Una particular actividad ha llamado la atención de contados y arriesgados emprendedores que han decidido llevarla adelante: la minería de asteroides. Conoce a continuación de qué se trata esta iniciativa, cuáles pueden ser sus beneficios y cuáles son los startups (incluida una estrella de la industria del cine) que apuestan a ello.
Fuente: Infobae
Ya nos sorprendimos (y por qué no reconocer que algunos nos atemorizamos un poco) por el hecho de que un meteorito de 17 metros y 10 mil toneladas cayera en Rusia el pasado 15 de febrero dejando más de mil heridos, sólo unas horas antes de que el anunciado asteroide 2012 DA14 pasara ¨cerca¨ de la Tierra a unos 27,520 km. Cuando creíamos que el apocalipsis había quedado atrás en diciembre del año pasado junto a la interpretación de algunas profecías mayas, la inquietud surgió nuevamente, pero fue aplacada por una autoridad como la NASA que enseguida desestimó la relación entre ambos episodios.
En este contexto no podemos evitar pensar en aquellos audaces emprendedores que logran ver una oportunidad a miles de kilómetros… literalmente. Sucede que una particular actividad ha llamado la atención de contados y arriesgados emprendedores que han decidido llevarla adelante: la minería de asteroides. Conoce a continuación de qué se trata esta iniciativa, cuáles pueden ser sus beneficios y cuáles son los startups (incluida una estrella de la industria del cine) que apuestan a ello.
Según publica la agencia de gobierno estadounidense National Aeronautics and Space Administration (NASA), existe una gran riqueza de recursos en los asteroides, también conocidos como objetos cercanos a la Tierra. Por su cercanía a nuestro planeta, no sólo son los objetos más potencialmente peligrosos junto a los cometas, sino también podrían ser los más fáciles de explotar en cuanto a materias primas. Si bien aseguran que en el presente no resulta tan efectivo el traslado de los minerales en cuestión hacia la Tierra, sí es posible usarlos para desarrollar las estructuras espaciales y generar el combustible para cohetes requerido para explorar y colonizar nuestro sistema solar en el siglo XXI. Y además expone que la riqueza mineral residente en los asteroides ubicados entre las órbitas de Marte y Júpiter se ha estimado en un equivalente de 100 mil millones de dólares por cada persona sobre la faz de la Tierra. Definitivamente una suma interesante y atractiva para cualquiera.
¿Qué tipo de materiales se pueden hallar en los asteroides?
En un documento publicado por la NASA, pudimos distinguir los materiales que han atraído la atención de emprendedores como Peter Diamandis y James Cameron. Se trata de dos tipos de materiales: metales y volátiles, ambos esenciales para los viajes al espacio. El costo de lanzar cualquier material desde la Tierra es extremadamente caro, por lo que los materiales útiles que ya se encuentran disponibles en el espacio son de mucho valor. Entre los metales disponibles en los asteroides se encuentran el hierro y el níquel, además de lo que denominan subproductos como cobalto, platino y oro, entre otros; básicos para la producción de acero y equipamiento electrónico. Entre los volátiles a encontrar se hallan el agua, el oxígeno y el carbono, componentes utilizados en toda estación espacial, tanto para vivir como para producir combustible de cohetes.
Los emprendedores atraídos por la minería de asteroides
Apenas en abril del año pasado nos sorprendíamos con la desafiante propuesta del prolífico emprendedor Peter Diamandis: la creación de Planetary Resources, la primera empresa de minería de asteroides del mundo. Fundador de 12 compañías, ingeniero aeroespacial y pionero en la exploración del espacio y el turismo espacial comercial, con empresas como Zero Gravity Corporation, Rocket Racing League y Space Adventures, Diamandis aseguró en una reciente entrevista con WOBI que no se trata de una cuestión de inteligencia. “Es una cuestión de perseverancia”. “Siempre quise viajar al espacio. Somos una especie exploradora, está en nuestro ADN. Sin duda, nuestra civilización no acabará aquí en la Tierra. Saldremos al cosmos, construiremos sociedades en el espacio y, quizá, conozcamos a otras que hayan hecho lo mismo”, agregó.
Incluso Diamandis lleva la exploración de asteroides un poco más allá, convirtiéndola en un imperativo moral: “si pensamos que las naciones emergentes deben tener los mismos estándares de vida que el mundo desarrollado, necesitamos recursos para construir industrias, ciudades. Esos recursos —minerales, metales, energía, espacio físico—, por los que los países entran en guerra, están en cantidades infinitas en el espacio exterior. Con tecnología no sólo podremos explotarlos, sino también hacer un backup de la biósfera terrestre de modo de prevenir cualquier catástrofe, como el impacto de un meteorito que la destruya”.
Y en este sentido se manifestaron desde Planetary Resources hace sólo unos días, haciendo referencia al reciente impacto del meteorito en Rusia y el asteroide que pasó cerca de la Tierra, al expresar que más allá del hallazgo y explotación mineral que pueda lograr su tecnología Arkyd-100 Series, también asistirá en la detección y caracterización de asteroides potencialmente peligrosos para nuestro planeta.
Claro que un emprendimiento de semejantes características no podía tener inversores y consejeros que no le hicieran honor. En este caso, la empresa creada por Diamandis y Eric Anderson está respaldada nada menos que por el CEO de Google Larry Page, el presidente ejecutivo de la misma empresa Eric Schmidt y el aclamado director de cine James Cameron.
A su vez, una nueva compañía llamada Deep Space Industries se acaba de sumar a esta aventura emprendedora en el espacio, con ambiciosos planes para comenzar sus actividades mineras en asteroides para 2020. Entre sus proyecciones se encuentran utilizar pequeños satélites conocidos como Fireflies para explorar los asteroides cercanos en 2015, y Dragonflies, que se lanzarán en 2016, tomando de 3 a 5 años capturar muestras. Así, las operaciones comerciales finalmente se concretarían en 2020. ¿Quiénes serían sus clientes? En principio investigadores científicos y coleccionistas privados, sin descartar a la propia NASA como potencial cliente.
Si bien aún faltan años para poder ver los primeros resultados de esta nueva explotación minera, y son pocas las compañías que apuestan a ello, ya comienzan a surgir algunas problemáticas a su alrededor. ¿No te has preguntado a quién pertenecen los asteroides, después de todo? He aquí un dilema legal señalado hace unos días por el sitio Nationalgeographic.com: el Tratado del Espacio de las Naciones Unidas de 1967 prohíbe la posesión de otros cuerpos celestes por parte de Gobiernos sobre la Tierra. Pero las administraciones norteamericanas han argumentado por mucho tiempo acerca de que eso no aplica para las compañías privadas y los potenciales derechos de minería.