Me explican que recientemente las 10 multinacionales más poderosas del mundo se aliaron en un interesado esfuerzo corporativo para reimpulsar sus ventas, afectadas como están por la crisis actual. Dedicando muchos recursos económicos, humanos y 16 meses de trabajo, recorrieron todos los rincones del planeta para poder contar con la encuesta de hábitos más completa que haya existido nunca.

 

Por Gustavo Duch
La información me la facilitan mis amigos de la Sociedad de Periodismo Comprometido y Crítico y entiendes perfectamente que quienes impulsaron la encuesta no quieran que se conozcan sus resultados.

La pregunta clave a la que buscaban respuesta era ¿qué nos hace felices? Con programas informáticos de estadística analizaron y agruparon cada una de esas millones de respuestas, obteniendo los siguientes 10 resultados. Lo que nos hace feliz es:

  • Acunar en tus brazos a un bebé y sentir su energía nueva y poderosa. Bajo la sombra de una higuera, de una ceiba, de un arce, de una acacia o de un sauce escuchar el canto de la guitarra, de la gaita, de la flauta de pan o del koto acompañano la voz del poeta.
  • Reunirse con familia y amistades, de siempre o por estrenar, en torno a una mesa o en el banco de la plaza y, mientras las miradas se encuentran, conversar, polemizar, contar y escuchar.
  • Un rincón, una luz tenue, un mate, café o té y el silencio necesario para disfrutar del libro entre manos.
  • El roce de un cuerpo amado, la caricia hecha y la recibida, y entonces estremecerse. El beso que deja sin aliento. Cuando el Sol recién asoma sus primeros rayos, hundir las manos en la tierra sembrada, regar los geranios del balcón, recolectar los frutos maduros, ordeñar las vacas…
  • Sumergirse en el silencio del fondo del mar, sintiendo el oleaje tenue sobre ti, o en una poza fría donde descansa el agua de un río que busca su destino.
  • La tertulia, la reunión, la asamblea -a veces clandestina a veces no- con quienes piensan parecido, para confabular cómo transformar el mundo, para soñar como mejorarlo. Y hacerlo posible. Un paseo, para unos extremo y aventurado; para otros, viejitos, corto y aplanado, por el bosque, por cumbres heladas o por la alameda que lleva del pueblo a la ermita. En primavera cuando despiertan los pájaros.
  • El vacío, respirando el Sol.

Y así fue que en el primer paso de su fabuloso plan de marketing, las diez corporaciones descubrieron que ninguno de los verdaderos placeres nos los pueden vender, ni los podemos comprar.

Porque EN NUESTRA FELICIDAD TAMBIEN SOMOS SOBERANOS.