Veinte años de organización comunitaria contra la megaminería, la democracia participativa y la autodeterminación de los pueblos. Son algunos de los ejes que recorren los cuatro capítulos sonoros que describen la historia y el presente de un emblema contra el extractivismo. Decenas de entrevistas y una investigación que da cuenta de un triunfo popular.

Por Silvina Belén Arrieta

Foto portada: Nicolás Palacios – Encuentro UACCH en Gan Gan

Luego de la aprobación de la Ley Bases a fines de junio, las legislaturas provinciales debaten si adherir o no al capítulo del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). No hay grandes sorpresas en las adhesiones: Río Negro fue la primera provincia en sumarse a la norma, y le siguieron, Jujuy, Mendoza y Chubut. Las gobernaciones actuales de estas provincias tienen un interés elevado en imponer los extractivismos del litio y la megaminería, entre otros. Pero muy a pesar de los representantes que ocupan bancas, los pueblos de estos territorios tienen grandes experiencias de lucha en la defensa del agua y en el reclamo de que “sin licencia social, no pasarán”.

Horacio Machado Aráoz, investigador de Conicet, profesor de sociología en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca (Argentina), y autor del libro “Potosí, el origen. Genealogía de la minería contemporánea”, años atrás decía: “Hay toda una historia de luchas, un aprender de luchas pasadas. Es un acervo. Semillas de humanidad que nos quedan. Si queremos sostener y luchar por la supervivencia de la humanidad tenemos que acudir al banco de semillas de la historia, que son las resistencias, la lucha de los pueblos originarios, de las mujeres, la lucha de los trabajadores, de todos los oprimidos del mundo.”

La experiencia de las vecinas y vecinos de Esquel es una de las tantas semillas de resistencia de nuestra historia. Con este interés nació el podcast “Guardianes del agua: la lucha de la Asamblea No a la Mina Esquel”, un documental sonoro que relata, por medio de sus protagonistas, cómo se impuso el “No es no” ante la minera canadiense Meridian Gold, aquel 23 de marzo del 2003 por medio de la consulta popular. Un plebiscito que cerró con el 81,4 por ciento con el “No a la mina”. Tal como detalla Lía, una de las entrevistadas: “Hay un mural, acá en Esquel, en la calle Rivadavia que dice: la historia de los derechos es la historia de la lucha por conseguirlos”.

Asamblea de Esquel durante el Chubutazo – Diciembre 2021

Con más de 20 años de historia, los primeros dos capítulos que componen el podcast, narran cómo se creó la Asamblea, la articulación con el Pueblo Mapuche-Tehuelche, las luchas que los antecedieron, la crisis del 2001 en Argentina y cómo fueron generando herramientas de difusión para que cada vecina y vecino tome conocimiento de lo que significaba que una minera desembarque y dinamite las montañas a solo seis kilómetros del casco urbano.

Mauro Millán, lonko de la comunidad mapuche Pillán Mawiza, rescata: “Lo que me parece más optimista es la adhesión que hay de la gente de luchar por su territorio; de luchar, no permitir, de desobedecer: son todos los principios que nos planteamos desde una mirada como pueblo. Desde el más anciano hasta el más niño nos planteamos eso, seguir resistiendo los territorios. Y esto es antagónico a la idea del capitalismo extractivista, que no tiene ni una pizca de posibilidad de ser aceptado por las comunidades”.

Hubo un grupo de vecinas y vecinos que empezaron a recolectar información técnica, y por medio de docentes universitarias generaron charlas y conferencias de prensa para que todas y todos sepan cuáles eran las consecuencias que traería la instalación minera a nivel ambiental, social y económico. Establecieron diálogos con otras experiencias a nivel regional como el caso Yanacocha (un pueblo de Perú), con científicos que se encontraban en Estados Unidos, desmenuzando la poca información que circulaba de la propia minera.

Y a la vez, comenzaron a ejercer presión al Concejo Deliberante de Esquel con el fin de que otorgue la ordenanza para realizar el plebiscito que dicta la Constitución de Chubut. También, durante los años posteriores presentaron iniciativas populares, todas desoídas, para ampliar la Ley 5001, que si bien prohíbe la megaminería también dejaba una puerta abierta a la zonificación (que en algunas zonas se pueda habilitar la megaminería). Nilda Bulzomi reflexiona: “Todo fue un enorme proceso de educación popular porque todos aprendimos un montón de cosas, no solo cuestiones técnicas sino también sociales y políticas. Me parece que en la medida que podamos sostener eso en el tiempo vamos a seguir teniendo herramientas porque en esos procesos siempre surgen cosas nuevas y positivas, el tema es no abandonarnos”.

El tercer capítulo cuenta con testimonios de lo que fue el bautizado “Chubutazo”, días a fines de diciembre del 2021 en la que la Legislatura de Chubut aprobó, de forma sorpresiva, la zonificación minera a ejecutarse en la zona de la meseta (centro geográfico de la provincia). Todo Chubut se levantó. Las asambleas articularon: “Lo que pasó fue que al movimiento asambleario lo pasó por arriba; fue algo del pueblo”, recuerda Daniela Pazos. Marcharon varios días en todos los municipios, se trasladaron en decenas de micros y autos a Rawson para exigir la derogación de esa ley que ninguneaba los años de lucha. Hubo represión, persecuciones y detenciones ilegales. Hasta que el Ejecutivo, a cargo de Mariano Arcioni, tuvo que dar marcha atrás y derogarla.

Foto: Axel Dukal – Chubutazo

 

El cierre del podcast refleja lo que significa la Asamblea en la vida de las vecinas y vecinos; pasando por las juventudes de hoy, el rol de las escuelas, sus amistades y en las familias. Y cómo a lo largo de todos los capítulos, el legado comunitario y familiar atraviesa las fibras de las y los protagonistas.

“Nos une el amor. Si hay algo que hace que uno se levante a las 7 de la mañana a publicar, a leer, a estudiar esa lámina, lo que sea; es el amor. El amor a la vida, el amor a los hijos, el amor al pueblo y al territorio. El haber sentido que este era tu lugar en el mundo, que lo elegiste, que viniste acá. Todo ese amor se transmite con toda la energía y la pasión, porque es una pasión que está detrás de todo esto”, así lo contó Viviana Moreno.

Visitar Esquel, escuchar a los guardianes y guardianas del agua relatar su lucha, sus recuerdos, conocer sus historias de vida y lo que hace que sigan eligiendo vivir ahí, es —en definitiva— también entender que su pasado, presente y futuro es sin extractivismo. Esquel y su Asamblea es de esas semillas que ayudaron a otras comunidades que fueron conformándose en Argentina y a lo largo de toda la región. Esquel es referencia y semilla, esas que se necesitan para seguir cosechando luchas y victorias.

Publicación original: Agencia de Noticias Tierra Viva