El rol fundamental de las mujeres de Famatina. Carolina Suffich, Carina Díaz Moreno y Marcela Crave, son tres referentes de la asamblea de autoconvocados que comenzó su lucha hace siete años. Plazademayo.com habló con ellas.

Suele pasar que los acontecimientos que convocan al espíritu de la historia vistan prendas femeninas. Sucedió así muchas veces. Sucede así en Famatina. Las mujeres tienen un rol protagónico en la lucha popular contra la Osisko Mining Company, que –de la mano del gobernador kirchnerista Luis Beder Herrera- intenta instalar la megaminería en la región, con sus consecuencias de devastación, contaminación y muerte. Mujeres jóvenes, señoras grandes, docentes adultas, estudiantes secundarias y hasta niñas pueblan a toda hora el campamento instalado alrededor del corte de ruta que impide el paso de empleados de la empresa canadiense. No sólo tienen un rol preponderante en la organización de la vida de esta pequeña ciudadela de la resistencia, sino que sus voces son de autoridad y reflexión en las asambleas que realizan, a la vez que durante las vigilias nocturnas pueblan de relatos el insomnio.

 

El lector puede realizar un experimento. Podría preguntar a su historiador amigo sobre el papel de la mujer en procesos históricos relevantes. Seguramente recibirá una gran cantidad de ejemplos que dejan en claro que cuando la mujer toma las luchas en sus manos, estas adquieren un verdadero rol transformador. Esos momentos en los que las mujeres les enseñan a sus hijos los significados del vocablo “lucha” a través de las palabras y la acción son aquellos que marcan un salto cualitativo fundamental: ya no hay vuelta atrás. Cuando las mujeres se ponen al frente estallan las voces de los pueblos. Eso sucede hoy en Famatina.

El viernes por la tarde se realizó una asamblea en la ciudadela de la resistencia a la mina. La mayor parte de las intervenciones dieron cuenta del alto grado de organización y conciencia de los participantes de esta lucha. Este cronista quisiera destacar algunas intervenciones femeninas. Como la de la señora cincuentona que mostraba con sus brazos cuál debía ser el procedimiento para formar una cadena humana para enfrentar a la policía: “Y si vienen, nos agarremos de los brazos, nos sentemos y nos encomendemos a Dios. ¡Así les vamos a ganar!”.  Como Ayelén, de 23 años, que explica: “Para muchos de nosotros todo esto es nuevo, no nos hemos preparado para vivir esto que estamos viviendo. No tenemos que tener miedo, sí pensar que yo estoy aquí para proteger al otro que también me va a proteger y estar así unidos”. O la intervención de Carina Díaz Moreno, una de las referentes que comenzó esta lucha hace siete años: “Ya hemos ganado. No debemos tener miedo nosotros. Ellos nos tienen miedo a nosotros, nunca estuvimos más unidos. Ellos le tienen miedo a nuestro poder”.

Plazademayo.com ofrece a sus lectores unas entrevistas a tres referentes mujeres de esta gesta en defensa del Famatina. Continuamos de este modo informando sobre la lucha que se desarrolla en Famatina, único medio de Buenos Aires en el lugar de los hechos.

“Si no anulan el convenio con Osisko, esto se va a poner más fuerte”

Durante un alto de sus variadas actividades en el campamento antiminero, plazademayo.com conversó con Carolina Suffich, Carina Díaz Moreno y Marcela Crave, referentes de la asamblea autoconvocada desde hace siete años, cuando comenzaba esta lucha. Hoy admiten con alegría que la movilización superó los marcos de aquella asamblea y se ha convertido en un movimiento popular masivo.
Diego Rojas : ¿Cómo comenzó este movimiento?

 

Carolina Suffich: Hace siete años empezamos un trabajo de concientización. Sabíamos que estas mineras traían algo escondido. Para averiguar qué, viajamos a otras provincias, para hablar con los pobladores, claro. Con la información que obtuvimos hicimos un trabajo de concientización, de resistencia pacífica y así hemos llegado al día de hoy.

Marcela Crava: Hace seis años nos empezamos a organizar como asamblea. El 8 de marzo de 2007 corrimos de la ciudad a la Barrick Gold. Estaba instalada y tenía tres años de exploración en el Famatina.

DR: ¿Cómo reaccionó la gente al principio ante sus planteos?
Carina Díaz Moreno: En un comienzo la gente era muy incrédula, le costaba mucho participar. Si bien teníamos el apoyo del pueblo ya que cada vez que la policía amenazaba con desalojarnos o reprimir, subían a protegernos. Pero estos días que estamos viviendo superaron ampliamente todo lo anterior. La movilización nos desbordó. No podemos seguir hablando en el nombre de la antigua asamblea. Este es un corte del pueblo. Es un alzamiento de los pueblos de Famatina y Chilecito que defienden su tierra, defienden su agua.

DR: ¿Y el gobierno?

MC: No quieren asumir que estamos en contra. El gobierno quiere instalar una actividad que tiene el rechazo del noventa por ciento de la población.
CDM: Están criminalizando la lucha. La semana pasada diez de nosotros fuimos imputados por el artículo 194 que pena el corte de rutas al acusarnos de impedir el libre tránsito. Cualquiera que pase por el camino que estamos cortando sabe que es una vía poco transitada. Además el corte es selectivo: no dejamos pasar a los miembros de la empresa minera.

DR: ¿Por qué fueron procesados?
CS: Cerca de las ocho de la mañana del martes 3 llegó una gran cantidad de gendarmes. Luego, nos dijeron que Rubén Zelarayán iba a llegar con un grupo parapolicial. Zelarayán es un hombre que se convirtió en un personero de la Osisko, aunque no sabemos si le paga la minera o Beder. Pasadas las 12 llegó Zelarayán con un grupo de veinticinco chicos vestidos de mineros. Estos chicos son parientes o vecinos de quienes estábamos en corte. Portaban machetes y horiquillas, pero no las mostraban como herramientas, sino como armas. Zelarayán habló con el jefe de policía y le dijo que iban a subir, traspasar el corte. Nosotros nos enganchamos de los brazos detrás de la bandera, cantábamos, pedíamos que se fueran. De un lado estaban las caras de muchos chicos asustados que sabían que del otro estaban sus madres o amigos. Del otro, gente muy enojada con esa amenazaa.. La tensión por si alguno de los dos grupos nos zafábamos era muy grande.Finalmente se fueron. La fiscal actuó de oficio y nos procesó por la ley 194.

DR: ¿Cómo fue el caso de las listas negras?

MC: Este último mes pasaron muchas cosas. El 15 de diciembre nos enteramos que venía la subsecretaría de minería para dar una charla. Fuimos a confrontarlos. Cuando les hablábamos del agua y del cianuro no sabían qué decir. En ese momento nos dimos cuenta de que también estaba el gerente de la Osisko. Nos acercamos, le cuestionamos que repartieran heladeras, que quisieran comprar voluntades. Lo echamos también y encontramos las listas negras.

CF: Nos llamaban “mafia”. Estaban nuestros nombres en informes personalizados. Decían quién podría aceptar un resarcimiento económico. El gobierno dijo que no era una lista negra.

DR: ¿Por qué se oponen a una industria que traería nuevos empleos a la región?

 

CDM: La minería a cielo abierto tiene antecedentes que no son buenos. En todos los lugares en los que hubo proyectos mineros de esa naturaleza  no creció la economía y esto es comprobable. Mal hacen los funcionarios en decir que es una gran industria, es un saqueo para sostener al primer mundo, nada de lo obtenido va para Latinoamérica.

MC: Se llevan el 98% de las regalías y sólo queda un 2% para las provincias. El uso del agua de manera intensiva y contaminante, el cianuro, su necesidad de dinamitar los cerros: no sé cuál es el desarrollo que quieren presentar. Son recursos no renovables que quieren usar con productos altamente tóxicos. No cierra por ningún lado.

DR:  El convenio que firmó Beder con la Osisko, ¿puede caer?

CDM: El convenio pude caer. Hoy mismo Beder debería devolver medio millón de dólares. Por otro lado, la empresa le ha dado un plazo para que le garantice la licencia social. En el convenio dicen que la parte gubernamental  tiene que hacer todo para garantizar la licencia social, y para eso usan los fondos que recibió el gobierno pero para comprar esa licencia, que no se puede comprar.
CS: Es tan fuerte este corte que si no anuncian oficialmente el retiro o anulación del convenio, esto se va a poner más fuerte.

MC: No existe la licencia social, no se la dimos. Por eso se fue la Barrick hace unos años. Fue corrida de un proyecto que ya había empezado. Esa decisión se mantiene. Es impresionante esta resistencia.
CS: Somos un pueblo muy pacífico, muy tranquilo, no tenemos tradición de manifestarnos. Esta organización es un triunfo de la dignidad.
DR: El gobierno amenaza con el desalojo, ¿lo ven probable?

MC: La paz social corre un riesgo gravísimo, fruto de la violencia y el autoritarismo de un gobernador. Y de la presidenta, que impulsa este tipo de proyectos y a la vez que habla tanto de derecho humanos, no nos da ninguna protección ante el armado de listas negras, las  persecuciones, las amenazas, la criminalización de la protesta.

CDM: El intendente, el cura párroco y una gran cantidad de funcionarios apoyan esta lucha. Los policías que son mandados para reprimir no pueden obedecer porque tienen sus familiares del otro lado del corte, además de que esta es una causa justa.
CS: Sería muy torpe si Beder intenta desalojar. Por eso responsabilizamos a Beder y a la presidenta por lo que nos pueda ocurrir.

DR: ¿Van a ganar esta lucha?

CDM: Ya hemos ganado, la minera  no se va instalar. Hemos corrido a la Barrick, la mayor minera del mundo. También vamos a correr a esta empresa.