y en sesiones cerradas y secretas.

Entre los objetivos de este tipo de políticas se encuentra la construcción de un
nuevo paso internacional terrestre a Chile, en las cercanías del Lago Puelo. Está publicitada como “integración”, pero tiene varias lecturas; en primer lugar beneficia principalmente al tráfico de metales y minerales destinados a la industria asiática, en segundo lugar facilita la especulación sobre la tierra, generando presiones inmobiliarias, turísticas y financieras que amenazan a todas las comunidades de la región, y especialmente a los viejos pobladores y comunidades mapuche, como las de las familias Cayún y Cárdenas en Lago Puelo. A esa espiral especulativa se agregan otros espacios de uso exclusivo y excluyente, como promotores de casinos, canchas de golf, countries privados, “eco-estancias” y otros que cotizan en bolsa. Detrás del plan de extender los ejidos municipales florecen silenciosos negocios particulares seudo-progresistas. En otros lugares de la cordillera, el esquema del saqueo propone las represas imaginadas para el río Carrenleufù/Corcovado, el uso privado de cuencas hídricas, la biopiraterìa y patentamiento de la biodiversidad o el caso que más nos ocupa: la minería parasitaria y altamente contaminante.

Las ramificaciones y consecuencias de este festival inversor afectan a toda la región de manera devastadora en lo cultural, económico, social y ecológico.

Exigimos al Banco Interamericano de Desarrollo y a otros organismos de crédito, o a sus intermediarios, de abstenerse a financiar cualquiera de estas aventuras usurpadoras por no haber sido consultadas las comunidades afectadas por las mismas.

Esta Asamblea reafirma el compromiso de enfrentar la explotación y prospección minera en toda la Patagonia, Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, y se solidariza con la lucha de los pueblos y territorios afectados por la minería y otras formas parasitarias de explotación humana y de la naturaleza en todo el país y continente.