La Cámara de Turismo, Comercio e Industria de Uspallata y Alta Montaña se mostró preocupada por la posible instalación de la Minera San Jorge “que impactará sin lugar a dudas en la población de Uspallata y Alta Montaña”. Sin dejar de reconocer las aplicaciones útiles de los metales los empresarios hacen notar “que se trata de una actividad de alto riesgo humano y tecnológico y de un alto impacto ecológico irreversible una vez que pase la explotación minera por nuestro territorio”.
La Cámara de Turismo, Comercio e Industria de Uspallata y Alta Montaña desea manifestar su preocupación por la posible instalación de la Minera San Jorge y exponer su posición sobre este importante tema que impactará sin lugar a dudas en la población de Uspallata y Alta Montaña y por ende en sus actividades comerciales y en su forma de vida.
Sería necio no reconocer que la manipulación a escala de los minerales ha brindado importantes avances en la rama de la tecnología, la salud, el arte y la ciencia, y que sin su desarrollo no podríamos aprovechar los beneficios que esta actividad trajo aparejado.
Sin perjuicio de ello, esto no significa no reconocer que se trata de una actividad de alto riesgo humano y tecnológico y de un alto impacto ecológico irreversible una vez que pase la explotación minera por nuestro territorio.
Asimismo son innegables las fuentes de trabajo que trae la minería, por lo menos durante un tiempo. ¿Pero qué sucede cuando la mina se agota?. ¿Esas mini ciudades como acaban? ¿Y que queda del lugar? No es necesario ir muy lejos para conseguir ejemplos. Por citar uno sería interesante ver el desastre ecológico en el Río Loa, al sur de Calama, Chile. El río nunca se recuperó y quedan hoy tan solo 90 habitantes.
Se evidencia desde un principio una ausencia en los poderes del estado a través de la falta de participación, de una adecuada información a la población y de la falta de un manifiesto compromiso para con la defensa de la conservación del medio ambiente.
Nos preocupa el poco o escaso cumplimiento de la Ley y prueba de ello es la omisión manifiesta de la Ley 7722 la cual prohíbe en el territorio mendocino el uso de cualquier tipo de tóxicos. Si esta Ley que rige actualmente no se respeta, nos preocupa sobremanera que a la hora de iniciarse la explotación, ese mismo Poder que ahora no hace cumplir con las leyes, sea quien deba realizar la fiscalización de dicha explotación. Los sistemas de control del Estado se encuentran colapsados y ello produce una natural sensación de inseguridad si pensamos que de ello dependerá el futuro de nuestras vidas.
Meses pasados tuvimos la presencia del Sr. Intendente de Las Heras quien vehementemente manifestó que “si la mina contamina, le decimos no a la mina”.
Entendemos que sus palabras más que una realidad, deben haber sido una expresión de deseo sin que haya tomado en cuenta la realidad que vive el departamento. No escapa a esta Cámara el bajo nivel de promoción y desarrollo de todo tipo de actividad en la zona del Valle y de la Alta Montaña producto de la falta de presupuesto. Es por ello que entendemos que difícilmente desde el municipio se promueva, se exijan los controles adecuados y se denuncien firmemente los desvíos que pudieran surgir de una
explotación sin control.
Gestiones y obras básicas que mejorarían considerablemente la calidad de vida en esta zona aún no han visto la luz. El tratamiento de residuos sólidos, el gas natural, un hospital de alta complejidad, Centros de salud en Alta Montaña del nivel que se merece esta importante zona turística y el corredor más importante del país con Chile, y una decena más de ellos son reflejo de la realidad que aún nos toca vivir.
Si estas necesidades básicas aún no se logran cristalizar por falta de presupuesto y decisión política, ¿que queda pensar de los adecuados controles que deben instrumentarse para un proyecto minero que requiere ineludiblemente un adecuado control y seguimiento por parte del Estado?.
Frente a este panorama, la actividad minera alcanza un riesgo aún mayor, ya que salvarnos de la contaminación y a la vez promover un desarrollo más equitativo queda en manos de la buena voluntad de las empresas y no de los gobiernos y mucho menos de las sociedades.
¿Cómo gestionará este Estado ausente la problemática socioeconómica cuando el proyecto minero termine? Sin duda será problema de otros gobernantes, pero los ciudadanos seremos los mismos desprotegidos de siempre.
Es por lo anteriormente expuesto que esta Cámara de Turismo, Comercio e Industria de Uspallata y Alta Montaña no está de acuerdo con el proyecto minero en Uspallata hasta tanto no se cuente con la seguridad jurídica que tan importante desarrollo requiere.
MARIO E. GONZALEZ DANTE E. MARQUEZ
Evaluada la nota presentada por la “Cámara de Turismo, Comercio e Industria de Uspallata y Alta Montaña”, manifiesto mi total coincidencia con las preocupaciones allí expuestas.
La belleza y la pureza de esos lugares deberían ser resguardados como un patrimonio turístico irremplazable y todas las inversiones deberían ir en ese sentido. De esa forma se crearían fuentes de trabajo sustentables en el tiempo y las utilidades se reinvertirían en el lugar.
Hoteles, cabañas, gastronomía, excursiones, turismo aventura ,etc, deberían ser apoyados entusiastamente por el poder político, para que los empresarios inviertan en esos proyectos y así ayudar a la gente de esa zona a mejorar su calidad de vida e impedir su emigración al Gran Mendoza.
El gobierno provincial y el gobierno municipal de Las Heras, deberían aplicar la legislación vigente que establece el derecho precautorio, es decir, los responsables del proyecto San Jorge deberián probar, sin lugar a dudas, que las aguas absorbidas por el suelo en la zona de trabajos, no terminarán escurriendo hacia napas o arroyos superficiales que nutren los ríos que riegan nuestros oasis, ya que si así fuera, toda la contaminación que produzca el proyecto terminará, mas tarde o más temprano afectando a la producción agrícola y a la vida humana aguas abajo.
Además, deberían recordar que las leyes nacionales que permiten este tipo de asentamientos (Nº 24196 y otras dictadas en la década pasada ), han sido elaboradas sin el consentimiento de las comunidades afectadas y, atendiendo a los reclamos de estas comunidades, hoy deberían ser re-elaboradas.
No sucede así, más bien todo lo contrario y se percibe un asentimiento verticalista y silencioso a las decisiones emanadas del poder central, a pesar del daño probable que producirán y a la oposición irreductible de las comunidades afectadas.
Coincidiendo con la importancia que tiene la minería en general en el avance tecnológico de la humanidad, destacamos que la GRAN MINERÍA METALÍFERA, que utiliza procesos a CIELO ABIERTO, con métodos de LIXIVIACIÓN, ocupando CANTIDADES DE AGUA SIDERALES y consumiendo ENERGÍA AL POR MAYOR en todas sus formas, NO ES LO QUE LA PROVINCIA DE MENDOZA REQUIERE PARA UN DESARROLLO SUSTENTABLE Y ARMONIOSO.
Firmado: Ing. Alberto LUCERO
VICE-PRESIDENTE CÁMARA DE TURISMO DE LA PROVINCIA
TESORERO UNIÓN COMERCIAL e INDUSTRIAL (UCIM).