La localidad chilena Chaitén, palabra de origen huiliche que significa canasto de agua, se puso en el oído y vista de todo el mundo en pocos días por estar ubicada a 10 km del Volcán de 1122 mts. que continúa erupcionado desde el 2 de mayo pasado. Para muchos, el desastre ecológico provocado por la erupción del volcán tardará varias décadas en revertirse y la fisonomía de esa zona del sur chileno habrá sido alterada por completo. La bella localidad turística fue altamente impactada por un fenómeno natural que se adelantó al otro impacto que hubiese recibido la población y todo el ecosistema, ya que la minera norteamericana Geocom lleva a cabo exploraciones en aproximadamente 91.700 hectáreas de tenencias minerales en la región.
Por Norberto Ovando (*)
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La localidad chilena Chaitén, palabra de origen huiliche que significa canasto de agua, se puso en el oído y vista de todo el mundo en pocos días por estar ubicada a 10 kilómetros del Volcán, que el Instituto Smithsonian de USA lo identifica como Volcán nº 1508-041, de 1122 mts.
Para muchos, suponiendo que la situación en Chaitén haya llegado a su punto máximo -algo que muchos especialistas ponen en duda-, el desastre ecológico provocado por la erupción del volcán tardará varias décadas en revertirse y la fisonomía de esa zona del sur chileno habrá sido alterada por completo.
Mientras tanto, la situación sigue siendo crítica. Además de la posibilidad de la expulsión de lava y rocas incandescentes, que provocarían terribles daños en un amplio sector alrededor del volcán, el mayor temor se centra en el colapso de la masa del Chaitén, lo que causaría movimientos sísmicos considerables en esa zona de la Cordillera de los Andes, con consecuencias imprevisibles. Los temblores han sido una constante desde el comienzo de la erupción y no se descarta que jueguen un papel determinante en la evolución de la actividad del Chaitén durante los próximos días.
Pero más allá de lo que puede ocurrir en el futuro inmediato, el impacto sobre el ambiente ha sido tremendo.
Una capa de más de 20 y 30 centímetros de cenizas volcánicas ha convertido al suelo de Chaitén, Futaleufú y Palena en una masa gris con una consistencia similar al cemento, arruinando las tierras cultivables y gran parte de la vegetación por completo. El volumen acumulado de cenizas es tan grande que no existen referencias que permitan estimar con certeza la velocidad de recuperación de los terrenos, aunque los más optimistas calculan que pasarán varias décadas hasta que los suelos de la región recuperen su fertilidad.
Foto Fuerza Área de Chile El agua constituye otro aspecto crítico. Los ríos y lagos de la zona están repletos de cenizas y se estima que recién durante el deshielo de primavera las aguas irán limpiando la presencia de cenizas.
La bella localidad turística fue altamente impactada por un fenómeno natural que se adelantó al otro impacto que hubiese recibido la población y todo el ecosistema, ya que el programa que lleva a cabo Geocom (empresa minera con base en Estados Unidos) motivó a la compañía la obtención de aproximadamente 91.700 hectáreas de tenencias minerales.
Cuatro equipos técnicos se desplegaron en la zona para desarrollar un exhaustivo plan de exploración, es decir, hacer mapeo y tomar muestras detalladas en nueve puntos de alta prioridad, los yacimiento se encuentra en la cuenca del río Futaleufú, a unos 70 km al sudoeste de fallido yacimiento Cordón Esquel de la canadiense Meridian Gold. Estos son los pórfidos de oro-cobre en El Espolón, Río Tranquilo, Ventisquero y Cerro Chaitén; el de oro diseminado Cerro Primero; la zona de oro Cerro Cóndor; el blanco de plata Río Tigre; el pórfido de cobre Río Azul; y Cerro Mera con oro-cobre.
Mapa: No a la Mina El senador por Aysén y presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Antonio Horvath Kiss (RN), en su momento, declaró que no tenía antecedentes. A su vez indicó que indagará sobre estas: “Las voy a investigar. La verdad es que toda la zona austral está sometida a riesgo de investigación minera. La minería se sabe que es muy agresiva y la vocación de la Patagonia es claramente el turismo, la biodiversidad y la identidad cultural de la gente”.
Estas transnacionales están buscando activamente paraísos de contaminación en el Tercer Mundo. Por algo las trasnacionales mineras vienen a Chile, Argentina o a otros países emergentes, en vez de quedarse desarrollando proyectos en sus países de origen.
Los ecosistemas de la Patagonia, como la X Región chilena o la provincia de Chubut en Argentina, presentan una gran biodiversidad y muchas de sus especies presentan un alto grado de endemismo, es decir, son únicos en el mundo. Nuestros ecosistemas son prístinos pero también frágiles, lo que significa que si se alteran, los cambios perdurarán por un largo tiempo o serán directamente irreversibles.
Sabemos que los proyectos mineros son muy invasivos, destructores del medio ambiente y altamente contaminantes. Más aún si estos se hacen en una zona de características naturales tan valiosas como la Patagonia chilena o argentina, y sabemos que se está aumentando la presión por desarrollar muchos proyectos, estos ponen en grave peligro la subsistencia de este macro ecosistema, y que de materializarse destruirían la forma de vida de los pobladores que habitan en la zona y dañarían o destruirán ecosistemas valiosos para Chile, Argentina y el mundo.
Mientras el volcán Chaitén continúe rugiendo, expulsando cenizas y haciendo temblar los suelos, existe la posibilidad de que la situación se agrave y mientras las explotaciones mineras sigan avanzando, la situación, también se agrava.
De una u otra manera el Chaitén fue o iba a ser impactado. (*) Vicepresidente Asociación Amigos de los Parques Nacionales – AAPN –
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas – WCPA – de la UICN