Con el argumento de reducir al máximo la posibilidad de incidentes en la mina Veladero, la Policía Minera cree que la empresa Barrick debe mejorar las mejoras a las que ya había efectuado en el valle de lixiviación donde se utiliza solución cianurada para separar el oro de las rocas. Esa posición quedará hoy plasmada en el informe que el Ministerio de Minería le elevará al juez de Jáchal, Pablo Oritja, quien dispuso, el cierre preventivo del emprendimiento tras el derrame del 8 de este mes. Los directivos de Barrick mostraron el lunes cómo habían fortalecido los acoples con cadenas y bolsas especiales, el informe apunta a que se coloque un material de protección más. Los tardíos controles además de ser superficiales y conducidos de la mano de la empresa no contemplan el cese defintivo que pide la población.

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Fuente: Diario De Cuyo

Con el estudio en sus manos, el magistrado ahora debe decidir si obliga o no a la compañía a que cumpla con las obras adicionales. Como Oritja se apoya en el órgano técnico y de control minero, que en este caso hace las veces de un perito en la materia, es casi un hecho que exigirá que se lleven a cabo y eso implicaría la prórroga de la suspensión hasta tanto la firma ejecute las nuevas tareas y las certifique el ente oficial.

Entre ayer y hoy estaba prevista una definición sobre la suerte de Veladero, pero el freno en la mina tiende a estirarse por consecuencia de la postura del Gobierno. A raíz de esa posibilidad, Miguel Martín, gerente de Comunicaciones de la minera, dijo que “todas las medidas urgentes a los efectos del levantamiento de la suspensión e inclusive algunas acciones adicionales sugeridas por el nuevo secretario de Gestión Ambiental y Control Minero han sido ejecutadas, por lo que entendemos que no hay razón técnica ni jurídica para mantener paralizada la operación minera. Por otro lado, hay propuestas de optimización del valle de lixiviación contenidas en un plan a mediano y largo plazo que ya se encuentran en proceso de ejecución”.

Fuentes calificadas revelaron que los puntos a mejorar son dos. Uno de ellos es el refuerzo en las uniones de los caños que transportan la solución cianurada. El planteo se debe a que el último incidente se produjo porque un trozo de hielo se desprendió de una ladera en el valle de lixiviación, golpeó y desacopló una cañería. El líquido se fugó, pero no llegó a salir del perímetro, aunque sí empujó rocas lixiviadas que sobrepasaron las bermas, que son unos taludes de contención. Si bien los directivos de Barrick mostraron durante la inspección ocular y judicial del lunes que habían fortalecido los acoples con cadenas y bolsas especiales, el informe apunta a que se coloque un material de protección más.

El segundo eje gira en torno a la construcción de una barrera complementaria a la berma que ya fue levantada en la zona del canal del norte. El lugar no es casual, ya que el año pasado se rompió una válvula de la que se desprendió solución cianurada, la cual cayó a dicho canal y de ahí fue a parar a tres ríos iglesianos. Por ese derrame se desató una investigación judicial en la que están procesados los supuestos responsables (Ver aparte).

Las mejoras apuntan a no dejar cabos sueltos en la seguridad tras el incidente del 8 de septiembre, el cual no llegó a contaminar ningún cauce de agua, de acuerdo a las mediciones que se efectuaron. A pedido de los fiscales Sohar Aballay, Daniel Guillén y Fabricio Médici, Oritja ordenó que la empresa realice mejoras. Entre otras, Barrick levantó la altura de las bermas de 20 centímetros a 1,50 metros en los 7,5 kilómetros del valle de lixiviación y que se limpiaron los canales Sur y Norte y los caminos de inspección manual.